Capítulo 4 - El Resplandor

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El sábado, bien temprano, tome el auto, ruta, destino Chacabuco.

Ruta 7, fui dejando atrás Luján, San Andrés de Giles, pasé cerquita de Carmen de Areco, me alejé de Tres Sargento y luego de un buen tramo de ruta me crucé con la ruta 30, con un cartel que acusaba el acceso a Cucha Cucha, seguí un tramo mas por la ruta 7 hasta la rotonda que indicaba "Centro de Chacabuco por Hipólito Yrigoyen".

Una vez en el centro del pueblo, paré en un restaurante, almorcé algo y le pregunté al mozo, Felipe, si conocía, si sabía donde se encontraba la estancia La Victoria."Vas a tener que volver hasta la ruta 7, ahí donde se cruza con la 30, tomá la ruta 30 hasta que veas, a tu derecha, un camino de tierra, seguí ese camino que te lleva hasta la tranquera de la estancia La Victoria... pero mirá que esa estancia esta abandonada hace años, no hay nadie ahí"


Al llegar a la tranquera detuve el auto, me bajé y busqué desesperadamente el cartel de madera tallado a mano que decía "Estancia La Victoria"No lo encontré, así que abrí la tranquera, desvencijada, como pude.Se distinguía de manera borrosa un camino entre los pastos crecidos, cerré la tranquera y entré a pie buscando el casco de la estancia... después de unos minutos de seguir el camino entre los altos pastos y cardos, a la distancia, se veía un viejo rancho como si estuviera en demolición al cual le faltaba la mitad del techo, a mi espalda el sol, a la derecha del rancho a unos metros de el, un pequeño baño destartalado, a la izquierda un molino que en su estanque se veía pastos crecidos y detrás del rancho, se veía, algo así como un tambo falto de mantenimiento... Comencé a correr frenéticamente y de a medida que iba avanzando todo a mi alrededor fue un gran resplandor ...Detrás de mí, intentando alcanzarme, tres galgos, el pasto estaba perfectamente cortado, a mi derecha algunos caballos sueltos, el tambo tomo color, se lo veía como nuevo y dentro algunas vacas esperando ser ordeñadas, el rancho tenía su techo de paja completo, su puerta, su ventana, sus ladrillos... El rancho brillaba entre tanto verde, el molino giraba a toda velocidad y en su estanque se veía el reflejo del sol sobre un agua fresca y cristalina...Llegué al rancho, la puerta estaba abierta y entré...

Estancia la VictoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora