Atte: Agust D. [Yoonmin O.S]

10.

Observo  como su amigo y compañero de grupo acomodaba las cosas en su estudio una y otra vez, se recargo sobre el marco de la puerta mordiendo su labio, dudando sobre tocar la puerta e interrumpir lo que sea que estuviese haciendo o simplemente retirarse en silencio al asegurarse que él se encontraba bien como la mayoría de las veces. 

-Yoongi, murmuro Jimin entrando con inseguridad. El Rubio lo miro con una ceja alzada y se cruzo de brazos. 

-¿Acaso dije que podías pasar?, pregunto con arrogancia. 

No necesitaba sentirse ofendido, sabia las actitudes que Yoongi solía tomar como mala costumbre, entre ellas, su vulgar vocabulario y su manera tan distante de tratar a la gente a su alrededor, Sin embargo, estaba consiente de lo cálido que podía ser interiormente y quizá era eso lo que lo volvía loco, porque estaba tan enamorado de Min Yoongi que no se reconocía a si mismo cuando estaba a su lado. ¿Porque?, Eran obvias las razones, ¿Como?, ¿Acaso eso importaba? 

Deslizo una de sus manos por el hombro del mayor y sonrió despreocupadamente. 

-Todo saldrá bien, murmuro cantarinamente, -No debes preocuparte-, la expresión del chico se suavizo. 

-Se que saldrá bien, farfullo, -¿Lo has escuchado?-, repentinamente el rostro de Park se contrajo en una mueca de dolor. 

El Mixtape de Yoongi finalmente había sido liberado, él había trabajado tan duro en cada canción que Jimin incluso había podido experimentar la sobre exigencia por la perfección, las noches trascendentales sin descanso y sobre todo, el sentimiento de estar tan lleno de que decir aun cuando todo había sido ya plasmado en la letra de diez obras de arte. 

-Lo e echo, desvió la mirada. 

-¿Que sucede?, Min ladeo la cabeza y el menor negó con una sonrisa torpe en los labios. 

-Yo..., su boca se seco. 

No podía recordar con precisión cuantas veces había alardeado de que conocía al verdadero Min Yoongi sin siquiera estar consciente de todo contra lo que había peleado para estar de pie ahí ese día. Semi-completo con un corazón lleno de espinas en sus manos. Estaba tan lastimado que Jimin se veía en la urgencia de tomar cada pedazo de él y unirlo, pero era difícil, porque Yoongi no quería ser sanado y Jimin no estaba seguro de ser la persona indicada para besar su adolorida alma. 

La vida se empeñaba en dañar a las mejores personas Sin duda alguna. 

-Lo siento, sus ojos se aguaron un poco y bajo la mirada apenado. 

Era conocido como una de las personas mas débiles en el grupo, se había dejado caer sobre sus rodillas después de cada presentación en el escenario tantas veces que le avergonzaba ahora mirar siquiera a Min directo a los ojos, él no había sufrido para alcanzar su sueño, él creía que lo había echo pero nada se comparaba al rechazo familiar que Suga había tenido que sobrellevar junto a su innombrable TOC. 

-Decidí que el Mixtape fuera lanzado tal y como lo escribí porque no tengo nada que ocultar, el mayor suspiro, -Esto es lo que soy Jimin y si la gente puede aceptarlo, entonces me sentiré humildemente en la cima y si no lo acepta, Bien por ellos. No complací a mis propios padres, ¿Que les hace pensar que tengo ganas de complacerlos a ellos?- 

Yoongi se tomaba en serio eso de "Ser indestructible" pero una vez que Park se abalanzo sobre él envolviéndolo en un apretado abrazo, recordó que la vida era mas que odiar a todos y sentirse frustrado o lastimado, porque era fácil odiar lo que podía ser odiado y él había crecido con esa errónea creencia. Aceptaba el amor que podía recibir pero muy en el fondo algo le decía que no lo merecía, aceptaba la poca fama que podía obtener solo porque con ello trataba de ocultar que en realidad era una persona vacía sin expectativas sobre la vida, debido a que No esperaba absolutamente nada bueno de la gente, él era orillado a no darles nada bueno tampoco. Hasta ese histórico momento cuando piso el escenario. Donde Personas que conocían su nombre por su talento, gritaba para que absorbiera sus energías y no cayera a mitad de una presentación, gente que le decía constantemente todo lo positivo que podía haber dentro de él, dentro de Min Yoongi y todo repentinamente había cambiado trecientos sesenta grados en un parpadeo. La gente que le gritaba que destruiría a su familia si seguía sus sueños egoístas, esos que lo perjudicaban enmarañando su mente con comentarios negativos sobre como no seria capaz de cumplir su meta, Se habían evaporado.