CAPITULO 10

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El lunes por la mañana me lebanto bastante energica y con ganas de trabajar, opto por un atuendo cómodo de unos leggins negros junto con una sudadera azul marino y unos tenis negros, me recojo el pelo en  moño alto y algo despeinado y salgo a correr hasta la biblioteca con algunos libros en mi mochila. Antes de llegar a la biblioteca recojo un café para llevar en una pequeña cafetería llamada "the coffe", una vez fuera del pequeño local sigo andando hasta la biblioteca. Cuando entro apenas hay gente, la chica de 18 años me saluda y luego sigue leyendo su libro, tomo asiento en una de las mesas junto a una pequeña ventanilla con cortinas azules, el sol apenas a salido. Saco los libros de la mochila y los poso sobre la mesa. La mañananse me pasa volando, el almuerzo en el "Mcdonald's" se me ha hecho un poco triste al haber estado sola. De camino al hotel encuentro una caja con un gatito negro de ojos saltones y azules como el cielo, es tan pequeño como mi mano -pobrecillo sera recién nacido- una voz masculina tras mi espalda -si, creo que me lo voy a llevar- acaricio el pequeño animal que se restriega por mi mano lentamente, tomo la caja y me vuelvo para observar a el chico que parece tener 16 años, su cabello rubio y sus ojos marrones contemplan mi rostro sereno, sonrío y me vuelvo para seguir caminando, al mirar hacia atrás el chico a desaparecido. El pequeño gatito acurrucado en la esquina de la caja con los ojos entrecerrados se me hace aún mas adorable, el pequeño animalito debe de tener sueño y hambre, por lo que veo esta bastante delgado y apenas se mueve. En la habitación del hotel dejo la caja sobre la cama y preparo el bikini para surfear, auque sea invierno el traje de  neopreno evitará el frío del agua, un momento...¿a que maldita playa vamos a ir? Evito esa pregunta y preparo las cosas para cambiarme. El gatito todavía sigue dormido, espero que siga así cuando no este aquí. Tomo al caja de nuevo entre mis manos y la dejo sobre la bañera del baño, cierro la puerta, tomo las cosas y me dirijo a esperar a Elena.

Un coche pequeño, azul y con dos tablas de surf en el techo avanza por el pequeño aparcamiento y se estaciona justo en frente de mí

-¡pelirroja!- reconozco al instante la voz chillona de Elena -hola, antes de nada...¿a que playa vamos a ir? Aquí no hay playa- me mira por unos segundos y luego sonríe mientras nos ponemos en marcha -me sé un lugar escondido, donde si hay- en el trayecto hacia el lugar misterioso es en silencio, hasta que llegamos, el cielo está nublado, las olas chocan con otras, la marea alta y el viento abrasador.

-Al parecer tenemos todo esto para nosotras- contemplamos la inmensidad del mar y el fuerte oleaje -si nos quedamos contemplando la nada, nos van a dar las campanadas del 2017- ahogo una risa y Elena me entrega un traje de neopreno junto con la gran tabla. Caminamos por la arena hasta llegar a la orilla, el agua está bastante fría, tan fría como el hielo. -vale...asi que...novata ¿eh?- asiento y su sonrisa se hace más grande en su rostro -vale empecemos- tras darme unos consejos y aprender la postura que debo obtener cuando me levante tomamos las tablas y nadamos sobre esta, la corriente es fuerte, pero no más que yo. Pasamos toda la tarde en la playa entre risas y algunas caidas de la tabla, a merecido la pena pasar frío por unas risas y alguna que otra caída, me siento más viva que nunca.

-oye, gracias por todo- sonríe comprensiva y salgo del coche, me despido una vez más con la mano y el pequeño coche azul avanza por la carretera hasta desaparecer de mi vista.

El portero de la entrada me saluda y abre las puertas como signo de educación, le doy las gracias y avanzo por las escaleras, abro la puerta de la habitación y me tumbo en la cama cerrando por unos segundos los ojos. Abro la puerta del baño y el pequeño gatito sigue dormido, me entra el panico al pensar que esta muerto. Lo tomo entre mis manos, éste se revuelve y vuelvo a respirar tranquila, maulla y se me derrite el corazón, cuando ya me e puesto el pijama despues de una relajante ducha tomo el teléfono de la mesita de noche y pido algo de comer junto con un pequeño vasito de leche para el gatito -aún no te e puesto nombre preciosa...- sus ojos saltones me miran fijamente al igual que yo a ella. - ...Sira- no suena mal y es original, me gusta y parece que ella tambien, tomo un sueter viejo y lo poso sobre la caja para que no pase frío por último apago las luces y me dejo llevar por el profundo sueño.

YO SIEMPRE ESTARÉ AQUÍ© - Serie: Black bird (Pájaro Negro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora