Seguridad Tanka

Capítulo 1: El Señor Takinton

-Hola, disculpe ¿Podría decirme en donde queda el hotel "Luces"? Estoy perdida- le pregunté a un chico alto que caminaba por ahí.

Él se volteó para mirarme, sus ojos verdes dieron con los míos y se alborotó su cabello castaño.

-¿Eres extranjera?- preguntó y yo asentí -¿De donde vienes?- preguntó amable.

Yo pensé un rato si responderle o no -Vengo de Tanka- respondí después.

-¿Qué hacía una chica como tú en Tanka?- preguntó extrañado.

-Es una larga historia y en serio necesito llegar al hotel- le dije intentando sonar amable.

-¿Alguien te espera allá?- preguntó.

-Sí, ¿En donde queda?- pregunté seca. Me estaba cansando con sus preguntas.

-Supongo que esa es otra larga historia- dijo y yo afirmé con la cabeza -Queda a cuatro calles, sigue derecho y cruzas a la tercera calle hacia la izquierda, ahí verás el aviso- dijo con una sonrisa.

-Gracias- le dije alejándome.

-Espera- dijo y me detuve.

-¿Qué pasa?- pregunté.

-Soy Sherlock- se presentó tendiéndome su mano.

-¿Holmes?- pregunté con una risita aceptando su mano y él negó con una sonrisa.

-Mi madre es fanática de esos libros, me colocó ese nombre sólo por eso- contestó.

-¿En serio? No hay muchas personas que lo conozcan, son muy viejos esos libros- le dije sonriendo.

-Lo peor es que no he leído ninguno- respondió.

-¿No te gusta leer?- le pregunté.

-Leo un poco, pero no me gusta leer sobre una persona que tiene mi nombre y es más inteligente que yo- contestó y yo reí.

-Pero leyendo sus libros tal vez puedas aprender nuevas cosas- le dije acerdándome.

-Tal vez lo lea para aprender a coquetear- dijo acercándose más.

-Yo creo que eso ya lo haces bien- respondí coquetamente acercando mis labios a los suyos.

Pero antes de que estos se juntaran, reí divertida alejándome.

-¿Qué haces?- preguntó entre molesto y extrañado.

-Sabes coquetear muy bien, el problema es que yo no caigo tan fácil como las demás con las que has estado- dije despidiéndome con la mano y caminando en otra dirección.

-¿Y no me vas a decir tu nombre?- preguntó decepcionado.

-No creo que lo vayas a necesitar, no nos volveremos a ver- dije divertida alejándome por completo de él.

Fui por donde me dijo, caminé tres calles hacia el frente y crucé hacia la izquierda.
Me detuve y busqué con la mirada el aviso, hasta que lo encontré, un aviso elegante y extravagante con luces de todos los colores con el nombre "Luces". Muy diferente a lo que estoy acostumbrada.

Me acerqué a paso seguro para entrar en el hotel, abrí la puerta de vidrio y observé cada sillón rojo con dorado que estaba en la sala de espera.
Se notaba que los que venían aquí tenían mucho dinero, me acerqué a la secretaria que estaba en la silla de un escritorio de vidrio muy elegante.

Estaba hipnotizada, si esa es la palabra, con su A.E.C.E.S. Así que tuve que carraspear para que se fijara en mi.

-¿Vas a apartar habitación?- preguntó mirándome de arriba a abajo.