Cap. 10

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La noche empezó con ese simple e idiota juego para niños, y terminó con el sexo más apasionado y salvaje que puedas imaginar. Aún recuerdo cuando lo estábamos haciendo y me decía, que lo haga más, y más fuerte. Ella sin dudas ya había tenido experiencia en esto, mientras que yo, yo era un simple amateur. Mi líquido saliendo de mí para entrar en ella, y sus fluidos corriendo por toda la sábana, fue raro, aunque me gustó bastante. Al terminar nuestro acto, nos fuimos a dormir, con nada más que un simple beso en la mejilla y un "adiós, que tengas buenas noches".


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