FAME - Ross Lynch-

Capítulo 15.

Salí enojada del estudio, este habia sido un dia de mierda, sim duda alguna.

Al parecer las fotos no habían salido bien, mi baterista se lesionó la mano derecha y no podrá tocar para el próximo concierto, mis bailarines no tienen ni un poco de memoria al recordar la coreografía y por si fuera poco, corre un rumor de que soy una zorra ladrona de novios por estar últimamente junto al "sexi vocalista de R5" malditos todos.

Sólo esperaba una deliciosa y larga ducha de agua helada y acostarme a dormir sin preocuparme por nada ni nadie, ya que ayudar a Ellington tampoco fue muy sencillo.

Pero la suerte no está de mi lado.

Alex se encontraba recostado sobre mi Robótica negra como la noche mientras jugaba con sus llaves. Mierda, lo había olvidado.

Su azulada mirada se centró en mi y una sonrisa que podría conquistar a cualquiera apareció por sus labios.

- Supongo que Olvidaste que vendría por ti para la cena.

- Realmente no estoy de ánimo, mi día ha sido una total mierda - El asintió caminando hasta mi - Mis bailarines están en las nubes, Cameron no pudo esperar otro momento para lesionarse y ni hablar de las fotos ¡Diablos! Creo que...- De inmediato callé, sus fuertes brazos me apegaron a su cuerpo y el olor a cigarrillos y menta invadió mis fosas nasales, no le llaman "El Bad boy de Hollywood" por nada.

Sus dedos se undieron en mi cabello y sus caricias aparecieron, sonreí; Alex tiene algo que ni siquiera Rocky tiene en mi y eso es su manera tan peculiar de calmarme, me encanta, todo él es perfecto.

- Tranquila, cariño - Susurró sobre mi frente - Todo pasará, sólo buscan a novatos en este mundo para dañar su reputación. - Beso mi frente y se alejó un poco - Ya sabes, son...

-Los juegos de la fama - Suspire, odio ese maldito juego, no quiero ser famosa, quiero hacer lo que me gusta.

-Ahora, ¿Quieres liberar la presión? - Mi ceño se fruncio - Tengo un contacto que buscará tu camioneta, tu y yo - Nos señaló - Haremos algo más divertido para llegar a comer.

- ¿De qué demonios hablas, Alexander? - Una sonrisa se formó en sus labios, me llevó a otro lado en el aparcamiento y allí las vi, lo observé con una sonrisa y le golpee el hombro. -Eres un maldito.

-Elige la que quieras -Susurró en mi oido.

Joder, cuanto amo a este chico y a las motos.

****

Después de una satisfactoria cena de hamburguesas y coca-cola y de que llegara a mi casa sana y salva, haber esperado que Jasper -Un amigo nuestro- buscará una de las motos y de que ambos se fueran, hice lo que tanto esperé por hacer.

Tomar una ducha de agua helada, en la tina.

Después de estar unos minutos en ella me llegó una llamada, leí el nombre y sonreí al verlo, contesté.

- Señor Lynch. -Dije con voz refinada fingida y poniendolo sobre la mesita de un lado con el alta voz.

- Señorita Meneses - Sonreí ante su fingida voz refinada - ¿Como le va?

- Muy bien y ¿a usted?

-Excelente.

- Dígame ¿por que el honor de su llamada?

- Quisiera invitarla a una velada.

-¿Qué? - Dije perdiendo mi pésimo acento británico, él rió.

- A salir, scars. -Pauso esperando mi respuesta, la cual nunca llegó, estaba demasiado agotada justo ahora.

- Oye Ross, no lo se, tengo much...- Cortó mi frase con un "Oh Vamos" y realmente tenia vergüenza al rechazarlo, se estaba convirtiendo en mi amigo.

- Un pajarito me dijo que amas la comida china - Demonios, esa es mi debilidad. - Si aceptas salir, comeremos arroz.

- Me lo estás haciendo dificil - El rió - Bien, acepto.

- Genial, ¿El sábado en la noche puedes?

-Cuenta con eso.

-Genial, te busco a las siete.

-Estaré esperándote- Sonreí, era adorable.

- Consideralo una cita - Colgó.

¿Qué dominios?