Toda niña siempre tiene una muñeca, juega con ser madre, llevarla al doctor cuando su muñeca se enferma; inclusive incluye a algún niño que tome el rol como padre. Pero el problema radica justamente cuando ese juego de niño se siente doloroso en la vida real.
Conocí a la que ahora es mi esposa hace siete años. La amaba y amo con toda mi vida. Nuestro noviazgo corrió de lo más normal durando cuatro años. La espere hasta el último momento, y estuve con ella una vez que se convirtió en mi esposa. Era la mujer perfecta, y aún lo sigue siendo. La amo por sobre todas las cosas. El primer año de casados fue difícil; jamás les creí a mía amigos y menos pensé en sentarme a oír sus consejos. Pero el amor entre nosotros era tan grande que logramos superar cualquier obstáculo que venía como intruso a querer estropear nuestra felicidad; logrando llegar a los tres años de casados que hoy cumplimos.
No me arrepiento, jamás me arrepentiré de haberla convertido en mi esposa y muy pronto en la madre de mi hijo o hija; aun no lo sabemos. La felicidad fue grande cuando nos dimos cuenta de la fabulosa noticia; ya que llevábamos un año intentándolo y los resultados siempre eran negativos. Pero ahora sentía que la vida nos había dado una oportunidad. La oportunidad de convertirnos en padres. Me volví loco. No sabia si reír o llorar. i Seria padre por primera vez!.
Clarisa tenia un mes de embarazo, se inmediato fuimos al médico. iEste embarazo no lo perderíamos por nada del mundo! El doctor dijo que tenia que estar en constante revisión, por cualquier problema que surgiera.
iESTABAMOS FELICES!- Santiago, te amo y ya amo a nuestro bebe.
- yo te amo mas amor. Las a no a las dos. Aunque no sabemos que eres bebe- dije tocando el pequeño vientre aun no hinchado del amor de mi vida.
Los meses pasaron volando y cuando nos dimos cuenta estábamos en el ultimo mes del embarazo. Gracias al cielo la bebé fue fuerte y aguanto hasta el ultimo momento. Las amaba, ya sabíamos que seriamos padres de una adorable niña. Ahora estábamos en el hospital porque mi esposa tenia punto de aborto, pero los doctores decían que nuestra nena nacería fuerte.
- estuve pensando en un nombre santi- me dijo mi esposa, ya que lo habíamos decidido dejar para después.
- así amor, y que pensaste? - dije dándole un beso en la frente y colocándome a su lado abrazándola. iAmaba su enorme panza! Y pronto de ella saldría mi tesoro mas preciado. iMI HIJA!
- no lo se- dijo acomodándose en mi hombro- he pensado en Milagro. Me encanta ya que es un milagro de Dios
-Mmm y que te parece Ángel - dije obviando lo del "milagro de Dios" - sera nuestra pequeña ángel.
No lo entendía. Si decían que Dios era bueno y bondadoso. Porque nos hizo sufrir por años? Si al final de cuentas nos dio una bebé. Porque la insistencia en que esperáramos tanto? Me había empeñado en apartarme de las cosas celestiales e intentaría hacerlo con mi esposa ya que ella visitaba una iglesia... Pero lo que aun no sabia era lo que Dios tenia preparado para mi vida.
Cuando comenzaba a salir con mi esposa; ella me insistió en ir a la iglesia, yo estaba enamorado se ella y pronto estaba enredado en ese tipo de asuntos. Al inicio lo hice por ella; pero luego me fui intetesando y comencé a conocer mas a Dios. Y comprendí que no bastaba solo con "creer en la existencia de Dios" . años después fue que me casé con mi esposa, por la iglesia; como se debe. Puse en las manos de Dios nuestro matrimonio, y como escribí antes; superamos todo obstáculo. Amaba a Dios; pero me era difícil ya que también amo a mi esposa y mucho... Sabia que debia amar a Dios por sobre todas las cosas... Pero, cuando pensaba en ello e intentaba hacerlo, aparecía mi esposa. Luego el siguiente problema tocó mi fe. Mi madre se fue de mi lado; situación que me dejó devastado y para empeorar las cosas; anhelabamos ser padres. Años intentándolo y fue ahí donde empecé a dudar. Indiscutiblemente me aleje de la iglesia o mejor dicho de Dios por un largo tiempo. Que ahors viéndolo de esta línea de tiempo, comprendo que actúe como un verdadero necio e indiferente ante la perfecta voluntad de Dios.
No comprendo como Dios nos habla... Pensé que era de una forma agradable y amistosa, pero a mí me había hablado a travez del dolor. Un dolor que no se compara con ningún otro. Dios me habló a través de la enfermedad de mi pequeña ángel. Luego que mi esposa quedo embarazada y tuvo a la bebé, comprendía... Mi corazón se endurecía aún mas. Porqué se empeñó tanto en hacernos sufrir esperando para la llegada se nuestro ángel; para que luego... Luego hiciera lo que hizo con nuestras vidas. Pero es solo ahora; solo ahora que pasó todo que entiendo y veo con tanta claridad lo que Dios trataba de decirme.
Estaba en la sala de espera con la mamá de klariza, nerviosos porque el parto había durado mas de lo esperado. Rogaba al cielo que todo saliera bien.
- porque tardan tanto? - me dirigí a mi suegra ya desesperado.
- tranquilo hijo, este tipo de cosas suelen pasar. Además es su primera vez. Ay! Pobre de mi niña.
- tan horrible es?- pregunté ahora asustado.
- jamas lo entenderas Santiago. Pero lo que se pasa ahí dentro vale la pena cuando tienes a tu pequeño hijo en tus manos. Cuando lo ves tan fragil e indefenso.
- el parto ya terminó- se dirigió a nosotros una enfermera.
- y como esta? Como están?
- todo ha salido bien señor grey.
- puedo verlas?
- aún no, nosotros le informamos- se desapareció por el pasillo.
Estaba contento, por primera vez miraría el rostro de mi pequeña ángel; el que tanto anciaba ver cuando aun estaba dentro de mi esposa. Esperamos un par de minutos más y luego la enfermera nos dio el pase para poder verlas. Entramos ps señora Thomsom y yo y las vi. Ahí estaba mi ángel sobre el pecho de mi esposa; acurrucadita, dormidita, tan diminuta. Y por otro lado, mi esposa; se veía débil, pero la felicidad que la inundaba le salia por los poros haciendo insignificante esa debilidad.
- mi amor- dijo la señora Thomsom sobando su cabello. Klariza sonrió débilmente.
- hola amor!- dije depositando un sutil beso en sus labios. Pase mi mano con delicadeza sobre el pequeño brazo de mi hija. Mi ángel- es hermosa- dije con lágrimas en mis ojos.
- es nuestra bebé.
- es nuestro ángel... Quiero cargarla.
- dejame ayudarte- dijo mi suegra. La levantó con delicadeza y luego la depositó entre mis brazos. Y la sentí... Ahí estaba mi ángel, entre mis brazos. Su diminuto cuerpo me parecía chistoso y encantador. Creo que no puedo definir la palabra felicidad con más de una... Solo encontraba una y era perfecta y era musica para mis oidos "ÁNGEL" . Su nariz era tan pequeña y perfecta, sus ojos; aunque cerrados ya los veía de un color perfecto; plomo quizá, y sus manitas pequeñitas y cerradas daban el toque perfecto a mi pequeña ángel.
- es perfecta- le dije a mi mujer.
- dejame cargarla- dijo mi suegra, se la entrege y me dirigí a mi esposa. Me acomode muy cerca de ella colocando un beso en su cabello.
- como te sientes?- le pregunté dulcemente. Tanto amor. Jamas había pensado estar destilando tanto amor y la felicidad... ... Eso era único.
- como que me acaban de sacar un bebé- dijo chistosa y sonriendo débilmente. Yo Sonreí también. Ella siempre estaba se buen humor.
- fuiste fuerte cariño, y nuestra nena también.
- fue doloroso y cansado... Pero por mi hija pasaría por eso mil veces más.
- te amo amor- ella sonrió.
- yo te amo más Santiago.
- ahora compartiras mi amor. Creo que pasaste a segunda escala bromeé.
-con que sí- dijo ella- pues tú estas en tercer lugar.
- como que en tercer lugar?- dije medio abrazándola, ya que se me hacia un poco difícil por la posición.
- sí. Dios, mi hija y tú- inevitablemente rodé mis ojos... Me limité a sonreír para no hecha a perder el momento- que pasa?- me pregunto. Me conocía perfectamente.
- nada, solo que empezaré a estar celoso- dije para relajar la tención del ambiente. Tención que yo únicamente sentía.
Muy dentro de mi la palabra Dios me hacia sentir culpable, y no sé exactamente de qué, pero me sentía de esa forma; culpable e incómodo.
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"Mi Dulce Ángel. iTe ama Papá!"
SpiritualUna historia basada en la dedicatoria de un padre que ha sufrido la pérdida de su pequeño ángel...