Capítulo 21. "Alucinaciones"

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— ¿Qué te pasa? —dijo mirando mi cara de angustia y mi posición petrificada

—E-eh...

— ¿Qué? —preguntó desperado

No espabilé. Así que él miró en la dirección a la que miraba tan fijamente. El hombre terminó por acercarse a nosotros... Un hombre que era muy parecido a Adam, pero que definitivamente no era él.

Finalmente tampoco era una sociopata, sabía que estaba dañando a Adam y mi conciencia me lo señalaba una y otra vez. Quizá, especialmente porque me estaba manejando con un gran cinismo: continuaba con los preparativos de una boda que, en primer lugar, ni siquiera estaba dicha y en caso de que lo estuviera, tampoco sabía si continuaba en pie, después de haberlo llamado por el nombre de la persona que sí amaba.
Sinceramente, intentaba engañarme a mí misma, con que continuaba, no sólo eso, sino que, debía continuar y que era lo mejor... Porque sabía que no podía tener a Alex y eso me dolía tanto como para aceptarlo sin más.

— ¿En qué piensas? —dijo mientras el taxi avanzaba por la avenida

—En nada...

—Claro... ¿A quién creíste ver hoy en la plaza?

— ¿Qué? —pregunté sorprendida

— ¿A tu novio?

—No sé de qué hablas

—Estabas aterrada

—No sé a qué te refieres...

— ¿Temes que se de cuenta de lo nuestro?

— ¿De lo nuestro? Hasta donde sé no hay ni un carajo entre nosotros —me puse de mal humor

—Oh, vamos mi gruñoncita, yo sé como quitarte ese mal humor —comenzó a besar mi cuello

—Alex —le reproche mirando al conductor quien fingía que no, pero miraba de reojo

—Estamos por llegar —metió la mano bajo mi vestido entre medio de mis piernas

—Alexander —respingué y me incliné hacia enfrente

El conductor volteó bruscamente y Alex comenzó a reír. Mis mejillas se llenaron de un color rojo intenso, y miraba a todos lados sin saber exactamente en donde fijar mi vista.
Alex se acercó otra vez a mí y me abrazó por la cintura sin mover más sus manos y con la vista hacia delante.

Bajamos del auto y una vez adentro intenté recuperar mi ropa para poder irme.

—Dame mis bragas, tengo que irme

—No te daré ninguna, cariño... Si quieres irte tendrá que ser así

—Hablo en serio

—Yo también... Si la quieres tendrás que quedarte, o irte sin ropa interior... Me encantaría ver la cara de tu novio al ver que no traes bragas

—Todo esto te parece muy divertido ¿no?

—Lo es, preciosa —rió—.  ¿Cómo quieres que te llame hoy?

—Por el nombre que quieras —dije con fastidio

—Bueno... Lo pensaré

Rodé los ojos y me di la vuelta

—Será mejor que me vaya. Nos vemos luego

—Espera... Quédate, por favor... Quiero estar contigo

—Cada que me ves quieres quitarme la ropa —reclamé

—No me refiero a eso, te quiero...

—No involucremos ningún sentimiento... Es lo mejor —hizo una mueca de enfado

—No te entiendo ¿Quieres que sea sólo sexo? Perfecto, entonces juguemos —acercó su rostro al mío dejando sólo unos milímetros de distancia

—Esto no es un juego, Alex... —murmuré

Lo miré, no podía negarme a él. Lo deseaba demasiado. Posé mis manos en su nuca y estampé sus labios contra los míos. En unos segundos sus manos me jalaban por la cintura hacia la cama con la intención de poseerme.
Después del acto, ninguno quiso decir nada por varios minutos, aunque quizá tampoco era necesario decir mucho.

—Tengo que irme... —me levanté del lecho, envuelta en una sábana sin mirarlo

— ¿Tan pronto?

—Sí, veré a Adam hoy —respondí serena

—Quédate más tiempo

Al decir esto, se incorporó y me abrazó por la espalda. Desatoró la tela y la deslizó por mí cuerpo dejándome desnuda.

—Alex...  —apenas pronuncié

—Quiero hacerte mía toda la noche

Cerré los ojos para disfrutar mejor sus caricias.

—No, tengo que irme... El tiempo se terminó

— ¿Qué significa eso? ¿Acaso estoy pagando por tu tiempo como si fueras una ramera? ¿Tu afecto está en renta?

Le di una bofetada. Era un idiota. También, para no perder mi carácter contradictorio, me lancé sobre él y lo besé. Él me cargó por debajo de los caderas y me llevó hasta el baño donde comenzó a acariciarme con desesperación.

Abrió la llave del agua caliente y entramos los dos entre caricias y besos que se daban donde cayeran. Aún así, intentaba que ninguno fuera en los labios.

Mystery Girl [Alex Turner Fanfic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora