~Nuestro Error Perfecto. ♡Jelsa♡ [Editando]

Capítulo 32: Secuestrada por el Enemigo. (Maratón 3/?)

(Parte 2/?)

😲En el capítulo anterior😲:

- N-no puede ser, le va a hacer algo, losé. Hagamos algo.

- Jack, escúchame... es mi hija, yo también estoy preocupado. Tranquilo, pensemos. Ya le envié un mensaje a Nicolás y va a venir la Policía. A investigar la zona. No te preocupes, confía en mí. - Dijo tratando de calmarlo.

***

Minutos después...

- Nicolás ya está revisando la zona del cementerio. - Dijo el hombre de peli-café.

- Pero.. ¿por qué el cementerio?, Si ella ya no está ahí, hay que buscar en otro lugar... - habló la castaña viéndolos.

- Pero puede haber pistas que nos lleven a Hans. - Interrumpió el peliblanco.

- Yo tendría que haberla acompañado... - dijo la castaña arrepentida.

- No empeces con la culpa, Janet. - Dijo John un poco frustrado. - No tenés la culpa de nada, Janet.

- Sí, tengo la culpa...

- Pero se la hubiese llevado igual. - Habló el peliblanco. - Está loco, Hans.

- Pero, ¿ustedes están seguros de qué se la llevó?...

- Estamos 100% seguros. Estamos totalmente seguros. - Dijo el peli-café serio.

- Pero, ¿cómo hizo esto?, Sí él estaba en Nueva York. - Dijo Janet.

- No sabemos, pero lo estamos investigando.

- Pudo, haber mandado alguien a Nueva York. - Dijo Jack.

- Y, ¿Jorge?...

- Está detenido, sigue detenido. - Contestó el peli-café.

- Yo no sé cómo voy a hacer. Doy mi vida, pero a Elsa no le va a pasar nada, no lo voy a permitir. - Dijo Jack con la miarada baja.

- Nosotros tampoco. - Se hicieron presentes las voces de un castaño y un peligris en aquella oficina.

- Yo tampoco, conta con nosotros, para lo que sea. - Dijo el peligirs viéndolo.

~En otro lugar~

Narra Elsa.

No sé que me pasa.

Me siento débil, cansada...

Por un momento, veo todo negro, pero luego, voy a abriendo los ojos, estoy sentada, y creería, atada. Luego  veo que estoy en un lugar que ni siquiera yo conozco.

Al parecer, era un edificio... abandonado, digo.. por el estado en que se encuentra.

Pero, siento cómo si alguien me observará.

Giro mi rostro para el lugar dónde sentía que me estaban vigilando, y sí... me estaban vigilando.

Logró ver a Hans, de espaldas. Rápidamente, desvié la mirada.

Me empiezo a asustar, pero a la vez, preocupada.

Siento que mi corazón empieza a latir rápidamente.

- No sabes lo hermoso, es verte dormir... - dijo Hans y sentí su mirada sobre mí.

Yo, solté un suspiro.

- Déjame, Hans. Déjame, por favor... - murmuré quebrada.

Quería irme, no me sentía segura a su lado.