La habitación estaba oscura; un leve sonido de respiración, pausada y metódica, indicaba que alguien estaba en ella. Hermione Granger –estudiante de Medicina con especialidad en traumatología, universidad de Oxford, 23 años– dormía tranquilamente.
La puerta de entrada se abrió lentamente, sin ruido. La luz del sol escondiéndose proveniente del pasillo exterior, mostraba el interior de la habitación de aquel pequeño departamento de un ambiente. Una cocina con barra para comer, un living improvisado con un librero que ocultaba la habitación improvisada de Hermione. Una cortina separadora de ambiente hecha de conchas pequeñas de mar, era la "puerta" de la "habitación". Cerraron la entrada. Hermione seguía durmiendo tranquilamente sin percatarse de la intromisión, hasta que una mano grande y fría le tocó la cara, haciendo que se despertara de golpe. Vio enfrente de ella un rostro pálido, cuencas de ojos y boca negra como el carbón.
― ¡¡AAAAAHHHH!!― gritó la muchacha tomando lo primero que tenía a su lado.
Para la mala suerte del atacante, el teléfono antiguo de Hermione –de esos que se marcaba con disco– era lo que estaba a la mano y golpeó fuerte en la cabeza de aquel espectro, lanzando dicha cabeza muy lejos del su lugar.
La muchacha nuevamente gritó y prendió la luz de su mesa de noche. La cabeza seguía mirándola, pero se dio cuenta que era una máscara. Rápidamente revisó el cuerpo vestido de cuero negro que tenía a su lado. Unos cabellos platinados la hicieron entrar en cólera.
― ¡DRACO LUCIUS MALFOY! ―gritó Hermione tomando su almohada y golpeándolo repetidas veces, escuchando cómo el muchacho se quejaba― ¡casi me matas de un susto!
― Y tú de un TEC cerrado... Dios Hermione, eres una bestia― dijo el muchacho de voz grave levantándose con la mano en la cabeza y la cara con una mueca notoriamente adolorida.
Hermione se sentó en su cama y jaló a Draco para que la imitara. Se colocó de rodillas y comenzó a revisar la cabeza de su amigo.
Hacían años que se conocían, mejor dicho, hacían siglos que se conocían, pero no fue hasta que entraron al instituto que se hicieron amigos. Los padres de Draco se mudaron a la casa de al lado de Hermione cuando esta tenía 11 años, y a pesar de que se conocían desde primer año -desde los 6 años de edad- solo ese año, el primero del instituto, se hicieron los mejores amigos. Competían por las calificaciones, peleaban en los recreos y se arreglaban con un helado (generalmente era Draco el que le regalaba el helado a Hermione por causa de alguna estupidez hecha por el joven).
― ¿Por qué entraste así a mi departamento?― preguntó Hermione luego de revisarlo y comprobar que no tenía herida― ¿y por qué esa máscara?
― Primero porque tengo llaves― dijo mientras mostraba un llavero color rojo que decía "Minou" en él― y en segundo, ¿No recuerdas qué día es hoy?― dijo el platino observando por primera vez la camisola casi transparente de Hermione color verde agua.
― No... he estado estudiando para...
― Bla, bla, bla, habla con mi mano― dijo Draco desviando la mirada y colocando su palma enfrente― es el cumpleaños de Potter, bueno, la celebración, por si no lo recordabas... Zabini me dijo que quería ir, y necesitaba a sus "musas del vestuario" en una hora en casa de mis padres. Así que vine a llevarte― dijo Draco sonriendo ampliamente.
― Dios mío el cumpleaños de Harry― musitó la muchacha― pero Blaise ni conoce a Harry
― Es una fiesta de disfraces con chicos a los que puede follarse... es lógico que quiera ir.
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Friend Zone
HumorEnamorarse no es el problema... el problema es cuando lo haces de tu Best Friend Forever, quien te tiene en la más horrorosa de las Friend zones ¡Pobre Draco!