EN TUS OJOS - Ambar Smith

Capítulo 03: No Te Quiere Como Tú La Quieres

La puerta trasera de la cocina de la mansión se abrió lentamente mientras un cuerpo se acercaba a la familia Valente.

-Disculpa por interrumpir, ¿¡Que tal!? – hablo Simón entrando con lentitud a la cocina.

- Hola Simón, ¿Qué haces por aquí? – Dijo cordialmente Mónica - ¿Quieres algo de comida? –

- Sí, ven siéntate con nosotros – hablo Miguel.

- Oye pero... ¿qué haces por aquí?- dijo Luna.

-No, gracias por la invitación – dijo Simón entrando al lugar con mucha más confianza – Vine para...

-...para ¿visitarnos? – Dijo Luna sonriendo.

- Si...y no, bueno yo vine porque Ámbar me llamo. Quedamos... - pronuncio el chico mientras la sonrisa de su novia se desvanecía poco a poco llegando a un gesto central.

- ¿A Ámbar? ¿Por qué querría que vinieras? – pregunto Luna.

- Porque necesito que me ayude en algunas cosas – entro Ámbar – no quiero perder más tiempo Simón, ¿vienes? – dijo Ámbar, salió del lugar y empezó a subir el caracol de escaleras blancas mientras detrás estaba un sumiso Simón. Cruzaron un pasadizo muy largo, limpio y elegante hasta llegar a una puerta muy blanca con un cerrojo dorado, la chica abrió el cuarto y la cerró en frente de Simón.

El pelinegro no entendió la idea pero al instante la puerta se abrió – ¿No habrás pensado en que íbamos estar en mi cuarto? Sígueme, hay una sala de estar cerca –

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Mensajes de texto:

Luna: Necesito conversar contigo.

Nina: Aquí estoy... ¿Qué pasó?

Luna: algo raro está pasando Nina, Ámbar invito a Simón a la mansión.

Nina: ¿Ambar? ¿La Ambar que conocemos?

Luna: Sí Nina.

Nina: Pero no te preocupes, supongo que Simón te lo va a contar todo después.

Luna: si, bueno eso creo.

Nina: Mi computadora Luna, lo perdí.

Luna: como que lo perdiste o qué?

Nina: no lo sé, recién reviso mi cartera para ver si Roller Track o Gastón me enviaron un mensaje pero ¡no está!

Luna: hay Nina, recuerda bien donde lo dejaste...Tu eres la que siempre se memoriza todo aquí.

Nina: Ya sé, lo deje en el Roller. Fue el último lugar en donde estuve.

Luna: Y sí alguien lo tomó y ya saben tu secreto?

Nina: Hay Luna, espero que no. Llamare a Tamara a ver si han encontrado algo.

Luna: hay Nina, tan despistada...

Nina: ¡Luna, esa eres tú! Creo que mucho juntarme contigo eso de lo de distraída se me está pegando...

Luna: jajajaja Yo también llamare a Nico y a Pedro, si me dicen algo te llamo...¿vale?

Nina: Esta bien, Adiós amiga.

Luna: Adiós Nina.

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Pensamiento de Ámbar:

-¿Sabes cuál es la cosa preferida que le gusta hacer?- me pregunto Simón mientras se acomodaba en la silla frente mía.

- Sí, patinar. – respondí.

- Hmm... ¿Tienen algo en común?- volvió a preguntar.

- Patinar – volví a responder.

- ¡Ajá! No tienen otras cosas en común – dijo mientras sonreía.

- Simón, tenemos varias cosas en común como bailar, cantar, patinar, y muchas más – fue en ese momento donde mi mirada se dirigió al vacío, no se me ocurría otra cosa.

- Entre Luna y yo tenemos varias cosas en común, tanto así que somos...- lo interrumpí.

- ¿Hermanos?-

- No, iba a decir novios y mejores amigos –

- Nunca escuchaste esta frase tan popular y conocida, Los polos opuestos se atraen – dije mientras me acomodaba el cabello.

- ¿eso que tiene que ver? Yo vine acá a darte consejos de como "conquistar" a Matteo – dijo Simón.

- Porque esa frase se asemeja mucho a nuestras vidas – el rostro del chico cambio.

- ¿A nuestras vidas? No entiendo bien lo que tratas de decir...-

- No me refiero específicamente en los dos como si fuéramos pareja, si no me refiero a Luna y Matteo. Sabes lo que pasa entre ellos – ya sabía a donde iba esto. Se levantó para retirase pero fui delante de él – Sabes que entre ellos pasa algo y me da mucha pena que no quieras ver la realidad, eres tan inocente y lindo... – no puedo creer que eso estaba saliendo de mi boca - ...que no puedo creer que sigas siendo novio de Luna.

- Ámbar, ella no tiene onda con Matteo ¿ok? – Me dijo Simón y yo me acercaba un poco más a él – Luna y yo estamos juntos y nos queremos –

- Ella no te quiere como tú la quieres, lástima que desperdicies tú tiempo con ella...- Lo miraba fijamente y me esquivo, salió del cuarto hacia la salida de la mansión.

Caminé hacia el lugar en donde estaba sentado Simón y miré a la puerta.

Nunca me puse a pensar en esto de que si teníamos algo en común más que patinar, por más que no me gustaría admitir, en esto si tenía razón. No sabía nada más en él, bueno tampoco digamos que me importara.

¿Y a mí que me pasa? ¿Por qué ponerme a reflexionar sobre esto? Los mejores siempre deben estar juntos, pese a lo que pase.

Jamás estaría con un perdedor, como Simón por ejemplo. Aunque todo puede pasar.