¿Solo eso?

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   Se separó de mí, dejándome así en las puertas del paraíso. Mi corazón iba a mil por hora y me ardía la cara como si las brasas estuvieran alojadas en mis mejillas.
- Vaya, ha sido el beso con más cariño que he recibido de mi army.
-reí y me hice a la idea de contarle lo de Annie, hasta que me alejó de mis pensamientos una frase que me rompió por dentro, era como si mi corazón se hubiese quebrado. Era Jack diciendo "Venga, hazte una foto conmigo, tengo un sitio precioso para ti en mi álbum" y el flash de la cámara se disparó-.
-miró la foto- No tienes muy buena cara... -me miró y se quedó en silencio-.
- ¿Ya formo parte de tu colección? ¿Solo era eso lo que querías desde el principio? -dije perdido-
- Técnicamente tenemos que acostarnos para que pueda poner la foto en el álbum... eh...
- Matt. Me llamo Matthew, aunque seguramente ya ni sepas mi nombre. -sonreí- que estúpido he sido... -mastiqué en un susurro-. Buenas noches, Jack. Ya nos veremos mañana. Ahora date una ducha fría y ya me contarás. -me levanté y me fui a la habitación de invitados. Acababa de sentir más mariposas que en toda mi vida con ese beso, como si estuviese en una montaña rusa. Pero ahora esas mariposas eran orugas hambrientas que me mordían las entrañas y la montaña rusa se había descarrilado en un accidente fatídico-
   Ya en la habitación me puse a pensar más que cuando estaba en bachillerato, no podía creer que se hubiese olvidado de mi nombre después de haberlo susurrado entre gemidos una noche en la que me quedé a dormir, aún recuerdo lo sobresaltado que me desperté para encontrarle en el pasillo frente a mi puerta riendo como si no hubiese un mañana. Ni siquiera tuvo gracia. Y sin embargo aquí estoy, dedicándole una vez más mis pensamientos, como si fuera el amo y señor de ellos, como si los hubiese creado él. Me asomé a la ventana y vi un pequeño fuego en la casa de al lado, mi casa. Annie había encendido la chimenea, seguramente estará quemando mis cosas. Suspiré, miré hacia la ventana y se podía ver claramente como sacaba una bolsa de basura y algo sobresalía de ella.

- Esa era mi figura favorita.

- ¡Matt! -llegó corriendo hasta la habitación- Oye, que sí me acuerdo de tu nombre, ¡pero eso es más importate, Matt! -dijo señalando la ventana en la que tenía mi brazo derecho apoyado-

- Tranquilo, no es un incendio, solo es Annie pasándoselo bien antes del viaje. "Sí, ese inexistente" -pensé-

¡¿Yo, enamorado de él?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora