Caminaba sin rumbo por los pasillos del instituto, estaba confusa, hacia unos meses estaba viviendo mi maravillosa vida de niña rica y ahora estoy en este cuchitril, y por si fuera poco, quieren matarme y no se por que, mira tu que ironía, gracias karma por hacerme las cosas tan fáciles.
Al parecer todos aquí tienen un pasado oscuro, y ciertas cualidades únicas y especiales. Puede que fin y al cabo, encaje bien en todo esto, yo en parte soy como ellos, tengo un pasado oscuro y soy especial.
Llegué a un pasillo lleno de ventanas, estaba muy iluminado, y a través de la venta se veía un patio, un pequeño jardín con plantas, estaba mal cuidado pero era bonito. Abrí la venta y salté, no tenía mucha altura, era un bajo al fin y al cabo.
- Hey chica nueva, no te escapes, se supone que deberías quedarte!
Era Talia, me había visto.
- No iba a hacerlo, solo que me gustan los jardines, y los bosques - joder, mira que soy gilipollas, no se por que digo las cosas de esa manera tan tonta, parezco idiota - Bueno, me refiero a que solo quería verlo, de cerca y esas cosas...
Talia me miraba raro, pero saltó la venta también.
- Por cierto, como te llamo ahora?
- Alex
- Bueno, Alex, que sepas que eres rara, pero me caes bien
- Vaya, gracias, supongo
- Oye, se que esto es nuevo, pero estarás bien, seguramente estés cagandote en todo por la siguiente prueba, pero tranquila, se trata de conseguir un objeto superando unos obstáculos
- ¿Solo eso? ¿Así de sencillo? Pues Marc lo pintaba más complicado
- Marc es un poco exagerado, pero te irá bien - Me dijo sonriendo - Oye, ¿Quieres comer algo?
Por primera ver mis ojos brillaron de plena alegría
-Si! Por dios si! Me muero de hambre!
- Vale venga vamos
Me dieron de comer judías, a mi nunca me habían gustado mucho, pero esa vez me aparecieron de los más maravilloso del mundo. Comi 3 platos de judías y luego 4 natillas de chocolate, que desde que me escapé, era lo más parecido a una buena comida que había tenido.
Talia me enseñó todo el instituto, y me enseñó donde dormíamos. Al parecer cada uno tenía habitaciones propias, ya compartidas o individuales, en nuestro caso, mi habitación tenía una puerta que llevaba a la habitación de Talia, y además, compartíamos baño (que en realidad era el vestuario de chicas del gimnasio).
Mi habitación era un cubículo con una ventana, la pintura de la pared se caía a trozos, en una esquina, estaba una cama, el colchón era nuevo, y el soporte de la cama tenía pinta de estar usado, pero estaba en buen estado. Tenía una mesa y una pequeña estantería con algunos libros de literatura medieval, y además, un armario al lado de la estantería.
No estaba nada mal, Talia se despidió de mí y me tumbé en la cama, me seguía sintiendo mal por haber mentido, pero creo que era lo mejor, así no estarán en peligro. ¿Pero, y si uno de ellos descubre donde estoy y aparece? Nadie sabrá quién es y que quiere, y podría salir mal. En cambio, si no digo nada, nadie se enterará, si no salgo de aquí, no tengo por qué tener miedo, además, siempre puedo huir otra vez.
Entre todo esto volví a ser interrumpida, está vez era Marc, el chico guapo de mirada triste. Me incorporé rápidamente en la cama, y él se sentó a mi lado.
"¿Alex estás bien? Pareces preocupada"
Increíble, me conoce de apenas un día y ya empieza a saber cómo funciono, mierda, ¿tendré que manipularle como hacía con los rivales de mi
madre? Vamos a empezar por distraer su atención, tengo que recuperar mi chispa.- Si, solo estoy cansada, no pasa nada...Y una pregunta, ¿todas las personas de aquí son...especiales?
Él asintió con la cabeza
-¿Y tú? - pregunté para desviar la atención
El miro hacia el techo, como pensando que partes de su vida estaría dispuesto a contarme, yo tenía curiosidad y le di un pequeño empujón de falsa confianza
- Marc, si no quieres contarmelo no pasa nada, se que aquí muchos habéis pasado por situaciones muy difíciles, y que preferís olvidar, no quiero que tengas que pensar en eso si no quieres y menos contarmelo - Bom, cebo colocado.
Marc me mira y asiente levemente, entonces empieza a contarme su historia. Zas, cayó en la trampa."Yo también vengo de una familia normal de Barcelona, mis padres eran profesores y me enseñaban en casa, nunca fui a la escuela, por eso no notaron que también soy superado, en matemáticas; pero si que percibieron que desaparecían cosas, y que luego estaban en mi habitación, se dieron cuenta de que era cleptómano. Intentaron curarme, pero poco a poco, mis padres se endeudaron intentando pagar, ahí fue cuando decidí escapar. Estaba matando a mi familia sin darme cuenta, por eso escapé, y me encontré a Leo, y juntos...hicimos esto, el instituto"
Estaba muy resumido pero me servirá para ser el primer día, había confiado en mí a la primera.
- Vaya, no se que decir
"Hay veces que es mejor no decir nada"
Entonces no pude evitar pensar en lo de antes cuando me miró fijamente, creo que ese era uno de esos momentos.
- ¿Marc, como conseguis todo aquí?- pregunté al darme cuenta de que el colchón era nuevo
"Es robado, o comprado con dinero robado, algunos somos carteristas, como yo, y otros damos pequeños golpes a ricachones corruptos a los que les sobra el dinero, yo también hago de esas cosas, estoy en todo"
Me quedé atónita, me esperaba lo de ser carterista, pero no lo de robarle a gente rica, joder, y si...le roban a mis padres...
- ¿Pero, esos ricos, son corruptos?- Pregunté preocupada
El asintió. Bien, no tengo que preocuparme por ellos.
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Foto de Jack en multimedia
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El Hope Azul
AdventureSentí el impacto y la fuerza de la bala, miré a mi hermano, estaba vivo, y puede que más asustado que yo, desvíe un poco la mirada y en el suelo había un bulto, ya sin vida. Guardé la pistola, fui hacia mi hermano y nos fuimos a casa, como si no hu...