II

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Willy se nota exasperado, y manda a todos a colaborar recogiendo los materiales. Un lamento y desacuerdo general se escucha por parte de todos. Willy se molesta y les dice:

-No los puedo dejar solos porque se me parten el brazo como Samuel, así que me hacen el favor de recoger los materiales y, en ese orden de ideas, los llevaré al salón, que voy a ir a observar personalmente el estado de Samuel. - Camilo no se opuso y se dirigió al salón detrás de un grupo de niñas que no dejaban de cuestionarse el porqué del accidente de Samuel, que aunque no le afectaba a él en lo más personal, se sentía -de algún modo- culpable, por desearle el mal a una persona.

Al llegar todos al aula de clase, Willy les dice: -No se me vayan a volver locos por favor, en un momento vuelvo- Casi nadie se inmuta ante el comentario y Willy sale del salón. Camilo, algo aturdido por sus pensamientos, decide ponerse a escuchar música electrónica en su iPhone. Pasan una, dos, tres , ..., diez, once canciones y llega la profesora Luz Eidy y pide organización. Extrañada, pregunta por el profesor Willy y el por qué no los estaba acompañando, una chica un poco más alta que él le responde: -Salió hace un buen rato y dijo que no se iba a demorar, pero nada que ha llegado-, al parecer, no le contó acerca del incidente de Samuel, y nadie planeaba contárselo, así que Camilo se dirige al escritorio de la docente y se pronunció diciendo: -Profesora, Samuel se partió un brazo y fue a enfermería, el profe Willy fue a verlo, pero no ha regresado-.

Camilo siente cómo todas las miradas se posan sobre él. Luz Eidy, incrédula, pregunta -¿Es verdad Karen?- la misma chica que había hablado antes le responde -Sí, profesora-.

-¡¿Entonces por qué nadie me dijo antes?!- grita alterada la profesora mientras se dirige a los estudiantes. Camilo reprime una sonrisa, -parece una niña pequeña enfadada- piensa burlándose sobre la actitud y la estatura de la profesora. Luz Eidy, dirigiéndose a la puerta, dice: -Ya vuelvo, voy a ver cuál es la situación con Samuel-.

-¡ALTO!- gritan dos chicas desde la parte de atrás del salón, y todos trasladan automáticamente su atención a ellas, -No querrá salir aún- exclaman al unísono mientras caminan hacia el frente del salón, dicen -Todos tienen treinta segundos para huir, pero ante todo, a nadie le va convendrá quedarse solo, o si no, morirá-, en ese momento se quedan estáticas  con la mirada perdida, mirando hacia el horizonte.

Durante los primeros diez segundos todos se quedan callados.

Durante los diez segundos siguientes Luz Eidy se pronuncia y dice: -Esto es absurdo- y voltea y le dice a Camilo en el oído: -Mañana me recuerdas de hacerles un llamado de atención por escrito a Milena y Daniela, por realizar una burla de la situación actual-. Camilo asiente mientras trata de memorizar el nombre de esas chicas, que habían hecho tal comentario.

Durante los últimos diez segundos, la profesora Luz Eidy sale del aula y en el salón se hizo un silencio de ultratumba.

Culminado el tiempo, las dos chicas reaccionan, fijan su mirada cada una en una persona y se abalanzan sobre estas.

Todos reconocen el brillo del metal plateado justo antes del momento en que se incruste en los cuerpos de sus víctimas y comiencen a apuñalarlas salvajemente.

Todos gritan de horror y gran parte del salón se dirige en forma de estampida hacia la puerta, todos aterrorizados por las escenas vistas hacía unos instantes y buscando no ser los siguientes en ser llorados por sus amigos y familiares. La otra parte del grupo, estaba en estado de shock, plasmados mirando el horrible cuadro en el cual sus dos compañeros yacían en el piso, sin vida, siendo descuartizados por Milena y Daniela, quienes lo realizaban con una pizca de picardía en sus ojos, como si lo estuvieran disfrutando.

Entre ellos estaba Camilo, no dentro de los que estaban siendo descuartizados, sino que él hacía parte de los chicos que no habían podido reaccionar de forma alguna ante la situación que sus ojos habían percibido.

En ese momento, Camilo sintió que le tomaron la mano y le gritaban -¡Apúrate! ¡Salgamos de aquí!-. Camilo observó al chico que le había hablado y en ese instante cayó en cuenta de que podría ser el siguiente muerto -y presintió que iban a ser más-, así que salió del salón y comenzó a correr al lado del muchacho que le había salvado la vida.

DESAPARECIDOS (902)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora