Normalmente una chica es femenina, sensible, delicada, con las hormonas a millón, supongo que no es mi caso, el hospital donde nací asegura que soy una chica, sin embargo no lo veo del todo cierto, soy testaruda, ruda, no tengo nada de tacto y un camionero a mi lado es una niña de siete años aprendiendo a manejar bici, no me llaman del todo los hombres, solo tengo ojos para los que usan casco y hombreras mientras se golpean unos con otros, se jugar futbol americano desde que tengo conciencia y no, nunca usaría un vestido en mi vida. Mi nombre es Katherine Coleman y yo soy la protagonista de esta historia.
- Kate, te dije que recogieras tu ropa-me regaño mama mientras recogía por quinta vez en el día ¨la montaña de ropa¨ que había en mi cuarto.
- Mamá...-solté cansada, eran a penas las 9:30 am y mi hermosa, hermosa, hermosa madre cumplía con el deber de molestar mis horas de sueño.
- Katherine si no te levantas ahora mismo de esa cama....-hizo una pausa pensándoselo, mi madre ha utilizado la misma táctica de siempre, ¨lo haces o...¨- o público en Facebook la foto de cuanto tenías ocho mientras abrazas a barney.....disfrazada de hada–agrego con un tono macabro.
No...no se atrevería, no te alarmes Kate
- No eres capaz –saco la cabeza de mi escondite y la miro desafiante.
- Pruébame...-Nos miramos por unos diez minutos seguidos, el silencio era tal que podría escuchar un alfiler caer en la planta baja.
Ok, quizás sea capaz.
- Bueno, bueno –levante las manos rindiéndome, mi madre es una experta cuando se trata de exponer mis ¨adorables fotos¨ de la infancia y siempre me amenazaba con ellas
- Así me gusta, ahora apúrate que quiero que saludes a los vecinos
- ¿Qué? Porque....-alerta, alerta mirada de advertencia, mirada de advertencia, ¡Ha sacado el álbum de fotos!- ok, ok iré, deberías dejar de amenazarme con el álbum de fotos mama- me queje saliendo de la cómoda cama y comenzando a levantar la ropa
- No, si no ¿Cómo te obligaría a hacer lo que no quiero? –hace una pose dramática obviamente fingida y luego sonríe- ya anda, levanta esto y ve, yo iré a trabajar adiós –se despide depositando un beso en mi cabello- nada de traer chicos –ríe un poco, oh querida madre, como adoras molestarme.
- Sí, claro –digo sarcástica mientras frunzo el ceño- que te vaya bien mama
- Adioooos –canturreo mientras se iba.
Luego de un par de minutos de tirar la ropa dentro del closet recuerdo que tengo que saludar a los vecinos, la parte interesante de todo esto es que no se sabe con qué podría encontrarme, no me preocupo mucho si me encuentro con un asesino en serie o algo por el estilo, confió en que lo derribaría de un golpe, oh cielos.....debería dejar de ver Csi
- ¿Amm Hola? –llevaba ocho minutos esperando fuera de la casa de al lado- bueeeno, lo intente –me encogí de hombros y comencé a irme pero tan pronto me gire para irme abrieron la puerta.
- Ah, oye perdona estaba ocupado haciendo unas cosas –escucho una voz detrás de mí y me volteo encontrándome con un chico despeinado y sin camisa apoyado en el marco de la puerta- Perdona que querías? –pregunto cortésmente.
- Ah, pues mi madre me obligo a saludar a los vecinos –extiendo la mano con simpleza- Kate
- Ya veo –da una sonrisa de lado y toma mi mano depositando un beso en ella- mi nombre es Mark –agrando su sonrisa guiñándome un ojo- para servirte –oh no, genial otro con problemas hormonales.
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Mi mejor Touchdown - Un nuevo partido © (EDITANDO)
HumorKatherine Coleman es una chica muy peculiar,es muy poco femenina y tiene un gusto enorme por el Fútbol americano, gracias al divorcio de sus padres y al repentino problema económico que pasan su madre, kyle (su hermano) y ella;Decide viajar junto c...