Capítulo 23: La arroz de Valeria

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Cuando salí de casa estaba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta a donde iba.

"Mi madre estará preocupada" pensé imaginando el discurso largo que tendría al volver a casa.

No paso mucho tiempo cuando llegue a un puente y sentí el impulso de detenerme a ver mas allá de aquel puente. Cuando estuve lo suficientemente cerca sentí el frío golpear mis mejillas con rudeza, miré por debajo del puente y quede mucho tiempo allí que no me di cuenta aquel grito de mi nombre que me ponía los pelos de punta, si amigos, mi madre. Venia hacia mi con enojo y rapidez, cosa que me causo más miedo.

-Vamos a la casa, tenemos mucho de que hablar- si, estoy muerta.

Estuve tan sumida en mis pensamientos que de un momento a otro vi mi casa acercarse cada vez mas y sentía que con tanta adrenalina me iba a morir.

-Edward, ¿tienes algo que decir al respecto?- espetó mi madre.

-Ella no tuvo la culpa... Nosotros robamos las alitas mientras ella estaba en el baño-

-Y tu Lorent, ¿tienes algo que decir al respecto?-

Que los voy a matar- Eh... Yo... Creo que... No...

-Ah, ¿no? ¿Nada de nada? Ni porque casi me privo al no saber donde chingados te habías metido, no?

-eh... Por eso, me disculpo... Eso fue solo... Un impulso-

-ok, sus celulares están en la mesa y vayanse ya antes que me arrepienta-

[***]

-¡Lorent! Ya despiertate, vas a llegar tarde-

Escuché desde abajo la voz de mi madre y con mucha dificultad me levante bufando de la cama.
Me puse lo primero que encontré y baje a desayunar.

-¿porque siempre te demoras tanto? ¡Tengo que andar detrás fe ti para que te muevas mas rápido!-

Tragaba duro y rápido para terminas y salir de allí lo antes posible.

Se hizo una eternidad hasta que termine y salí literal huyendo de la casa. Iba sola ya que Edward y yo no nos dirigiamos la palabra (solo para cosas importantes) desde hace una semana, creo.

-buenos días alumnos, saquen su cuaderno...- creo que me dormí

Esas fueron las horas mas largas de mi vida ¡por fin el receso!
Corrí hacia la cafetería y compré una hamburguesa con gaseosa y me senté en una de las mesas disponibles delante de mi. Cuando de repente lo veo, creo que es la primera vez que veo a ese chico pero ¡joder que me llamó la atención! Estuve por casi 3 minutos viendo aquel muchacho que me había llamado TANTO la atención.

-cierra la boca estúpida- escuche una voz detrás de mi y luego risas.

-y si no ¿que?-

-pues te la cierro yo- era una de las chicas que se creen que están tan buenas y que ellas mismas se tragan.

-oye, no quiero tener problemas contigo, mejor da media vuelta y vez a molestar a alguien mas-

-"ay no quiero tener problemas"- dijo con una voz de estúpida- porque no me enfrentas y ya-

-porque no soy de las que busca llamar la atención peleando con otras niñas. Te equivocaste de chica-

-ay, tiene miedo-

-buen intento con tu psicología barata- dije y salí de allí, o eso creía.

Estos fueron los segundos mas dolorosos de mi vida. Solo sentí como me haló el cabello y un dolor punzante en mi nariz, luego todo se volvió oscuro.

Mi Hermano Mayor. #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora