Los ojos lavanda penetraban duramente con frialdad el alma de la pequeña que su piel de gallina se erizaba... no sabia que responder.
- Y-yo... y-yo-yo.... -tartamudeaba de frío y de temor- ...yo-... -susurró agachando su cabeza mirando el suelo, si, tenía miedo, no conocía a esta lapa, era un adulto y todos los niños le temen a los adultos cuando saben que han hecho algo malo; aún así Anger, no hizo nada, calló, comprendía el porque no estaba en el lugar mencionado en las noticias, lo sabia muy bien. Caminó soltando un suspiro dejando a la niña en medio de la sala y entrando al baño, sin decir ni una palabra; de todas formas la estruendosa lluvia no permitirá oír ni un grito siquiera. La pequeña gallina, desconfiada y temblorosa se secó con el paño, o al menos lo que pudo, su ropa estaba empapada, un sencillo vestido con el estampado simulando un oberol de dos simples y apastelados colores: celeste y crema; que hacían resaltar sus negras plumas. Miró pensativa con su rostro inocente por el ventanal del balcón, la lluvia era torrencial, "Parece como si un río callera del cielo" pensó esta puesto que solo sus propios pensamientos podría oír.
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La noche compañaba a la suave lluvia que quedaba de la agitada tarde. Era tranquilo y relajante, hacia frío, perfecto para una taza de café; lo que precisamente la lapa hacia en la cocina mientras que la pequeña miraba la televisión sentada en el sillón frente a este; cubierta con una cobija y una grande sueta.
-Ten.. -un vaso con café con leche apareció frente a ella- ..al menos le calentará. -lo tomó con cuidado y un cosquilleo entre sus manos pasó al sentir lo caliente de él y dió un suave sorbo haciéndole recorrer un escalofrío agradable por todo su cuerpo dejando una sonrisa en su rostro. La lapa se sentó al lado derecho en una silla que tomó, dejando que la luz del televisor reflejara en ambos cuerpos mientras intentaban conservar el calor.......... .
-Perdón.. -rompió el silencio que se volvería incómodo al tiempo- -Perdón porque? -dijo Anger con despreocupación- -.... no debí escaparme de esa casa... -No debe perdirme perdón a mi, yo no tengo nada que ver con eso.. -se acomodó dejadamente apoyando su codo izquierdo en el brazo del sillón mientras en su mano sostenía la taza. La niña hizo silencio.- De todas formas, cual es su nombre? -.... Corina... -susurró algo tímida- -Oh, almenos ya no te llamaré "niña"... -se levantó terminando su café y dejándola en la mesa del comedor- Es tarde y estoy realmente cansada.... ahí deje una manta y unas almohadas para que duermas. -Dormiré en el piso? -Si... -Y tu cama? -Sólo yo duermo en la cama. -se fue a su cuarto dejando a la pequeña gallina sola en la oscura sala iluminada solo por la luz del televisor. -Que miedo... -dijo Corina susurrando para si-
Si, dormiria en el piso en una noche fría, pero almenos tenía donde dormir... no tendría que hacerlo en una casa con una familia extraña compuesta por conejos ni en las húmedas y vacías calles de la cuidad... estaría caliente y resguardada; y así lo pensó antes de dormir envuelta en una gruesa sábana y una suave almohada.
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Al día siguiente el sol resplandecía por toda la sala hasta llegar al rostro de Corina, oh si, el sol volvió sorpresivamente de la noche a la mañana. La joven gallina se despertó poco a poco con suma pesadez y aparto sus cobijas, hacia calor, bueno, después de todo había dormido con una sujeta gruesa. Se puso de pie y se la quito de inmediato dejándola en la "cama" del suelo; y se fue directo al baño. La lapa que aun dormía entre las 3 sábanas de su cama, ni señales de vida daba para levantarse, de todas formas eran cerca de las 7am y no parece que a esta chica le pase por su mente volver al trabajo. Ella sabía que no serviría de nada.
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La mañana pasó muy rápido, la tarde se volvió oscura y llovía lentamente... El aire fresco y suave se sentía al respirar, relajando la mente al pensar en la tristeza del cielo. Las dos chicas solas en el departamento ahora debían convivir juntas, aunque Anger no le hayaba gracia al asunto. Era una niña, no sabia que hacer, jamas había cuidado alguna... peor aun, las autoridades de seguro la han estado buscando. Estas preocupaciones le pasaban por la cabeza mas que el hecho de no trabajar, porque claramente esto le traería mas problemas que el que la policía se la llevara... había algo más... Descansaba sumergida en pensamientos mientras miraba la pantalla de su computadora, perdiendo el tiempo en ello.
-Oye... umm.. y que puedo hacer yo? -hablo la pequeña gallina acercándose con curiosidad- -Que qué puedes hacer? -interrogo arqueando cejas sin desviar su mirada de la pantalla- -Si... estoy sola... y tengo miedo.... quisiera ver a mi familia... pero se que-... -un corto silencio se hizo llamando al predecible llanto de ella. Anger la miró seriamente, sabia que iba a suceder y dio un suspiro cerrando sus ojos- -Quieres ir al mercado? -dijo inseguro por sus adentros- -....ahí no hay mucha gente? No es peligroso? -Se quiere aburrir o salir? -...salir? -Pues vamos, de todas formas también necesito distraerme un poco...
Las dos aves se alistaron si salieron sin mas. La pequeña Corina iba con sonrisa en su rostro como cualquier niño haría, por otro lado, Anger no es el tipo de persona muy expresiva, le daba igual haber salido o no, lo que sucedía era que no sabia como entretener a un niño y no quería que se estuviera quejando de estar aburrido en la casa.
Las dos pasaron una tarde como cualquiera la habría pasado: caminaron viendo tiendas, observando sin más y comprando cosas. Tomaron batidos en una pequeña tienda y disfrutaron de la tarde juntas. Aunque ver una guacamaya y un gallina juntas no era normal para los demás... No eran de la misma especie y para ellos era desagradable... Pero la hipocrecia en todos es eminente, porque eran mamíferos, ellos dominaban ante todo, era normal verlos juntos unos con otros, pero para ellos no era normal que dos aves de diferentes clases estuvieran juntas. Esto ellas debían hacerlo a escondidas. Una regla social bastante tonta. En el camino de vuelta a casa, sentadas en el bus, Corina comía una dulce paleta mientras balanceaba sus pies al aire entre la silla y el piso, su estatura era pequeña y le daba ternura en todo ella. Anger miraba pensativa el cielo nuboso ¿Que haría ahora con ella?...
-No piensa regresar a esa casa? -la niña le miro con sus grandes ojos naranjas. Guardo silencio.- ¿Entonces que hará ahora? -...No lo se... quedarme... con usted?? -....Nope. -dijo secamente- -Que? P-pero-! Señora Anger... -se había arrodillado sobre el aciento acercándose a ella- -Tranquila niña, que no es para tanto -una pequeña sonrisa apareció al lado de su pico mientras intentaba sostener a la niña precaviendo que no se cayese. -Pero-! -No hay de que preocuparse...
Anger la miró con serenidad, la pequeña había entendido que ella no haría eso y guardo silencio.
Las dos crearan una historia juntas desde ahora. Cosas buenas pasaran, cosas malas llegaran pero ambas sabrán salir de ellas con determinación, les hará mucha falta.. y Anger se asegurará de eso.
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Se que lo estoy escribiendo muy raro, pero no recuerdo como hacer un secuencia en una historia :'v me desvío fácil ahora y escribo lo que se me viene a la cabeza en el momento... Aunque antes escribía muy improvisadamente. Pero bueno, esto no se trata de una historia muy pasajera.. Seh, sera una historia algo larga. Espero que no se aburran, aunque se que lo harán :v
Bye
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