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Tan quieta
La veo dormida y su palidez me turba despierta es como una estrella
Pero cuando duerme lo hace tan bella
Tan delicada su piel
Tan firmes mis deseos

Siento que si la toco, moriria.
No se bien si yo. Como un tonto...
O ella como una flor
Pero al verla allí nuevamente, tendida
Mis instintos captan su aroma
Y mi mente divaga en el que será.
El mañana, el después

Tan hermosa, tan bella
Es como una niña
Y cuando ríe entre sueños
No puedo dejar de verla perfecta

Tal cual, la palabra, se queda pequeña como una botella
Lanzada al mar
Se mecen mis pies mientras pienso en ella
Y Se deslizan mis manos hacia aquella belleza.

No lo puedo controlar
No la puedo definir
Mi corazón se agita y recuerdo que aún sigue allí.
Aunque ya sea de ella.
Sus ojos lentamente se abren
Y al fin
Por fin
Encuentro descanso al saber
Que ella también me observa.



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