Alucinaciones [KaiSoo].

~ Porque él simplemente correría a su encuentro con su menor, le rodearía con brazos fuertes al verle llegar y le permitiría que le elevase hasta alcanzar el cielo, porque justo eso era lo que sentía Kyung Soo cuando estaba al lado de Kim Jong In, su compañero fiel, su pareja, su amante, su todo. ~

¡Jonginnie! -Exclamó el de baja estatura quien rápidamente se lanzaba a los brazos del moreno, rodeo su cuello con fuerza acto ante el cual el de mayor tamaño respondía con una amplia sonrisa dejando al reluciente su perlada y blancuzca dentadura, justo como le gustaba a Soo, seguidamente él hundió su nariz en el cabello de su pequeña pareja absorbiendo la fragancia mentolada que desprendía este, por su parte KyungSoo se habría encargado de lavar su cabellera día tras día con sumo esmero esperando así, después de tantos días, ver de vuelta a su amado, y es que había estado anhelando su presencia como nunca antes, desde aquella mañana en la que este se había marchado dejando a un pequeño ojón desorientado con un mal y extraño presentimiento en su pecho, justo en su corazón el cual brincaba atemorizado cada vez que caía la noche mientras sus grandes orbes se perdían tras el paisaje por la ventana, delineando el contorno de la carretera en espera de la silueta de su amado Jong In la cual nunca aparecía, hasta que la oscuridad absorbía por completo su campo de visión.

Y así continuas veces, noche tras noche en vigilia, en espera y llanto por su amado, hasta que el sueño le llamase y comenzara con su diaria rutina de pesadillas donde distinguiría un cuerpo moreno ensangrentado y abandonado en la tierra húmeda, entonces se acercaría más, tratando de dar con la identidad de aquel cadáver que se le hacía muy conocido, avanzaría hacia este con un fuerte dolor en el pecho mientras su rostro completamente bañado en lagrimas le dejaría como resultado la visión borrosa, Soo tomaría su ultimo arranque de coraje y limpiaría con un movimiento brusco su propio rostro para que justo en ese momento el sonido de los cuervos augurando el mal reventara sus tímpanos mientras el cadáver quien creía era de su pareja y yacía tirado le dedicaría una sonrisa torcida que dejaría a la vista sus podridos dientes, mas sus ojos jamás podrán ser observados porque justo en ese momento el pequeño Kyung Soo despertaría sobresaltado, el sudor correría por cada milímetro de su cuerpo mientras los latidos de su ruidoso corazón latirían incluso más fuerte que el estallar de una explosión, su cuerpo se contraería, la respiración le comenzaría a fallar y su pulso se aceleraría y para cuando finalmente se pudiera comenzar a calmar las pesadillas le acosarían de vuelta, todo justo igual desde aquella primera noche en que durmió sin la compañía de su moreno, en la que este le hizo falta ausentándose y rompiendo a la vez aquella promesa que años atrás le había hecho "Nunca te dejare solo" para luego haber sellado dicho pacto con el unir de sus meñiques mientras se miraban embelesados logrando detener el tiempo a su alrededor.

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El menor, de piel canela y sonrisa perfecta, había salido a cazar días atrás una mañana de ventisca y cielo un tanto oscuro, un simple "nos vemos a la hora del almuerzo, hyung" fue lo último dicho por él para luego desaparecer por la calle de piedra adentrándose en la montaña repleta de cazadores y animales salvajes que ya muy bien había conseguido 'domar', simplemente se marcharía confiado luego de haber besado los labios abultados de Kyung Soo quien por alguna razón había sentido todo aquello como una despedida, este último trataría de detenerle, de hacerle quedar dicha mañana junto a él pero bien sabía que era necesario todo aquello, la comida escaseaba y no había más solución que salir en busca de algo aún si tu propia vida entraba en riesgo, esas eran las desventajas de haber decidido ir a vivir a aquel lugar en el campo alejados de la ruidosa ciudad pero que a cambio les generaba un ambiente perfecto de intimidad y tranquilidad completa alejados de todos aquellos problemas y disputas familiares que solo buscaban separarle tratando de hacerles 'ir por un buen camino'.