collapsing again » j.jungkook

✧ ᴄ ɪ ɴ ᴄ ᴏ

Elevó su mano, aun dudando sobre lo que estaba por hacer, pero necesitaba despejarse un poco después de otra pelea con su novia. Sacudió su cabeza levemente alejando los pensamientos negativos que iban albergándose cada vez más en su conciencia y golpeó repetidas veces la puerta.

—¿Jungkook? ¿Qué haces aquí y a estás horas de la noche? —Yojin abrió la puerta cubriendo su entumecido cuerpo con la sudadera gris.

—Hm, peleé otra vez con Hayeon —admitió amargamente.

—¿Así que has recurrido a mí para que te eleve el animo y, posteriormente, te de un consejo, no es así?

Jungkook asintió sonriéndole de manera apenada. Yojin le dejó entrar y que tomara asiento en el sofá en donde él siempre venía a resguardarse.

Yojin y Jungkook eran muy buenos amigos desde el segundo año de secundaria, formaron lazos afectivos muy importantes para ellos que se consideraban casi hermanos, aunque, cuando se les veía juntos, la gran mayoría de las personas los confundían y pensaban que eran pareja.

Hayeon lo sabía a la perfección y lo respetaba porque comprendía la idea de que él tuviera una mejor amiga.

—Iré a despertar a Tae, él las hará de payaso para animarte, yo estoy algo cansada —se dirigió escaleras arriba liberando un profundo bostezo que hizo reír a Kook.

Los atentos oídos de Jeon pudieron escuchar como Yojin gritaba y golpeaba a Tae para que se levantara. Al cabo de unos segundos, un chico de cabello desordenado caminando con los ojos entrecerrados bajaba las escaleras muy lentamente, cada paso que daba iba cargado de flojera absoluta.

—Y dime... —Tae fue a recostarse en el sofá frente a Jungkook. —¿Cómo ha sido esta vez?

—Pareces sonámbulo, abre los ojos, tonto.

—¡Lo dice el que viene a las tres de la mañana a interrumpir mi siesta!

—Y lo siento, créeme que lo menos que querría hacer es venir a despertarlos —confesó cabizbajo, mordiendo el interior de una de sus mejillas.

—Descuida —apareció Yojin por las escaleras.

—Sí, ya olvídalo y dinos porqué pelearon ésta vez.

Yojin se sentó al lado de Tae mirando los tristones ojos de Kook, para que supiera que ella estaría ahí y lo apoyaría, nuevamente. Jeon se acomodó en su lugar comenzado a jugar con sus dedos buscando las palabras correctas.

—Jimin es el mejor amigo de Hayeon. Hoy fue a visitarnos, le había prometido a Hannie llevarme bien con él pero no hice ni un cuarto de lo que se suponía. Actué como un celoso encerrándome en la habitación —explicó con cierto tono de molestia en su voz. —Cuando Jimin se fue, Hayeon y yo discutimos. En fin, todo fue ocasionado por mis celos y no cumplir una simple promesa.

Tae asintió en cada palabra que dijo Kook, más ni enterado de lo que hablaba el menor pues a mitad del relato ya estaba roncando. Yojin le dio un codazo tomándolo por sorpresa provocando que perdiera el equilibrio en el pequeño sofá y cayera de culo al piso.

—Estoy despierto, tranquilos, solo meditaba sobre la vida.

Yojin y Jungkook rieron por su reacción.

—Kookie —al ser llamado giró su cabeza en la dirección de ella, mirándola. —Ya llevan un buen tiempo peleando así y no creí que siguieran juntos luego de todas las discusiones. Te diré, la relación que llevan ahora les está afectando mucho a ustedes como persona y no creo que a sus cercanos les guste eso, al menos a mí no. Se están dañando mutuamente sin quererlo, por más intentos que hagan no servirá porque simplemente la pequeña llama de su relación ya se ha consumido.

—Sí, sí, eso iba a decir.

—Cállate, Tae —Yojin lanzó una almohada al castaño que yacía en el suelo tirado dormitando.

Jungkook procesaba las filosas pero ciertas palabras de Yojin por su cabeza. Su pie se movía inconsciente en ligeros vaivenes, estaba muy ensimismado pensando.

Yojin tenía razón, se estaban haciendo daño mutuamente, les estaba afectando tanto y eso se podía notar a simple vista en sus expresiones duras y fatigadas.

Cansados de esforzarse en recuperar algo que estaba malditamente perdido entre montones de palabrotas que se gritaban entre cada disputa, pero que también se ocultaba detrás de cada beso y caricia. Su amor se consumía por momentos. Un día el débil fuego que los unía parecía extinguirse, pero al otro día las cenizas que quedaban seguían ardiendo llevándolos a lo cálido de nuevo, y así en un ciclo agridulce que iba agotando sus vidas en puras amarguras.

Era reiterativo. Luego de cada enojo, eran los besos, luego de cada desesperación, eran las caricias. Luego de cada insulto eran los te amo.

Una relación que no daba para más.

—Entonces, ¿dices que debo terminar esto...? —los cristalinos ojos de Kook miraron fijamente los de Yojin, esperando un no.

Pero la respuesta fue clara, concisa, y sobretodo dolorosa.

—Sí.

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¿

Ya vieron Agust D? ¿Escucharon el mixtape? jODER CON SUGA QUE NO PUEDO AIUDAAA MAN.😢💜

Les dejo un Sugus bc puedo.🌚

Bueh, gracias por leer.🙈

❀channia.