El Chico Del Muelle

Capítulo 04

-¿Así que todavía no sabes su nombre?- preguntó Valeria mientras entrabamos a la escuela

-No- dije a la vez que negaba con la cabeza- Me dijo que... preferiría que lo llamara Chico del muelle- Hice comillas con mis dedos

-Oww es tanto como una hermosa novela y...-

Me empecé a reír

-¿De que te ríes?- colocó ambas manos en su cintura

-De nada...- volví a reír- Jaja, lo siento, me da risa siempre tus ocurrencias-

Rodó los ojos- No es ninguna ocurrencia, aparte nunca ví que te rieras de esa forma...- alzó una de sus cejas- Aunque no te voy a juzgar me gusta que sonrías- Me abrazó

-Te quiero amiga- susurró en mi hombro

-Yo igual-

Sonó el timbre de ingreso a clases y en eso nos soltamos e ingresamos a nuestro salón.

Nos dirigimos hasta nuestros asientos, ella se sentó a mi lado, y empezamos a conversar, habrán pasado como unos cinco minutos y llegó el profesor de aritmética, todos dejaron de hablar, hubo silencio en el salón...

-Buenos días jóvenes...- saludó el profesor

La clase ya había empezado

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No sé como llegué a esto, tenía 2 puntos menos en examen por no prestar atención, y yo que siempre fui buena en aritmética, era como si en mi cabeza ya no le importaba lo demás.
Salí de mis pensamientos al sentir un codazo, que hizo que todos mis libros cayeran.

-¡Mira por donde vas!- dijo Jennifer que pasaba con sus amigas, ella siguió caminando

Yo recogí todas las hojas sueltas por el piso

-Te ayudo...- dijo Valeria ayudándome a recoger

-Gracias...-

Estos días han sido muy estresantes para mí, lidiar con los gritos de Miranda y Jennifer, aquel chico que ni siquiera sé su nombre, me tienen distraída realmente.

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Terminaron las clases, y salí rápido para que no vengan Jennifer y sus amigas, lo cual funcionó, no me encontré con ninguna de ellas.

Cuando llegué al muelle, esperé un buen rato, que pareciera que hubieran pasado solo segundos, ver el sol me distraía, igual que pensar.

-Si que eres más puntual que yo- dijo él, me asustó- ¿Recién llegas?

-Si...- afirmé

Se sentó a mi lado, y luego hubo silencio, mucho silencio que a veces incomodaba. Solo estábamos nosotros y el sol que poco a poco se iba.

-¿Te puedo hacer una pregunta?- preguntó con la mirada fija

-Ya la hiciste...- le dije, y me reí

-Ja, ja, que graciosa- dijo sarcástico

-Esta bien, dime...- dije entre pequeñas risas

- ...¿Por que te gusta venir aquí?- volteó a verme

Quedé mirando el sol, igual que el primer día...

-Me encanta venir, ha sido uno de mis lugares favoritos desde que era una niña, me gusta porque así me olvido de cosas que...

-Pero... ¿Porque quieres olvidar?

Me quedé callada- Es complicado...

-Lo comprendo... Solo que a mí no me gustaría olvidar, porque si olvidas- hizo una pausa que llamó mi atención- ¿Qué es lo que aprendes de la vida?... Siempre habrá momentos buenos y malos, tristes y felices, que...

-¡Tú no sabes como es mi vida!- desate aquel nudo que se encontraba en mi garganta, lo cual muy pronto me arrepentí- Lo siento...-

-No te preocupes, me lo merecía por meterme en problemas ajenos...- dijo agachando la cabeza

-Gracias por preocuparte... Pero no quiero hablar de eso ahora...- agaché la cabeza

-Perdón si te hice sentir mal...- dijo recostándose sobre sus manos, que lo hacían mirar hacia el cielo

-No... Más bien te prometo que algún día te diré lo que me pasa... Solo que no por ahora... Por favor compréndelo...

-Lo comprendo, creo que... mejor me voy, adios- dijo seguido se paró, agarró su mochila y empezó a caminar hacia su casa. Me sentí mal creo que lo había hecho sentir mal...

-A_adiós- le dije

Creo que era muy tarde para arreglar el error que había cometido.

-Johan- dijo a poca lejanía

-Disculpa...- me acerqué a él

-Me llamo... Johan- dijo acercándose a mí-

-Selenne- dije sonriendo al igual que él -Hasta luego Johan- le dije

-Hasta luego Selenne... Aunque, yo ya sabía tu nombre- dijo entre risas

-¿Qué? pero co- me acordé lo de la mañana, cuando Valeria, vino gritando mi nombre, cuando ella me llamó la atención por tardarme demasiado, aquel recuerdo me hizo reír- Voy a matar esa niña- dije riendo

-No... Déjala vivir, después de todo... Fue por ella que sé tu nombre- dijo entre risas

Rodé los ojos- Hasta luego

-Adios-

Aquel nombre sonaba, todo el día en mi cabeza, más al escucharlo de sus labios, aunque para mí todavía lo recordaba como el chico del muelle.

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Graciassss, por leer mi historia, no lo puedo creer el 4to capitulo contando el prologo
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( ˘ ³˘)♥