Cap. 8

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Nos dirigimos a mi casa, la cual quedaba a unos 2 bloques de la pizzería, en donde supuestamente íbamos a pasar el rato. Sí, supuestamente. En el camino, íbamos hablando de algo, pero no estoy seguro de qué, ya que mi boca se movía prácticamente sola. -"Aquí es"-, dije, señalando una gran casa de dos pisos con pintura gris. –"¡Woah! ¿Es en serio? Es muy bonita."-, dijo ella, expresando un sentimiento de sorpresa con su cara, a lo que respondí con un: "-Sí, *risa nerviosa*, ¿por qué no mejor entramos?"-, y así lo hicimos.

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