~Nuestro Error Perfecto. ♡Jelsa♡ [Editando]

Capítulo 24: No sabes nada del Amor, hasta que la tienes en brazos.

Nacimiento de la Baby :3.

- ¡Lo qué escuchaste!. - Exclamó furioso y me puse a llorar. - ¡Y ya déjate de llorar, qué no más para eso sirves!. ¿O no?.

Me seguía deciendo cosas negativas sobre mi, mientras yo quería decirle que era un Error lo que estaba pensando.

- ¡Te odio!. - Exclamó él, y de repente... sentí un agua saliendo por mis piernas. Se me había roto la fuente.

- ¡Ah!. - Exclamé adolorida. - ¡Ya va a nacer!. - Exclamé mientras caía al suelo.

- ¡No te creo!. - Exclamó Jack yéndose de la casa, mientras que yo... iba a tener a mi Hija...

Sola...

Lloré y alcanzé mi celular y marqué un número... sé que tendré luego problemas, pero... no me queda de otra.

*En la llamada*

- Bueno... - oí la voz de...

- Tadashi... - murmuré adolorida. - Quiero que... - grité por otra contracción. - Vengas... está viniendo... la niña. - Dije adolorida.

- ¿En serio?... porque ahora Elsa no estoy para bromas. - Se lo oyó molesto.

- ¡Esto es en serio!. Se me rompió la fuente... - dije llorando.

- P-pero... si dijiste que faltaba una semana para que nazca. - Dijo confundido y sorprendido.

- ¡Se me adelanto el parto!. - Exclamé mientras tenía otra contracción. - No quiero que me hagas más preguntas, sólo quiero que vengas para que me lleves a la clínica.

- Ahora voy. - Dijo y cortó la llamada.

*Fin de la llamada*

Espere a que llegará, casi no me podía mover por las contracciones. Espero y llegué rápido, porque puede nacer en la casa.

(...)

- ¡El bolso está al lado de mi recamara!. - Exclamé adolorida.

Tadashi había llegado hace unos segundos, suerte ya que había llegado, porque ya sentía que necesitaba pujar.

- Bien, vámonos. - Dijo él ya con el bolso de la bebé, y me ayudó a levantarme del suelo.

(...)

- ¿Llamo a tú madre?. - Preguntó Tadashi viéndome.

- N... ¡¡Ahhh!!. - Grité por una horrible contracción. - Necesito... necesito que nazca... - susurré adolorida, no podía aguantar este dolor. - No la llames... ahora no.

- Bueno, perdón por la demora, pero ese no es el tema, ¿cómo estás, Elsa?. - Oí la voz de mi ginecóloga presente en la habitación de dónde me encontraba.

- ¡¡Ahhh!!. - Grité adolorida.

- Creo que con eso basta. - Dijo ella viéndome.

- Necesito que nazca... me duele demasiado. - Dije agarrándome el vientre.

- Bien, veo que estás lista... nos iremos a la sala de parto. - Dijo la ginecóloga y asentí. - Y ahora.

(...)

~En otro lugar~

- Yo creo que estás pensando mal... - habló una castaña-rubia seria. - Yo conozco perfectamente a Elsa, y sé que no es capaz de hacer eso, y mucho menos eso.

- Claro... cómo tú no estabas allí, tú me contradices. - Habló un peliblanco sarcástico. - ¿Te acuerdas de la actuación del parto?. - Asintió. - Bueno, pues lo volvió a hacer, diciendo que ya venía la bebé. Debería haber sido actriz...