Hermione ordenaba las cajas de su departamento. Era ya medio día cuando el sonido característico del teléfono de casa de Hermione irrumpió el silencio del lugar. Lo contestó apresurada; no quería perder mucho tiempo.
— ¿Hola?
— Hola preciosa, ¿por qué no tienes el celular encendido? Me tenías preocupado— dijo Draco desde la otra línea
— Se me descargó, lo siento— dijo sonriendo como tonta. Habían pasado solo tres días desde que estaban oficialmente juntos—. ¿Cómo te fue con el doctor Riddle?
— Pues... digamos que bien... voy llegando a casa. ¿terminaste de empacar?
— Solo me queda el teléfono— dijo riendo— apúrate y comemos juntos.
— O nos comemos juntos— dijo pícaro
— ¡Draco!
— No te hagas que también te gusta. Voy en camino, te amo.
— Te amo.
Y cortó la comunicación. Era tan extraño estar así. Luego de que toda la universidad dejara los vitoreo, Hermione y Draco dedicaron el resto de la mañana a darse amor mutuo, hasta que fueron a almorzar con los Malfoy. Ahora, pasados tres días, ella ordenaba sus cosas. 10 cajas de cartón bastaron para guardar su vida universitaria y así volver, nuevamente, a casa de los Malfoy o de los Snape... aunque con Draco de novio, sería muy probable que los Malfoy no la dejaran ir de su hogar.
La puerta se abrió y Draco apareció tras ella llevando una bolsa blanca con envases de polietileno en su interior.
— <<Tlaje>> comida china, bella <<señolita>>— dijo Draco hablando raro y achinando el ojo izquierdo, que era el que tenía la mano libre. Hermione rió y le quitó las bolsas dejándolo en la barrita de la cocina para luego besarlo.
— Qué rico— dijo mientras lo besaba
— ¿La comida o yo?—preguntó ceñudo
— Tú, la comida... tu olor... todo— susurró para volverlo a besar.
— Mmm está bien— dijo conforme el platino haciéndola reír
— ¿Qué te dijo el doctor Riddle?
— Pues...
Draco había ido el día viernes a visitar al doctor Riddle. El Bastardo no aparecía y tampoco hablaba. El platino se sentía muy preocupado por el bienestar del Bastardo y decidió ir a ver al psiquiatra más renombrado de Inglaterra, y aprovechar de sonsacarle información de dónde los enviarían a práctica.
— Mmm... ¿te acuerdas de la película "Irene, yo y mi otro yo"?—Hermione asintió— pues, el Bastardo era como Hank.
— Oh Dios mío— dijo Hermione tapándose la boca
— Pero nunca lo deje salir... El doctor Riddle dice que eso se llama "trastorno de doble personalidad" y que como mi personalidad era fuerte, a veces más fuerte que la de él, pude controlarlo todos estos años...— Draco suspiró al último, haciendo que Hermione lo abrazara
— Lo extrañas, ¿verdad?
— Sí... era mi amigo, confidente, ¡y más encima me ayudaba a estudiar!
— ¿Por qué se habrá ido?— se preguntó la castaña
— Según el doctor... fue por ti— Hermione lo miró confundida— mira: el Bastardo apareció cuando tenía 6 años, en el mismo momento que te conocí. Estuvimos enamorados de ti por mucho tiempo y era su mayor deseo estar contigo... cuando al fin, tú y yo hicimos el amor, él se fue...— volvió a suspirar y a abrazar a Hermione
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Friend Zone
HumorEnamorarse no es el problema... el problema es cuando lo haces de tu Best Friend Forever, quien te tiene en la más horrorosa de las Friend zones ¡Pobre Draco!