Capítulo 27 "Que inicien las festividades"

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— ¿Aún recuerdas cómo nos conocimos? —preguntó

—No podría olvidarlo, Alex

—Bueno, yo también recuerdo cómo me conociste a mí...

Sonreí. Permanecía abrazada a él, era una mañana fría y del atuendo formal de la noche de ayer sólo quedaban rastros en el suelo.

—Debemos levantarnos a desayunar

—De acuerdo —me levantó el rostro por el mentón y me dio un corto beso en los labios

— ¿Salimos o nos quedamos?

—Creo que prefiero quedarme

— También yo, veré qué puedo preparar —me levanté

Abotoné a medias su camisa y amarré mi cabello. Me dirigí a la cocina a preparar el desayuno.
Cuando estuvo listo, serví y coloqué todo en una charola para llevarlo a la sala. Puse el servicio en la mesa del centro y me senté con ambos pies sobre el sofá a observar a Alex.
Estaba sentado frente a mí, del otro lado de la mesa, revisando con minucioso cuidado algo en su celular.

— ¿Todo bien?

— ¿Eh? —levantó la mirada—. Sí, linda. Estoy afinando detalles

—Detalles ¿para qué?

—Te tengo una sorpresa

— ¿En serio? —sonreí— ¿Debido a qué?

—Bueno, hoy es nochebuena

— ¿Y puedo saber qué es tu sorpresa? —reí

—Aún no, tendrás que esperar —sonreía con emoción

— ¿Hasta navidad?

Alex se puso serio, simplemente me miró, y dejó el celular en el sofá.

—Bien desayunemos —me acomodé y le ofrecí su plato y su taza, no lo miré más.

—Oye...

— ¿Sí? —respondí todavía sin mirarlo

— ¿Sabes que te quiero, verdad?

Levanté la mirada y lo observé.
Cuando mis ojos se encontraron con los suyos, rodeó la mesa y se sentó a mi lado. Miré de nuevo al plato y seguí comiendo.

— ¿ Lo sabes, verdad? —tomó mi mano

—Alex...

Se acercó todavía más a mí y susurró a mi oído:

—Te quiero

Lo miré un par de segundos y recordé cuando me había dicho esas mismas palabras en Sheffield, pero no había tenido tiempo de recordar suficiente, antes que lo hiciera, me besó.
Cuando nos separamos él sólo sonreía. También le sonreí.

Un golpeteo en la puerta interrumpió.

—Yo abro —se levantó

Por un momento sentí un escalofrío, y me quedé completamente inmóvil observándolo.
Abrió la puerta y de inmediato le fue entregada una caja, agradeció y cerró.
Me puse de pie.

— ¿Qué es eso?

—Es tu sorpresa, ábrela —puso la caja sobre la mesa, haciendo a un lado los platos

Quité la cinta y abrí la caja. Era una caja llena de discos y material de Arctic Monkeys en diferentes formatos.
Sonriendo levanté la mirada. Y me dirigí para abrazarlo.

—Me alegra que te gusten

—Por eso preguntaste si recordaba cómo te conocí ¿no es cierto? Me encanta, gracias

— ¿Ah sí? ¿Cómo piensas agradecer? —sonrío maliciosamente

—Podría... No sé... Dejar que me hagas el amor todo el día... Y tal vez toda la noche —reí y lo besé

— ¿Ya no es sólo sexo? —rió

—Eres un tonto

—Vamos nena, hay mucho qué hacer —me cargó y me llevó a la habitación

—Quizá podríamos estrenar uno de los viniles —dije mientras recorría sus labios mi cuerpo

Se incorporó y me observó con atención.

— ¿Cuál?

—Me gustaría escuchar 'One for the Road' mientras me haces el amor

Se colocó a horcajadas sobre mí, otra vez.

—Creo que puedo hacer un intento...

— ¿Un intento de qué?

Se acercó a mi oído y comenzó a cantar con su voz ronca, profunda y sensual que erizaba la piel:

—From the bottom of your heart
The relegation zone
I saw this coming from the start
The shake, rattle and roll

—Y literalmente... —dije con la respiración agitada

Él continuó cantando, dándose espacios entre la letra para besarme...

Pasadas varias horas, ya casi al inicio de la madrugada Alex se levantó y comenzó a vestirse.

— ¿No te quedarás? Es navidad —me senté en la cama

—Ya lo sé, cariño

Salió de la habitación y se dirigió al baño. Me levanté de la cama y lo seguí por el pasillo envuelta en una de las sábanas de la cama. Me quedé en el marco de la puerta, observando cómo arreglaba su cabello antes de irse, en completo silencio.
Me regresó una mirada en el espejo:

—Tienes razón, con lo que me dijiste ayer en la fiesta, esto no puede seguir así...

—Lo sé, Alex

Me esquivó y salió del baño hacia la puerta de entrada, esperando que lo siguiera.

—Tengo que irme —dijo abriendo la puerta y mirando hacia donde estaba

Le devolví la mirada. Sabía que por mucho que hiciera, por mucho que dijera, la navidad no la pasaría conmigo. Y que yo tampoco debía pasarla con él.

—De acuerdo —me acerqué

Él se acercó a besar mi frente y salió sin más. Cerré la puerta, una vez que salió.
Me dirigí a mi habitación y me tumbé en la cama sin ánimos de nada. El teléfono sonaba con insistencia, y sabía quién era y qué quería. Mi celular tenía miles de llamadas perdidas pero no me importaba. No atendía, porque la única persona que me importaba en ese momento acababa de irse.
La noche acabó más o menos rápido. El sueño me venció en algún momento y amaneció, pero no me levanté. Estuve al menos dos horas inmóvil en la cama.
La puerta comenzó a sonar y retumbar en el silencio con insistencia. No atendería. Tal vez era Adam, o alguien más, no sé, no me importaba.

Cambié rápido de parecer al escuchar algunos gritos que acompañaron los golpeteos.

Me levanté casi como impulsada por un resorte, ni siquiera estaba visible, sólo traía mi ropa interior. Abrí la puerta de golpe y lo miré.

—Alex ¿Qué haces aquí? ¿No estabas con... Ella?

—Quiero que vengas conmigo a Nueva York y pasemos el Año Nuevo juntos... Después decidiremos qué hacer

Lo fundí a mí con abrazo casi fracturante, que sólo fue interrumpido por un largo y apasionado beso.

Mystery Girl [Alex Turner Fanfic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora