Evangeline

La Escuela (El autobus)

     Esperaba en la esquina de mi cuadra el autobús que siempre bocinaba raramente 3 casas atrás como diciendo <<ya voy a llegar>> . Y justamente así paso, escuche esa bocina y miraba como se acercaba el autobús con una bola de humo gris por detrás (era un autobús demasiado viejo). Se detuvo frente a mi, y todo el humo me envolvió ¡no pude evitar tocer! 

<<Se abre la puerta>>. Y ahí estaba ese chófer gordo y feo con un aspecto de ogro.

-Buen día Evangeline. -Hoy tendrás que irte hasta la parte de atrás.

     Era curioso, siempre me decía lo mismo, era como si yo le molestara demasiado, me saludaba de forma sarcástica y con una sonrisa entre dientes. Subí y note la mirada de todos sobre mi, una mirada de desprecio. A medida que caminaba todos hablaban "Entre dientes" y decían todo tipo de cosas horribles sobre mi. El chófer arranco en un instante y piso el acelerador, haciendo que yo cayera y tirara todos mis libros y lapices, ¡Me sentía una basura entre ellos!

     Un nudo se apoderaba de mi garganta, mis ojos se llenaban de lágrimas...

<<Una voz con algo de ternura>>

-Arriba Evangeline, yo te ayudo.

     Tomo mi mano y me levanto, hizo un espacio en el asiento, y recogió todas mis cosas, las sacudió y coloco a la par mía.

-¿No te has lastimado? 

-No.

-¿Sabes? yo también amo dibujar

-¿De que hablas?

-No todas las chicas llevan muchos lapices de distintos tonos y gomas para borrar. -¡por cierto!. Hola soy Alex, es un gusto Evan...

-¿Como me conoces?

-Estudiamos arte juntos ¡Bueno no juntos de estar juntos!.- No es que quiera que estemos juntos... ¡Bueno si, pero no como pareja! -Solo com...

<<Una pequeña risa>> .-Me agradas Alex, te entendí a la primera

-¡Rayos! me hubieras detenido antes que dijera todo eso

-Fue gracioso

-Eres cruel <<risas>>

     Era la primer vez que alguien me hablaba de esa forma. Alex era un chico de esos que tienen muchas amigas y amigos, el deportista, ni tan alto ni tan bajo, de ojos café, pero al igual que a mi le gustaban cosas diferentes, como la fotografía, el arte, o los viajes inesperados, esos donde tomas una carpa, algo de ropa y dinero y no sabes cuando volverás. Parecía que para el todo marchaba de una forma mas fácil que a mi.  Me pareció raro que no tuviera miedo de ir sentado a la par mía, incluso ¡de irme hablando!. No me insulto, no se burlo de mi vestuario, incluso halago mi vestido de cuadritos. Era muy complicado entablar una conversación con el, por el simple hecho que jamas había hablado así con un chico mas que solo con mis monstruos. Pero el trataba de mantenerme conversación, me hablaba de arte, de música, de sus sueños, y me preguntaba sobre los míos y me sonreía todo el tiempo. El fue distinto a todos los otros chicos y me hacia sentirme muy bien, me sentía bien con el...