Rick Grimes

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Advertencia:
No
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Empezabas a abrir tus ojos, no sabias en que lugar te encontrabas pero por lo que podías apreciar era un cuarto de paredes grises y unos... ¿barrotes?
Instintivamente comenzaste a temblar imaginándote el peor de los casos, tenias miedo, miedo de que el te hubiera encontrado.
-¡Saquenme de aqui!¡por favor!- intentabas mover los barrotes, cosa que obviamente no funcionaba mientras que tus lágrimas caían desenfrenadamente de tus ojos, no sabias que hacer, estabas vulnerable -¡Por favor!- dejaste tu inútil intento de buscar auxilio y decidiste dejarte caer por la pared en espera de lo que fuera a pasar, tu cabeza te dolía demasiado pero las lágrimas seguían saliendo, producto de la impotencia. Escuchaste unos pasos acercarse, pero no levantabas la mirada.
-Hey...- Alguien te llamaba al otro lado de las rejas, te asustaste tanto que te te levantaste y te apoyaste en la pared en busca de algo con lo que poder defenderte, pero no había nada, del otro lado de aquellos barrotes encontraba un hombre de cabello rizado y barba de algunos meses que te miraba firme.
-No me hagas nada porfavor- te miró confundido. Abrió la puerta y comenzó a acercarse a ti con paso firme, temblaste en tu lugar en busca de ayuda -¡no!¡alejate!¡no me lleves con el!- cada paso que el avanzaba tu retrocedías, sin embargo sentiste como tu espalda choco con la fría pared, volteste tu cabeza y cerraste tus ojos con fuerza en espera de cualquier cosa, cualquier cosa menos lo que pasó.
La mano del desconocido se apoyo en tu hombro y apretó de este con delicadeza, sorprendida abriste tus ojos y dirijiste la mirada hacia su mano, después volteaste a verlo y notaste como sus intensos ojos azules te miraban con tranquilidad, sin apartar su vista de la tuya. Te quedaste un rato viendo sus ojos al igual que el los tuyos, había algo en ti que le llamaba la atención, sin embargo debía mantener la compostura.
-Todo esta bien, tranquila- su tono era fuerte, pero lograba transmitirte cierta tranquilidad por lo que tu cuerpo comenzó a destensarse y las lágrimas comenzaban a parar. -¿por que gritabas?-
Recordaste todo lo que había pasado desde que el infierno comenzó, todo lo que el te había obligado a hacer.
-Debo salir de aquí- tu tono de voz era bajo pero lo suficientemente audible para el extraño -Me va a encontrar-
-¿Quien?- su tono de voz era cada vez mas demandante, pero seguía transmitiendo aquella inquietante tranquilidad.
-El...- No podías pronunciar su nombre, no querías hacerlo, pero debías, tenias la necesidad -Blake- tu voz estaba cargada de veneno al recordar a aquel asqueroso ser.
La cara del hombre cambio a una de asombro y soltó el agarre de tu hombro rápidamente, te observó por unos minutos para después girar sobre sus talones y salir de la habitación, no sin antes volver a cerrar la puerta dejándote sola nuevamente mientras sentías amargura al mencionar aquel repugnante nombre.
Y así pasaron los minutos, incluso quizás las horas, tu encerrada mirando al techo de aquella celda escuchando los ruidos del exterior, tenias hambre, sin embargo no querías volver a hablar después de aquella "charla" con el oji-azul. No podías olvidar aquellos ojos tan profundos y su voz tan firme y tenias que admitir que no era para nada desagradable, sin embargo eran completos desconocidos y tu eras prácticamente una prisionera por lo que no sabrías que sucedería, quizá te dejaban morir de hambre y sed o tal vez simplemente te echarían a tu suerte sin armas con las que defenderte. Estabas tan metida en tus pensamientos que no notaste a la persona que se encontraba del otro lado de la reja con una bandeja en manos hasta que escuchaste como la puerta volvía a ser abierta, causando que ahora si le vieras, se trataba de una joven de cabello rubio con una sonrisa plantada en el rostro, una sonrisa llena de algo que hace mucho no sentías en su totalidad, esperanza.
-Hola, soy Beth- la miraste con intriga, causando que la sonrisa de su rostro es expandiera con un aire de hospitalidad -traigo tu comida- dejo la bandeja a un costado de donde te encontrabas, la miraste desconfiada y con algo de miedo, no podías confiar tan rápido en la gente ni en lo que ofrecen, lo habías aprendido por las malas -No tiene nada, simplemente es ciervo, espero que te guste- lentamente y sin bajar la guardia te acercaste a la bandeja, tomando el plato en manos, al momento en que sentiste el tan delicioso aroma de la carne comenzaste a comer como si no hubiese un mañana mientras tratabas de no atragantarte con la comida.
Después de un momento, aun bajo la atenta mirada de la rubia habías dejado el plato ya vacío y tomado el vaso con agua de un solo sorbo.
-¿Como te llamas?- quería sacarte información y lo sabias muy bien y aunque quisieras quedarte callada algo en ella te decía que podías confiar, no eran peligrosos y lo sabias, si lo fueran nisiquiera estarías con vida en aquellos instantes.
-____________(T/N)_____________(T/A)- tu tono de voz era bajo, aun no estabas del todo acostumbrada a que te trataron con tanta amabilidad después de tanto tiempo.
-Bien _________, ¿quieres salir?- le viste un tanto confusa, ¿por que te permitiría salir?¿no se suponía eras una prisionera? Como respuesta simplemente alzaste tus hombros mientras mirabas a tu costado. Tu acompañante se levanto y volteo a verte indicándote que le siguieras y sin mas remedio lo hiciste. Caminaron un par de metros hasta llegar a lo que parecía ser un comedor lleno de gente, había niños corriendo por ahí, y ancianos conversando, como si nada del exterior importase. Tu vista recorrió el lugar mientras que sentías la mirada de la mayoría de la gente sobre ti, pero una capto tu atención, era el mismo hombre de lindos ojos que te había interrogado hace algunas horas que se acercaba a ti con paso firme y rostro inexpresivo.
-Veo que ya conociste a Beth- como respuesta volteaste a ver a la rubia, que se había alejado y ahora conversaba alegremente con una chica de cabello castaño y un chico de ojos rasgados, al parecer eran novios. -acompañame-
Salieron de aquel comedor y caminaron hacia lo que parecían unos sembradios donde se encontraba un hombre de avanzada edad con prótesis en lugar de pierna. Este al verlos les dio una sonrisa y levanto su mano hacia ti.
-Soy Hershell, un gusto, me alegra ver que estés bien- dudosa tomaste su mano y le diste un asentimiento con la cabeza para después volver a tu posición original -Bueno, los dejo solos- y sin mas se fue.
-No nos hemos presentado- volteaste a verle -Rick Grimes- levanto su mano en busca de la tuya, la cual le diste y estrechaste con la de el.
-___________(T/n)____________(T/A)-
-Bien _________, necesito que respondas algunas cosas, creo que en nuestra "platica" mencionaste un nombre- Al escuchar aquello tu cuerpo se tenso, no querías hablar de aquello, sin embargo su mirada te decía que nos e iría hasta obtener lo que quisiera.
-E-es una historia larga...- pronunciaste incomoda, bajando la mirada
-Tenemos tiempo- al voltear a verlo viste que una sonrisa se mostraba entre sus labios, y sus ojos demostraban comprensión, soltaste un suspiro y te sentaste en el pasto, y el se acomodo a tu lado, dispuesto a escucharte. Sin duda seria algo largo.

Buano, como bien dije, las actualizaciones serán muuuuy lentas debido a que mi cerebro de maní se le ocurren las cosas después de quien sabe cuanto >:v
Pero ya que, espero que les guste ^u^ la verdad no se si quedo bien, pero a mi me gusto como quedo.
Hasta la otra ;v

Hasta la otra ;v

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● THE WALKING DEAD: ONE SHOTS ●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora