13 de abril
Había pasado toda la semana en cama, no tenía ganas de hacer nada, solía comer sopas instantáneas o comida congelada, para evitar cocinar, no había encendido mi celular ni usado la computadora en ese periodo, pues sabía que el acoso y las burlas estaban a la orden del día.
Pero era suficiente, necesitaba salir a buscar trabajo, iba a necesitar dinero para pagar la preparatoria, mi comida, la renta, los servicios y todo lo que fuera necesario, no sobreviviría con tan solo $2900 dólares; mi primera opción fue una vacante en la tienda de la esquina, pero solicitaban que fuera mayor de edad, y yo aun tenia 17. Sabía que así sería en la mayoría de los negocios, así que opté por aceptar la oferta que la señora Mich me había hecho días antes.
Me puse una falda negra a la cintura, una blusa blanca con encaje y un collar dorado, unas zapatillas negras y llevaba una diadema en mi cabello dorado. Me maquillé muy natural, solo un poco de polvo, labial y algo de máscara en las pestañas, quería dar una buena impresión, más no parecer salida de una revista para adultos, pues ya muy mala reputación tenía yo. Me despedí de la señora Michelle y le pedí el numero del local de su amiga, tomé 3 dolares para el autobús y me fui a la plaza Angel's.
°°°
Al llegar al local indicado con el numero 34, pude notar que era la misma boutique que había visitado para comprar mi vestido en aquella fiesta, llegué al mostrador y pedí hablar con la encargada. Momentos después una mujer de avanzada edad se acercó a mi, y me llevó a su oficina.
-Yo soy Clarisa, Tu debes ser la jovencita de la que me habló Michelle, pasa, sientate, supongo que quieres el trabajo, mira... No hay que hacer mucho, solo tendrás que encargarte de ordenar los vestidos, recibir los paquetes y atender a las señoras que lo pidan. Anoté todo en esta libreta, del salario hablaremos luego, si gustas puedes empezar mañana, y ya veré si puedes con el cargo.- Dijo la señora mientras se levantaba de su silla y me extendía una libreta mientras me indicaba a donde ir, nos dirijíamos de nuevo al mostrador. Me presentó a quien ahora sería mi nueva compañera de trabajo, Sherlyn, una joven pelirroja de al rededor de 20 años, quien me miraba como si fuera basura, y yo ya sabía el porque. A la señora Clarisa se le ocurrió la brillante idea de dejarnos solas para "conocernos mejor", así que estaba preparada para un silencio incomodo y miradas juzgativas.
-Miren quien llegó, Hailey, la Golfa que está de moda, ¿vienes por otro vestido para hacer tus vídeos?. Mira niña, llevo un año trabajando aquí, esperando ser ascendida al puesto que ahora te acaban de dar a ti, sin siquiera saber quien eres realmente. Si la pobre señora Clarisa se enterara, se moriría de un infarto, ¿qué impresión le daría 'La zorrita' a su prestigiada boutique?- dijo Sherlyn, y en ese instante entró Clarisa a la tienda:
-¿Cómo es que le estas hablando así a tu nueva compañera, Sherlyn? No debes juzgar a nadie antes de conocerle, esta jovencita solo cometió un error, y está arrepentida, si la gente no puede ver o valorar eso, no son bienvenidas en mi tienda, cierra la boca y guarda tus insultos para otro sitio; y vuelve a lo tuyo.- Sherlyn gruñó y me lanzo una mirada como si quisiera matarme, no era ni mi primer día y mi compañera ya me odiaba, le había quitado el puesto que tanto deseaba y la habían regañado por mi culpa, era injusto, ella no tenía derecho a hablarme así, pero tampoco merecía eso. Así que fui a hablar con Clarisa para arreglar las cosas.
-Señora Clarisa, agradezco que me haya defendido anteriormente, pero considero algo injusto que me haya dado un puesto tan importante siendo que Sherlyn lleva mas tiempo trabajando aquí, no sería problema para mi atender el mostrador.- le dije, pero ella insistió en que era mejor que yo tuviera ese puesto por ahora, ya que ella sabía que yo necesitaba dinero, y no tenía mucha experiencia en el área de ventas, me dijo que no me preocupara, y que ella hablaría después con Sherlyn.
Después de firmar el contrato volví a casa, y como aún era temprano decidí llevar una ensalada del área de comida para compartir con Michelle, tomé el autobús y volví, me dolía un poco la cabeza, pero aun así seguí con mi camino y solo me tomé una aspirina.
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¿Por qué a mi?
Teen FictionLa vida da giros inesperados: Un día estas comiendo pizza con tus amigas, y al siguiente todo se vuelve un caos, el mundo entero está en tu contra, hasta tu propia madre niega que eres su hija, tu familia cree que eres una deshonra y toda la ciudad...