Después de salir de la escuela me dirijo a casa. El estómago me ruge como un león enjaulado.
Al llegar al jardín saco las llaves de mi bolsillo para luego introducirlas en la cerradura. El olor a comida me asalta.
— que delicioso huele- digo, absorbiendo el olor.
— seguro es por qué tienes mucha hambre- responde mi hermana, entrando por la puerta del patio trasero.
— como llegaste antes?- le pregunte.
— ventajas de tener amigos- me guiña un ojo. Perra.
— hola Jays- saluda-grita mi mamá desde La Cocina.
— hola a ti también- murmura y rueda los ojos mi hermana.
— a... ¿qué hora termina tu turno de hoy?- mi madre se acerca a nosotros.
— once- le restó importancia.
— llámame, pasare a buscarte.
Después de almorzar subo a mi cuarto y tomo una ducha algo larga. Al salir me pongo mi uniforme, agarro mi teléfono y las llaves de la casa, metiendo ambos en los bolsillos del pantalón, bajo las escaleras y me despido de mi hermana y mamá.
— cuídate- me grita la mujer que me dio la vida antes de cerrar la puerta.
Camino hacia starbucks, no está muy lejos de donde vivo o así lo siento yo. Mi turno empieza a las 4:00, me doy cuenta de que faltan pocos minutos para que empiece cuando miro el reloj en mi muñeca, así que aprieto el paso.
Abro las puertas del local y el olor a café me asalta, eso es lo que más me gusta, por eso trabajo aquí. Soy algo demasiado adicto a ese olor y al ambiente que me rodea.
— hola- me saluda Margo, detrás del mostrador- puntual como siempre.- sonríe. Yo le devuelvo la sonrisa y dejo mis cosas en la parte de atrás para no estar cargando con ellas en los bolsillos.
La tarde se pasa rápido, no saben cuanto frapuccino he preparado y descafeinado.- quien mierda toma descafeinado, que asco- Por ser viernes el trabajo a estado más cargado y odio tener que quedarme tarde hoy, la gente es tan adicta a este lugar que atiendo persona tras persona.No es que tenga planes, soy de los que no mucho- más bien no- sale un viernes en la noche, no me gusta ese ambiente en el cual se desenvuelven los de mi grado.
Son las 10:55 p.m. Los últimos clientes están terminándose lo que hay en sus vasos.
— quita esa cara- me hace una mueca.
— es la única que tengo, Margo- el sarcasmo fluye de mi boca y apoyo mi barbilla en la palma de mi mano.
— te toca cerrar- estaba a punto de renegar, cuando pasa por mi lado con sus cosas en la mano.- ¿en qué momento las saco?.- recuerdo que es mi turno de cerrar ya que a ella ya le tocó y dejo que se vaya.
Bufo y me dirijo a la parte trasera por mis cosas, alistándome para cerrar. La puerta del local se habré.
— buenas noches- escucho a Margo decir a lo lejos.- ya le atenderán- mierda es un cliente.
Agarro mis cosas de todos modos y voy al mostrador. Es una chica, está a medio local toqueteándose todo buscando algo. Dejo pasear mis ojos por toda su anatomía. Ella es bajita, piel morena clara, ¿pelo negro? ¿Con las puntas de color púrpura?, llevaba una chaqueta de cuero negra, una blusa negra de alguna banda, esta le llegaba justo más arriba del ombligo, su pantalón ceñido a las piernas y rasgado por las rodillas y sus zapatos.
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Mi chico starbucks
Teen FictionElla una chica con el corazón roto y ahogado en alcohol. Él era el chico que trabajaba en starbucks. **** Día de publicación: 15/08/2016 Hola :) sé que tendré algunas faltas de ortografía y me gustaría que me las corrigieran. Sé que te gustara, se...