Todo Empezo Como Un Juego

un narcisita sentimiento (?

Habían pasado dos semanas exactas desde el suceso con hielos.

Ciertamente Dark tenia trabajo en la organización y no se hacía pensar mucho en eso, mas cuando regresaba a casa e iba a dormir en aquella cama tan grande y solo, los recuerdos venían.
No iba a negar que lo disfruto, pero si en ese momento no se preocupo, ahora si que lo hacía.
No pensó en las consecuencias de sus propios actos, en lo que terminó.
De que ambos fueran infieles a sus parejas.

Mientras tanto, con ice todas esas dos semanas se la paso tratando de olvidar lo pasado.
Su genos salía mucho últimamente y la verdad así era mejor.
En ocasiones no se sentía cómodo cuando recordaba esas escenas del pasado frente a el.
Si bien no tenia la necesidad de salir del departamento abecés la culpabilidad era tanta que inventar cualquier escusa para salir era frecuente.
Mas fueron peores los momentos cuando estando a unos cuantos días de llegar a las dos semanas de aquello mientras pasaba el tiempo observando la televisión.

comenzó a tener un extraño antojo que sentía, debía ser saciado,
se levanto de su lugar desganado en dirección a la nevera, en busca y tomando alimento tras alimento que se encontrara, cuando de un momento a otro una repentina nausea apareció.

Al principio creyó que algo le había caído mal, mas con los pocos días despues cosas como mareos y demás antojos se manifestaran, haciendo que su imaginación volara a horizontes mas peligrosos y temidos
Que podría ser?
...
o que mas podría ser?
Su cuerpo estaba acostumbrado a cambios abruptos desde su entrenamiento, adaptándose a las circunstancias en las que exponía su cuerpo, esto mismo pudo haberle afectado y provocado la posibilidad
Un miedo atormentaba su conciencia, cada día mas culpable se sentía con todo esto y no tenia el valor para comprobarlo, no podía, solo intentaba ignorarlo.

Hoy como últimamente, Genos saldría, iría a el laboratorio de el doctor kuseno, pues había tenido una pelea en su viaje a la ciudad vecina.
Se veía un poco dañado y eso de cierta forma preocupaba a ice.

- deberías ir con kuseno genos..- le dijo a al alvino algo preocupado pues sus expresiones difícilmente podía manifestarse en aquel rostro tan sereno.

-... si, entiendo sensei creo que es la mejor opción.- dijo de inmediato y de manera casi indiferente, aunque estaba bien, esa era la forma en la que se comunicaban aquellos dos.

- mmm si quieres puedo acompañarte...- le sugirió ice de buena manera, como siempre era el,
el mas comunicativo.

- no sensei estoy bien, no tiene que molestarse, volveré lo mas pronto posible... - genos sabia que a su Saitama, salir mucho no le agradaba y dado que se había percatado que últimamente este lo hacia y no volvía de buen humor que digamos.
solo queria ahorrarle molestias, no era como si no quisiera que su amado maestro lo acompañara, solo sentía era la mejor decisión.

Sin perder mas tiempo el albino se levanto de su lugar y alisto al momento su maleta,
quedando ice, despues de una corta despedida completamente solo.
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Dark se encontraba amargado. Extrañaba a Genos. Pero, por extraño que sonará, quería ver a Saitama.

Rodo sus ojos. Oh, vamos, ¿que tan malo sería ir a visitarlo? Podía poner una excusa como, eh, no sé... si le sigue doliendo o que se yo.

Y despues de planear un par de temas, casi como si estuviera emocionado Se puso una vestimenta mas cómoda y abrió el portal directo a la dimensión de hielos.
La verdad no se sentía nervioso de volver a verlo después de todo aquello que sucedió. Quizá, un poco ansioso...

- Bien, esto empieza a darme miedo.- se golpeo mentalmente, saltando en el portal, y para suerte, estar cerca del departamento de hielos.
No fue complicado encontrar la habitación en donde estaba, solamente con checar donde había mas frio, es que poco a poco se acercaba a él.
Y cuando estuvo seguro de haber llegado al lugar querido, abrió la puerta, importándole poco las consecuencias y valla consecuencias, pues al abrirla, la primera escena con la que se encuentra es un cierto Saitama de hielo en plena nausea, quizás a punto de vomitar, recargado con un brazo en la pared resistiendo con fuerzas aquello mientras con una de sus manos que cubría su boca.