Esta es la historia de Evangeline y el mundo fantástico en el que solía vivir cada vez que regresaba del fastidioso día en la escuela. Era una muchacha pequeña, con grandes ojos y pelo ondulado. Ella no solía relacionarse muy bien con las otras persona ya que pasaba horas y horas sentada en su alcoba dibujando mundos y criaturas que para los demás solo eran ficticias o de fantasía. - Ya saben de que hablo ¿no? hadas, duendes y monstruos terroríficos....
-Evangeline no era muy popular en la escuela, y las personas solían burlarse de su atuendo tan extravagante, al llevar sus zapatillas, medias, unas faldas hasta la rodilla con florecillas o de cuadros, y unas chalinas de lana de esas que suelen usar las abuelitas, solía hacerse una trenza y dejarla caer a un costado del hombro; era una mujer "rara" para todo el mundo.
-A pesar de todo, ella luchaba por su felicidad, aun con el desprecio constante y las burlas, ignoraba todo, como si ninguno estuviera ahí, y esperaba a que terminara el horrible día para llegar y reunirse nuevamente con sus amigos, si, esos monstruos que tenia colgados en la pared de su habitación. Sacaba todo el odio, el dolor y la angustia por medio de sus dibujos y...funcionaba, todo se le olvidaba y ella era feliz en ese momento, aun sabiendo que al día siguiente, todo, absolutamente todo, seria exactamente igual.
"ella intentaba ser feliz"
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Evangeline
FantasiaFuera de mi habitación todo dolía. La vida me arrebato a mi madre, me enamore, me odiaban, me hacían de menos, era un desprecio constante y una burla hacia mí y eso causo que yo llamara... monstruos.
