Eterno... Intentar huir en vano.

Shh ¿Quisieras ahogarte junto a mi?

Mi universo... Infinito, eterno y misterioso, inexistentes existencias las cuales no llegó a conocer del todo.

¿Como empezar un relato maravilloso, uno que atrape tu atención? Decidí simplemente contarte con la mejor elección de palabras, algo que paso en mi pequeño cielo.

En la eterna noche, mis días claros desaparecieron, conocí la mentira, el dolor y el desenfreno. Quise ser una estrella pero no podía ser aquello que ya habitaba en mi. Pero me enamoré. Cierto día conocí una pequeña supernova, debo decir pequeña ya que conocí muchas estrellas que aparentaban serlo, nunca pude domar una estrella. Mi supernova era hermosa, me fue difícil huir de su presencia, era abrumadora. Me resultó increíble poder admirarla, fue extraordinario poder vislumbrarla. ¡Oh! Dolía no poder tocarla, pero fui muy masoquista al decidir acercarme. Te digo, cambio mi mundo. Al tocarla, explotó dulcemente en mi interior, quise huir del Magneto que producía en mi, como un imán atrayendome a su magnífica explosión. El caos fue gigante, no se como describir el desorden en mi vida, no distinguir la verdad de la mentira... Pues mi única mentira verdadera fue amar su abundante y efímera existencia. Como astronauta conocí el mar, como buzo aprendí a flotar en la gravedad cero... En ese instante, de la manera menos esperada, cuando mi mundo y vida ya no podrían encontrar sentido... Mi mundo encontró algo mucho mejor a lo normal, entendí que el orden no necesariamente significa que todo esté en su sitio, sino que tu puedas hallar comodidad y confort en tu propio e interno universo de probabilidades.

PD: Conocí el color eterno, camine sobre rocas de confianza y bebí en el caudal del delirio. Me enamoró esa supernova que marcó un antes y un después en mi caótica noche eterna.