Lo menos esperado

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En ese tiempo en donde las cosas eran mejores, el mundo era perfecto hasta que llegó Scarlett, la persona más despreciable y horrible del planeta. Yo se que a mis 15 años de vida no debería juzgar a la gente pero es cierto, ella la novia de mi padre junto a sus dos hijos, Christian y Christina, se mudan hoy a mi casa. ¡Qué horrible, tendré que soportarlos a los tres!

Desde la muerte de mi madre no hacía más que proteger a mi padre de las garras de las mujeres que no valían la pena. Hoy me he decidido a esforzarme para que los tres se vayan.

Entonces llegó el día en el que ellos 3 llegaban, y en mi mente pensaba que iba a ser el peor día de mi vida.

Mientras yo terminaba de bañarme tocan el timbre.

- Mi amor, Carlos, ya llegué- mencionó Scarlett - Christian ayúdame con las maletas, llévalas arriba.

- Ya mamá - respondió Christian.

Cuando salí de la ducha, me crucé con Christian.

- Mmmm... ¿Quién eres tú? - pregunté.

- Soy Christian - me respondió. Era alto con ojos verdes, pelo castaño. Yo nunca lo había visto, era la perfección en persona. De repente me di cuenta que estaba con toalla, me puse roja como tomate y corrí a mi habitación.

- ¡Penny! - me llamó mi padre.

- Ya voy - respondí.

- Mira te presento a los hijos de Scarlett ellos son mellizos, él es Christian y ella Christina - me dijo mientras los señalaba. - Ellos tienen la misma edad que tú y van a ir a tu misma escuela, ¡ah! y Christina dormirá contigo en tu habitación. ¿Ok? - me dijo mi padre.

- Por supuesto - acepté. Scarlett era alta, rubia y con grandes ojos azules como Christina.

- Pueden verse hermosos pero no sé cómo son por dentro, lo averiguaré - me dije.

- ¿Que dijiste hija? - pregunto mi padre.

- Nada - respondí.

Esa noche cuando todos dormían, fui a buscar algo de comer y me encontré con Christian.

- ¿Qué haces aquí? - pregunté - ¿no deberías estar durmiendo?

- ¿Y tú? – Preguntó agarrándome el hombro - ¿tú también no deberías estar durmiendo?

- Tenia hambre - le respondí quitando su mano de mi hombro.

- Sabes algo, eres muy linda – dijo susurrandome en el oido, dios me estremeció demasiado

- ¿A si? ¿Eso crees? - pregunté       

- La verdad es que si, que lastima que seremos hermanastros – dijo.

- Eres un mentiroso – reclamé, antes de que caiga en su juego- sabes que, ¿vete a tu cuarto quieres?

- Me iré pero antes haré algo - me agarro la cintura y me besó en los labios como nunca antes alguien lo había hecho. En ese momento no entendía que estaba pasando sentí como mariposas en el estomago, creo que duró como 1 minuto y cuando reaccioné me fui corriendo a mi cuarto el trató de seguirme pero le cerré la puerta en la cara y Christina se levantó.

- ¿Que ha pasado?- me preguntó.

- Nada - le respondí

- Solo se cerró la puerta con el aire - dije

-  Ok. Entonces me iré a dormir - dijo

- Yo también - dije susurrando.

Al día siguiente yo estaba algo nerviosa, no sabía qué hacer por lo sucedido. Ayer por una parte fue el mejor día de mi vida pero por otra no. Nunca había sentido eso desde aquel beso que me dio André el año pasado, pero esta vez fue diferente fue el beso más perfecto que me han dado. No puedo creer que pronto va a ser mi hermano y yo enamorándome de él, ¡Que patética soy!

Un amor imposible, Muy posible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora