Al ser una persona tan despistada, observar el mundo desde un lado de la ventana o caminar por las calles sin rumbo alguno... Es la rutina favorita de las almas de arte, de esas que te roban el corazón y lo tatuan, con las palabras y versos que se imaginan mientras miraban la lluvia caer en un dia gris y buscaban solución contemplando la luna.
Tienen historias que valen la pena escuchar, que te cautivan desde el comienzo y te dejan un nudo en la garganta al final.