Capítulo 4: Gente peculiar

26 1 0
                                    

Talia y Marc me guiaron por un pasillo, y paramos en una puerta en la que ponía "Prohibida la entrada a personal no autorizado. Territorio de Leo"
Marc golpeó la puerta 6 veces y entramos.
Aquell habitacion era un completa caverna, estaba totalmente a oscuras, excepto por una pequeña bombilla del techo que parpadeaba.
Tenía la luz de unos 5 o 6 ordenadores, y el suelo estaba lleno de cables, herramientas y cajas de pizza. Al fondo de todo, delante de uno de los ordenadores, estaba un chico sentado. Tenía el pelo completamente rizado y llebaba una camisa que en su día fue blanca.
"Este es Leo, es hiperactivo y un completo genio de la informática, sobre todo haqueando" Me dijo Marc.
- Leo, tenemos una iniciada - Dijo Talia, tirandole de un brazo para levantarlo.
El se tambaleó un poco y cuando se puso derecho pude verlo bien. Era de mi altura, no muy alto, y tenia los ojos marrón verdoso.
- Hola, soy Alejandra - Dije tendiéndole la mano
- Leo, especializado en el mantenimiento del instituto y en informática, ah y tambien soy hiperactivo - contestó estrechandome la mano.
Marc me tocó el hombro y me dijo "¿Tu en que te especializas? ¿Eres cleptomana?"
- No para nada, soy superdotada en psicología, tecnología, cultura y bueno, se me dan bien los idiomas.
Leo, Talia y Marc se miraron entre ellos, como intentando comunicarse por telepatía.
- Bueno, sigamos con la visita - Dijo Talia interrumpiendo ese incómodo silencio - Leo acompáñanos.
Salimos de esa habitacion, y andamos un buen rato hasta encontrarnos con otro chico, este era asiático, tenía el pelo en plan taza, y era completamente liso. Era un poco mas bajito que yo e iba con una camiseta gris y roja muy desgastada.
- Vale, este es Hao - Me dijo Talia señalando al chico - Hao, esta es Alejandra, una posible incorporación.
- Hola, provoco incendios para ser feliz - dijo mirándome fijamente con sus pequeños ojos - ¿Tienes un mechero?
Iba a decir que si, pero de pronto Marc se puso entre los dos y miró severamente a Hao. Entonces el bajó la cabeza y siguió andando hacia el otro lado.
Miré a Marc algo confusa y me dijo "No permitimos que use nada que pueda producir fuego, es piromano y una vez, con una cerilla mató a su familia incendiando su casa. Le dejamos unirse al Instituto con la condición de que no queme nada, solo por seguridad. No puedes darle ni cerillas, ni mecheros, de ningun tipo, ni lupas, ni nada que haga fuego "
Yo asenti, y seguimos caminando hasta llegar a una enorme puerta pintada de verde oscuro. La puerta, daba a un gimnasio, alli había como unos 20 chicos corriendo, saltando otros peleando, y uno gritando cosas como "¡aprieta el culo Lucas!" o "¡Corre Fran corre!" y todo ese tipo de cosas que gritan los entrenadores personales.
- ¡Jack! Tenemos una nueva - Gritó Talia desde la puerta - Jack, ¿quieres venir de una vez? ¡JACK! ¡Me cago en tu madre pasea tu puto culo hasta la puta puerta joder!
Todo el mundo en el gimnasio se quedó quieto y completamente callado por el sonoro grito de Talia, el chico de centro, el que gritaba, vino hacia nosotros.
Era alto, como una cabeza y media mas alto que yo, rubio, con la cabeza un poco rapada, ojos verdosos, era fuerte, bueno, el tio estaba petado, y además tenía un tatuaje en un brazo.
- Que cojones quereis - Pregunta ese tal Jonathan cruzándose de brazos
- Hay una nueva - Dice Talia desafiante
- Me importa una mierda, haced lo que queráis con ella - contestó mirándome con asco - No servirá para nada, mírala, es bajita, delgada, apenas tiene músculo, parece salida de la basura
- Oye chaval, relaja la raja que se te ve muy arriba - le digo yo poniéndome a la altura de su tatuaje
- ¿Que vas a hacer? ¿Acaso te crees que te tengo miedo? - Empezó a reírse mirando a los demás.
Yo puedo soportar muchas cosas, pero en mi estado, tenía hambre, estaba cabreada, llevaba días sin apenas comer, viviendo una vida de mierda para que ese gilipollas, me viniera a insultar...mmm no.
- Ja ja ja - dije sonriendo lo mas falsamente que pude, entonces sin darme cuenta, se me escapo la pierna hasta sus cojones.
Y lo dejé allí plantado de rodillas medio llorando medio estéril. Y todo el mundo riéndose.
- Vaya, se me escapó la pierna - dije soltando una risita - mira que curioso, al parecer si que sirvo para algo, y aunque no tenga apenas músculo, si que parece dolerte mucho.
Y ahí le dejé, salí del gimnasio cabreada, y a la vez satisfecha.

Entonces alguien me agarró del brazo, y vi a Marc, aún sonriente por lo que acababa de pasar

" Ese imbécil integral era Jack, el que enseña a los demás a pelear, les prepara físicamente y eso, se que es un gilipollas, pero en el fondo es una buena persona, muuuuy en el fondo"

- Ya me la ha demostrado, pero ¿Que se supone que hacemos aqui? ¿Que coño quereis que haga?
"Es algo complicado, ven conmigo"

Marc me llevó por un pasillo, hasta otra de esas puertas verde oscuro tan gastadas, alli había una habitación completamente llena de libros y archivadores, y en el centro de la habitación una mesa, la típica que te encuentras cuando entras en el despacho del director, el cuarto no era muy grande, y solo tenía un diminuta ventana.

"Este lugar es para personas que no tienen hogar, que saben que no necesitarán a nadie, que tienen ciertas características especiales que solo sabemos apreciar unos pocos. Por ejemplo, a Leo su familia le dejó en un orfanato a los 4 años, allí cuando cumplió 10, decidió escaparse, porque el se coló en el sistema del ordenador de la que dirigía el orfanato para ver quienes eran sus padres, y encontró que ella se quedaba con un 75% del dinero que el Estado le daba al orfanato para mantenerlo, y que traficaba con los niños mas pequeños. El denunció esto a la policía, y al darse cuenta de que había sorteado sin problemas montones de programas de seguridad, y que le harían preguntas, se fue"
- ¿Que clase de preguntas? - dije completamente pasmada
" Pues por ejemplo, como un niño de 10 años ha podido hacer eso sin alluda de nadie, de ahí reducirían que tuvo que haber alguien mas, le investigarian y descubrirían que...su familia...no es algo que deba contarte yo, lo siento"
- Muy bien, vale, y que cojones pinto yo aqui!
"A ti te pasa lo mismo, tendrás tus razones, pero estabas huyendo, una superdotada en todas esas cosas no se escapa de casa por cualquier motivo"

¿Como sabía que estaba huyendo? El solo me había invitado a unos helados, no podía decirle que intentaban matarme, pero tampoco podía rechazar quedarme aqui, no tenía hogar, y en esto, de alguna forma u otra tal vez encajara.
- Vale, me quedo - dije muy seria mirando sus ojos azules
"Vale, cuéntame tu historia, es uno de los requisitos para entrar aqui" - contestó Marc aguantando mi mirada

*************
Foto de Leo en multimedia

El Hope AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora