Capítulo 1

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Era media noche y había tomado la decisión de volver temprano a mi casa. Estaba cansado y mi tobillo estaba algo delicado pues días atrás tuve un mal aterrizaje en un techo. Abrí la entrada al Nido, y caí dentro. Me levanté e hice el informe del patrullaje de hoy. Al cabo de unos cinco minutos, terminé y apagué la computadora. Me deshice de mi traje de Kevlar y nomex para luego quedar en boxers y así dejar el traje en su lugar habitual. Caminé hacia la puerta secreta que da con mi penthouse, coloque mi mano sobre el lector de huellas y esta se abrió, caminé fuera de mi base y luego la compuerta se cerró.

La entrada secreta daba en mi oficina, la cual estaba a tres habitaciones de la recamara principal, que es donde yo duermo. Pero cuando salí de la oficina, escuché un ruido en la cocina. Me apresuré a mi habitación para colocarme algo de ropa, cogi mis bastones de esgrima y camine sigilosamente a la cocina de mi casa. A cada cuanto me acercaba, el olor de la salsa de soya era más notorio y el ruido era mas alto. Sentía mi estomago sonar por el exquisito olor. Cuando finalmente llegue a la cocina, Jason estaba ahí. Me detuve a mirarlo, el estaba tan concentrado que creo que no me ha visto. Revolvía la comida que al parecer estaba sofrita en la sarten. Se gira a coger algún ingrediente y me ve.

-Oh... No tenía planeado que llegaras temprano- murmura, toma la sal y se vuelve a girar.

Rodeo el mostrador y me acerco a Jay. Lo observo. Lleva ropa casual, sus mangas estas subidas y veo que lleva una hermosa sonrisa en los labios.

-¿Qué haces en mi casa, Jason?- le pregunto saliendo de mi shock inicial.

No todos los días tu ex se presenta en tu casa cocinando... algo que huele muy bien.

-Hace mucho que no te veía, Dickie-bird. Y pensé en visitarte.

-Irrumpir en propiedad privada también era parte de tu plan, ¿Cierto?- le digo sarcástico.

-No... bueno, en parte. Tenías unas llaves bajo el tapete de entrada. Típico de ti- dice, revuelve todo en la sarten para luego apagar el fuego. Se gira a mirarme -¿Por qué estás parado ahí como un inútil? Coloca la mesa, yo servire mientras tanto.

Me toma segundos atinar. Tome los cubiertos, dos copas y vino tinto de la despensa de vinos que mantenía en mi casa. Mientras llevaba más cosas, la intensa mirada de Jay no me abandonaba. Cuando ya tenia todo en la mesa, Jay se acerca con los platos con comida. Sirvo vino para ambos. Estamos frente a frente en la mesa, yo solo disfruto la comida, pero me sigue observando.

-¿Podrías dejar de mirarme?- le dije mientras con el tenedor pinchaba unas zanahorias y pollo. Había hecho un chapsui de pollo.

-No te veo desde hace seis meses.

-Fue tu elección, no la mía.

-¿Elección? ¿A que te refieres?- pregunta confuso.

-Sabes muy bien que tenias la... opción de quedarte junto a mi. Pero decidiste irte- murmura cabizbajo.

-Dickie-bird... tenia mucho que pensar y remediar de mi propia locura. No podía estar contigo sabiendo que podía hacerte daño- dijo acercando su mano a la mía. Sonreí por el gesto.

-Jay, sabes que a mi no me hubiera importado para nada. Te amo, sin importar tus demonios internos. Pensé que estabas claro al respecto. Te sigo amando. Pero me haces daño al no estar conmigo.

Se levantó de su asiento, rodeó la mesa y se acercó a mi. Yo lo observo.

-Por eso he vuelto. Porque, ¿Cual es la idea de curarme si cada vez que progreso, retrocedo al no estar contigo?- dijo y me besó.

*breaklinebreaklinebreakline*

Al día siguiente...

-¿Puedes creerlo?- le dije.

-Dick... deja de actuar como una adolescente.

-Babs... he esperado mucho para que Jason mueva su maldito trasero hacia mi, ¿Por qué no pareces feliz?- le pregunté.

Me encontraba en Gotham. Meses atrás, Bruce me había pedido ayuda con Wayne Enterprises, decidí no negar su oferta pues el trabajo de policía estaba ocupando demasiado tiempo. Así que desde entonces trabajo para Bruce. Era la hora de almuerzo y había quedado con Barbara. Así que mientras ella preparaba el almuerzo, yo le hablaba de lo sucedido la noche anterior.

-La última vez que vimos a Jay, le apuntó a Bruce con una pistola. ¿No crees que querrá aprovecharse?- me preguntó. Tome un sorbo de mi vaso. Barbara me entregó unos tomates para que los rebanara.

-Tu y yo sabemos que Jay no es de ese estilo.

-Y tu y yo sabemos que no es el mismo Jason Todd de hace cinco años.

-Lo sé. Gracias por recordarme.

Se gira a verme.

-Dick... como tu mejor amiga y ex novia, mi intención es protegerte. No quiero verte sufrir más de lo que Jay te ha hecho sufrir- me dijo -Mientras tanto, debes estar alerta. Piensa con tu mente y no con tu pene.

La mire y reí.

-Gracias Babs.

-Por cierto, ¿Cuando le dirás a Jason que te vas a mudar?- me preguntó.

-Está semana. No se como se lo va a tomar. Además, creo que debo hablar con él de temas más... serios- murmuro mientras término de rebanar los tomates. Los dejo en un recipiente y camino al lavabo para enjuagar mis manos.

-Cómo lo que sucedió entre nosotros... ¿No es así?

-Exacto- dije -Pero no me arrepiento. Después de todo, Jay y yo no estábamos juntos.

La escucho reír.

-Me alegro que seas feliz, Dick- dijo -Te lo mereces.

Suspiro. Me acerco a ella y le quito la cuchara de madera de la mano. La dejo sobre el mesón de metal y la giro para que me vea.

-Nunca dije que contigo no fui feliz, Barbara- le dije, la mire a los ojos -Debo admitir que las dos ocasiones que fui tu novio, fueron las mejores de mi vida. Y debo confesar de que si no existiera lo que siento por Jay, tu serias a quien yo escogería como la compañera para el resto de mi vida. Nunca mentí cuando te decía que te amo, porque lo hago. Pero...

-También amas a Jason.

-Si...

Su mano se dirigió a mi mejilla y me sonrió con melancolía.

-Sólo espero que Jason te aproveche. Hombres como tu no existen dos veces, Richard.

Le sonreí y la abracé.

-Eso mismo espero.

*breaklinebreaklinebreakline*

Ese mismo día en la tarde...

Entré a mi casa, caminé hasta la sala y dejo mi chaqueta junto al maletín sobre el sofá. Jason había dicho que se quedaría conmigo unos días hasta que encontrara un lugar para vivir. Suelto mi corbata, camino hacia mi habitación. El lugar estaba silencioso, sobretodo cuando una persona que está en su veinte años de juventud se encuentra presente, no había rastro de Jay, lo cual me preocupaba.

Cuando llego a mi habitación, veo que Jay está sentado en mi cama, sus manos están juntas y las observa atentamente.

-Jay... ¿Qué sucede?

Mucho suspenso. Hehe. Esperen al próximo capítulo.

En fin, espero que les guste la trama, pero quiero aclarar que es JayDick, no Graybabs (O Graybats mejor conocido) en fin, luego iré contando detalles de lo que sucedió antes de la muerte de Jay, y durante la etapa de Under the Red Hood.

Love ya, guys.

Ammunition (JayDick)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora