Y una vez más, todo volvió a ser una luz intensa en medio de la sala, pero esta vez era molesta a la vista, seguida de ruidos extraños, como pequeños bips consecutivos. Desperté, mi cuerpo se sentía pesado, todo me daba vueltas y me sentía increíblemente cansada, estaba recostada sobre sábanas blancas, abrí bien los ojos y vi a Michelle, dormida, como esperando a alguien, con las manos puestas sobre un libro viejo y desgastado; al rededor había máquinas, tenía algo en la nariz y una cosa pequeña que me apretaba el dedo índice, evidentemente estaba en un hospital, se acercó una enfermera y con una cara enorme de sorpresa comenzó a gritarle al doctor mientras ajustaba los aparatos y tomaba apresuradas notas en su registro, de inmediato se despertó Mich, y con los ojos llenos de lágrimas me dijo con emoción y ternura "¡mi niña, regresaste!, gracias al cielo que lo hiciste, me tenías muy asustada, y te extrañé mucho, pero aquí estás ¡AQUI ESTAS DE NUEVO!"
Quise responderle, pero algo en mi pecho me impidió hacerlo, mis labios estaban secos y no podía hacer mayor esfuerzo, así que tomé la mano de Mich y la apreté con cariño, esperando que ella entendiera lo agradecida que le estaba.A los pocos segundos llegó el médico y sacaron a Michelle de la habitación, el doctor le dijo a la enfermera que trajera nuevas medicinas y comenzó a explicarme mi situación: al parecer la sobredosis me había dejado en coma por 3 días, mi "abuela" nunca había dejado el hospital, nisiquiera para ir a descansar, me habían tenido que limpiar el estómago y que mi diagnóstico no era muy bueno porque pensaban que ya no iba a despertar. Me dió la bienvenida de vuelta y me dijo "Felicidades, acabas de revivir, y en mi opinión y la de muchos, eso te da el derecho y la obligación de empezar una vida nueva." Y era justo eso lo que yo quería hacer, comenzar desde cero, volver a nacer y nunca haber cometido aquella estupidez, y de alguna manera ahora tenía la oportunidad de hacerlo, y no la iba a desperdiciar. Cuando Michelle volvió al cuarto, ya podía hablar, y mis primeras palabras fueron "Perdón", porque eso era lo unico que sentía, era un sentimiento general, no solo para con ella, sino para todos, en especial para mis padres, quienes me habían educado para ser una mujer de bien y a quienes les había fallado. Me preguntaba si ellos habrían ido a visitarme, y cuando le pregunté a la señora Michelle me dijo "Oh, mira querida, yo los llamé, pero en cuanto pregunté por ti me dijeron que no querían saber nada al respecto, aún así les dije tu situación y en que hospital estabas, pero... aunque me duele decírtelo, no han venido nisiquiera en una ocasión." Esperaba esa respuesta, pero nunca pensé que fuera a doler tanto, aunque ya lo sabía.
°°°
Pasé los siguientes 5 días en cama, viendo televisión y comiendo asquerosas gelatinas y guisados sin sabor, pero de vez en cuando, Mich iba a la máquina expendedora y me traía a escondidas de los médicos y enfermeras un paquete de Nerd's o unas galletas. Entre ella y yo leímos revistas de chismes del año pasado y vimos comedias románticas y películas de terror para pasar el rato, y en una de esas tardes me dijo que quería que nos fuéramos a vivir lejos, que empezaremos nuestra vida en un nuevo lugar, una ciudad diferente, donde ambas nos sintieramos cómodas y donde yo pudiera comenzar mi nueva vida, me contó que vendería la casa y con eso pagariamos una nueva, y que ella tenía un poco de dinero ahorrado por si algún día se le ofrecía. Después de un rato terminé aceptando, con la condición de que ella me permitiera pagarle todo lo que había gastado ya en el hospital y todos los gastos que implicaría la nueva casa y nuestra nueva vida.
A partir de ese momento comenzamos a planear todo, buscamos casas y departamentos distintos, y a su vez buscábamos un lugar que quedara cerca de un supermercado, pero un poco alejado de la ciudad; que tuviera un jardín amplio donde Mich pudiera tener su huerta y un espacio para su piano, también necesitaba un nuevo lugar donde estudiar, pues ella estaba totalmente en contra de que dejara la escuela, aunque yo insistía en que en ningún trabajo de medio tiempo me
darían lo suficiente para mantenrnos a ambas, pero eso le tenía sin cuidado, siempre me decía "el dinero va y viene, cariño, ya nos las apañaremos". Después de cien casas encontramos una que cumplía nuestras expectativas e incluso un poco más, ya que por una cantidad sumamente pequeña ofrecían 3 habitaciones, cocina equipada, un jardín amplio con vista al lago y una excelente ubicación. Todo se oía muy bien, y rogabamos porque en la casa no tuviera algún tipo de registro de asesinato o algo por el estilo. Mich contactó al agente inmobiliario y el mismo se ofreció a vender la casa de Mich en nuestra ciudad, era un hombre increíblemente bueno vendiendo, pues para cuando salí del hospital, la casa ya tenía 3 ofertas, y la señora Michelle y yo comenzamos a empacar todo para irnos.
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¿Por qué a mi?
Teen FictionLa vida da giros inesperados: Un día estas comiendo pizza con tus amigas, y al siguiente todo se vuelve un caos, el mundo entero está en tu contra, hasta tu propia madre niega que eres su hija, tu familia cree que eres una deshonra y toda la ciudad...