2.

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Después de lo que para Draco parecieron horas, bajo a la sala de nuevo, esperando encontrar a Harry ahí, pero no le vio, maldijo en voz alta, la había cagado y embarrado. Harry nunca se había ido de casa, ni siquiera una ligera insinuación y el Slytherin se sintió mal por lo que había hecho pero no estaba dispuesto a doblegarse. Se sentó en un sillón largo, frente a la chimenea, esperando que su Gryffindor volviera, pero no fue así, se quedó dormido ahí sin molestarse en subir a la habitación, no tenía caso, dormiría solo... así que se embriago en pensamientos como 'Maldito Gryffindor sentimental' 'Debe volver' 'no tardará en llegar' y se quedó dormido.

Despertó a la mañana siguiente, mirando alrededor y de nuevo, ninguna señal de Harry, frustrado metió la cabeza dentro la chimenea, por idiota tendría que pedir consejo a la cerebrito de Granger... no es que no le agradara sino no le gustaba pedir ayuda. Sin embargo en aquella situación... la chica le seria de mucha ayuda, era la mejor amiga de Potter.

La persona que bajo al escuchar el llamado de Draco en la chimenea de Hermione le miro con enojo.

– ¿Por qué molestas tan temprano, Malfoy? –pregunto Fred con las cejas fruncidas. Iba en un short y una playera sin mangas.

-No te importa -respondió Draco agresivamente. Su relación con los pelirrojos era de contantes discusiones, aunque nada grave. No paso por alto que Fred no vivía con Hermione y una sonrisa se figuró en su rostro al verlo despeinado y con pinta de que recién despertaba-. Así que al fin la hiciste tuya, ¿eh, Weasley?

– No te importa –replico el pelirrojo imitando a la perfección el tono de Draco, aunque sonreía, el rubio ensancho su sonrisa burlona-. ¿Qué es lo que quieres?

– Si estoy en la chimenea de tu mujer, ¿tú que crees que quiero, pecoso? ¿Azar malvaviscos? –Pregunto rodando los ojos-. Háblale, dile que quiero hablar con ella.

Fred soltó una risa por el comportamiento de Draco y subió a la recamara de Hermione, la castaña bajo unos minutos después, con una bata sobre la pijama. Draco miro su cara sorprendía y le dio una débil sonrisa torcida.

– ¿Qué sucedió? –pregunto Hermione preocupada-. ¿Harry está bien?

– Sí, eso creo –respondió Draco-. Quiero hablar contigo, él y yo... discutimos anoche –Hermione suspiro pero no dijo nada-. Me aceptas en tu casa en unos minutos más.

– Si claro –le sonrió Hermione comprensiva.

Draco se apareció en casa de Hermione media hora después, la castaña preparo café y saco unas galletas. Fred insistió en quedarse, pero la mirada furibunda del rubio le indico que no quería hablar de su problema con nadie más. En otro momento el pelirrojo se hubiera quedado solo por molestar, pero no lo hizo, se fue y dejo a su novia con el Slytherin, mas a fuerzas que de ganas. Draco miro a Hermione, suspiro y le conto la discusión que había tenido con Harry, Hermione no le interrumpió mientras él hablaba y cuando termino de relatar su historia, la chica suspiro y miro al ojigris como si fuera un niño que se portó mal, pero al cual no quiere castigar.

– Ay Draco, es que hiciste muy mal.

– Si ya lo sé, muchas gracias –gruño el mordiendo una galleta y mirando hacia abajo.

-Harry está cansado de ti –le dijo Hermione.

Draco alzo la vista y la miro ¿Cansado de él? ¿A qué se refería con eso? ¿Ya no le amaba? ¿Por eso se había ido? ¿Buscaba solo la menor oportunidad para alejarse de él? Sacudió la cabeza, estaba siendo demasiado negativo, un Malfoy no se caracterizaba por eso. Hermione se dio cuenta de los pensamientos del rubio al ver su mirada herida.

– No es lo que estás pensando –se apresuró a decir-. Harry está cansado de tener que pedirte perdón tantas veces por cosas que él no tiene la culpa. Él te ama, pero tú eres muy orgulloso y no sabes aceptar tus errores. Ponerte celoso de Ron es la cosa más estúpida que has hecho –le recrimino con dureza, mirándolo a los ojos, el joven no aparto la mirada-. Sabes que ellos son los mejores amigos, y sabes que Ron esta con Demelza y que nunca miraría a Harry de otro modo.

– Ya lo sé –dijo Draco.

– ¿Entonces?

– Yo...

Hermione alzo las cejas al ver que Draco no continuaba, pero el no dijo nada, no quería admitir que se había equivocado, no. Draco Malfoy nunca admitía que estaba mal. Bastante trabajo le había costado ir con Hermione a decirle lo que había pasado.

– si no dejas tu orgullo a un lado, vas a perderlo –sentencio Hermione.

– ¿Weasley y tú nunca discuten? –pregunto de pronto, la joven sonrió.

– Claro que sí, pero es parte del proceso, nunca lo hacemos gravemente, por supuesto, ni él ni yo somos lo suficientemente orgullosos para no admitir que nos equivocamos.

– Entonces...

– Si es el quien se equivoca lo acepta y da el primer paso, si soy yo, lo hago igual, a veces simplemente no nos fijamos en quien se equivocó sino que hablamos, ya sea él o yo quien haya actuado mal, no se trata de quien es más débil o el más fuerte. Por el simple hecho de que nos amamos no podemos dejar que algo tonto como el orgullo –hizo énfasis en la palabra 'orgullo', ganándose un bufido por parte de Draco- nos venza y termine con nuestra relación.

Draco no dijo nada, permaneció en silencio, pensando en lo que Granger le había dicho. El ratón de biblioteca tenía razón, ¡maldita sea! Tenía que disculparse con Harry, pero no sabía cómo. Nunca se había disculpado por nada con nadie. Draco Malfoy no pedía perdón nunca. No era algo que se viera muy seguido en un Malfoy o en un Slytherin. Además, él no era muy expresivo, era bastante frio y no solía dar afecto con palabras, él lo hacía con hechos. Amaba a Harry y el azabache lo sabía, Draco se lo había demostrado... sus malditos celos simplemente eran un miedo que no quería aceptar, el miedo a perder al ojiverde alguna vez.

– Debo ir a trabajar –dijo levantándose y Hermione suspiro-. Pensare en lo que me dijiste, lo prometo –se dirigió a la puerta principal, la chica lo siguió-. Ah y... Gracias.

– Todo se arreglara –le animo ella, Draco le dirigió una sincera sonrisa de agradecimiento y se fue.

La plática con Granger le había dado un efecto positivo, pensó Draco, si es que eso se podía considerar como 'positivo' pues se sentía pésimo consigo mismo, reconocer que estaba mal nunca había sido su fuerte, estaba acostumbrado a tener la razón en todo y que las personas le pidieran perdón a él. Pero Draco quería salvar su relación con Harry, nunca habían tenido una relación fácil, antes de ser pareja tenían problemas, como en Hogwarts, que no podían estar en el mismo lugar sin apuntarse con las varitas, superaron eso, se aceptaron y reconocieron que estaban enamorados.

Llego al Gringotts y se propuso a ir en busca de Harry al salir de trabajar, le haría caso a Hermione y dejaría el orgullo para salvar su relación. Al pensar nuevamente en Harry se sintió vacío 'estúpido Potter' se había vuelto ya parte de su vida y estar apartados le causaba mal humor. Se preguntó cómo se encontraría él Gryffindor, ¿A dónde se había ido? ¿Estará pensando en él?

El perdedor // DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora