Capitulo 3:

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Capitulo 3:

-Hola Kels- la saludé con un beso en la mejilla

-Hola Ari hermosa-

-¿vino Matt?- Pregunté

 -No- hizo una mueca

-Adiós, iré a hacer mi tarea- subí las escaleras pero me quedé al principio de ellas para escuchar de qué hablaban.

-Quería hablarte de la fiesta de Matt, el... no incluyó a Ariana en su lista de invitados, y no puedo hacer nada, es su fiesta, sus reglas-

 -¿no quiso invitarla?- Una lágrima se escapó de mis ojos

-No, intenté convencerlo, pero no quiso-

 -Está bien, me aseguraré de que no se entere de la fiesta- terminé de subir las escaleras, no se porque me duele tanto. Agarré mi celular y le envié un texto a Matt.

-Eres un perdedor.- Le escribí y después de unos segundos contestó

 -¿Por qué, princesa?-

¡Imbécil!

Ya era sábado, había decidido ignorar a Matt toda lo que restaba de la semana, era un desgraciado, yo lo conocía desde que tenía un año, había roto mi brazo cuando tenía 3 solo por jugar al fútbol con él, el ERA mi mejor amigo, entramos a la secundaria y el encontró nuevos amigos, por desgracia para él, también míos, no era popular, pero parecía obsesionado por serlo y apenas tenía 14, recién cumplidos, años.

Pronto sería mi fiesta, haré una fiesta en grande, que todos queden más asombrados que la fiesta de Matt.

La casa de Matt no estaba tan lejos, solo a un par de cuadras, la fiesta era a las 7 y eran las 8, así que tendría tiempo de tal vez, ir a ver… ¿no?

Si le pido permiso a mamá, me dará una charla de 2 horas y no me dejará ir, papá menos me dejaría, así que… la única forma de ir, era escapándome. Nunca lo había hecho, pero siempre había una primera vez.

Miré abajo y todos estaban viendo televisión, siempre hacían eso después de cenar. Bajé las escaleras con mi mejor cara de enferma.

-Mamá, papá –Llamé su atención, ellos me miraron –Me siento mal del estomago

-¿Quieres que te de algo? Ven te doy un…

-¡No! –Dije apresuradamente –Dijo, no, solo quiero acostarme a dormir

-¿Segura?

-Si mamá –Le sonreí –Buenas noches –Besé la mejilla de cada uno.

Cerré la puerta de mi cuarto con llave, así nadie entraba, miré por mi ventana, por suerte el segundo piso no era tan alto, si saltaba, y caía mal, estaría acabada. Tomé una respiración, no sé ni porqué hago esto, si me encuentran, me matarán, cerré los ojos y salté. Caí mal sobre mi pie izquierdo, gemí del dolor y me senté en el suelo.

-Ouch –Susurré, lo sobé y me paré.

Caminé, casi corrí, a casa de Matt, cuando estaba cerca se escuchaba la música tecno. Ya estaba en la esquina, veía personas muy mayores en el jardín, creo que eran de último año, me acerqué un poco más. Había una piedra al lado de la entrada por atrás del patio, me monté en ella y miré. Estaba Matt riendo, su torta era gigante. Escuché un grito de Kelsey

-Chicos, chicos, vamos, cantémosle cumpleaños feliz a Matt

-Mamá, eso es para bebés

-Silencio –lo calló y todos rieron.

-Cumpleaños feliz, te deseamos a ti- Sentía un nudo en la garganta, no podía respirar bien, ¿cómo pudo hacerme esto?

-Ariana –Pegué un saltó y caí de la piedra. Abrí los ojos y era mi papá.

¡ESPEREN! ¿¡QUÉE!?

-P… papá –Tartamudeé

-Ariana, ¿qué haces aquí? –Yo solo empecé a llorar

-Papá, lo odio, lo odio tanto –Lo abracé

-No digas eso, mi amor

-Lo odio papá, ¿cómo pudo hacerme esto? Lo odio

-Es solo una fiesta

-¡Es solo una fiesta, pudo haberme invitado! –Dije llorando

-Vamos a casa mi amor

-Mamá me matará

-No debiste haber salido, pequeña

-¡No me llames pequeña! –Suspiré tratando de calmarme – Odio que me digan así, no soy pequeña

-Para mi lo eres, hija –Me abrazó por los hombros –Vamos a casa

-¿¡Cómo pudiste hacernos esto!? ¡Estábamos preocupados por ti! De repente voy a buscarte para darte una sopa ¡y no estabas! ¿Sabes? ¡Me dio un ataque cuando no te vi!

-Lo siento

-¡Un lo siento no es suficiente! –Gritó -¡Pudo pasarte algo!

-¡Pero aquí estoy, no me pasó nada! –Le grité de vuelta

-No seas grosera, Ariana. –Rodé los ojos –Ya no sé qué hacer contigo, primero los exámenes, luego la pelea, ¿Ahora esto? No sé qué hacer.

-¡Mándame a un internado si eso es lo que quieres, siempre quisiste a todos tus hijos menos a mí! ¡Te odio! ¡Los odio a todos!

-Ari, amor, no digas eso –Dijo papá

-¡No! ¡Ustedes nunca me quisieron, me odias porque no te dejé vivir tu juventud! ¡Todos me odian! ¡Hasta Matt me odia y pensé que era mi amigo! –Iba a subir las escaleras

-Ari, ven acá por favor –Dijo mamá con mucha tranquilidad –Estás castigada, no celular, no televisión, no computador, no salidas con tus amigas, por 2 semanas

-Está bien, era de esperarse –Terminé de subir

-No debes ser tan dura –Escuché como mi papá le dijo. 

Give me all your love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora