Centro de Reintegración en la Sociedad (Lawlu)

Oh no...

P.O.V Luffy

Estaba corriendo por un prado verde, muy grande, cuando de repente vi algo que me llamó la atención, era, era...

¡UN TROZO DE CARNE GIGANTE!

¡Había muchos trozos de carne gigantes corriendo por ahí!

- ¡Esperadme!¡Carneeeeeeee! - grité mientras corría detrás de la carne. Conseguí atrapar uno y no dudé en abrir la boca y morderlo, pero la carne me estaba hablando, creo...

- Luffy, Luffy! ¡Luffy! ¡LUFFY! ¡¡¡LUFFYYYYY!!!

Me desperté abriendo lentamente los ojos, estaba en el sofá, babeando y abrazado a algo.

- ¡Luffy que me estas mordiendo el brazo animal! - gritó Sabo zarandeando su brazo al que yo estaba abrazando, y mordiendo.

- Pensaba que eras carne. - dije aún dormido, pero Sabo me tiró al suelo liberando finalmente su brazo mientras me miraba enfadado. Yo me levanté y miré alrededor con pereza, mi estomagó empezó a gruñir, tenia hambre.

- ¡Luffy vas a llegar tarde a la universidad! - me gritó Sabo mientras yo iba hacia la cocina a desayunar y él me perseguía.

- ¿Y Ace? - pregunté abriendo la nevera.

- No lo se, se habrá quedado en la universidad acabando el trabajo o se habrá quedado dormido. - me dijo cerrando la nevera de un portazo, a lo que yo le respondí con un bufido, tenía mucha hambre. - Luffy, es que no me escuchas? Vas a llegar tarde, no hay tiempo de comer! - miró su reloj mientras evitaba que yo atracase la nevera, otra vez. - De hecho, no hay tiempo ni de cambiarse! ¡Llegamos tarde! ¡Vamos!

Y cuando por fin había conseguido coger una triste galleta y estaba a punto de comérmela, Sabo me tiró del brazo y me arrastró hacia la puerta mientras yo cogía por el camino la mochila, y salimos a toda prisa de casa para montarnos en nuestras bicis.

Íbamos a toda prisa cruzando las calles, saltándonos los semáforos en rojo y intentando no atropellar a nadie; mi estómago rugía, tenía muchísima hambre...quizá alguno de mis amigos me de parte (todo) de su almuerzo, otra vez.

- ¡Luffy! - dijo Sabo cuando nos detuvimos un momento. - Yo me voy a trabajar, hoy no tengo clase hasta la tarde. Haz el favor de no entretenerte y de no llegar muy tarde, más de lo que ya vas a llegar.

- ¡Si,si! - dije mientras se volvía poner en marcha. - ¡Pero sé que hoy no te toca trabajar así que saluda a Koala de mi parte!

Estoy seguro de que la cara que puso Sabo debió de ser muy divertida, pero no la pude ver ya que estaba de espaldas a mi. Yo también me volví a poner en marcha y me dirigí hacia la universidad; iba aún más rápido, no por prisa, sino porque me encantaba la velocidad, de hecho, siempre que podíamos, Sabo, Ace y yo hacíamos carreras, y siempre acabábamos teniendo que disculparnos por atropellar a alguien. Mi estómago volvió a rugir, me moría de hambre, sentía como mis fuerzas se desvanecían por segundos; cerré los ojos un momento arrepintiéndome de no haberme comido esa galleta, cuando de repente oí un grito.

- ¡¡MIRA POR DONDE VAS PEDAZO DE IMBÉCIL!!

Abrí los ojos a tiempo para ver a un chico un poco más mayor a escasos centímetros de mi bici, giré bruscamente el manillar par evitar chocar, pero derrapé y acabé arrollando al chico, y mi pobre bici, el pelinegro y yo acabamos en el suelo. Me empecé a levantar pero el chico se quitó la bici de encima la cual me dio de lleno y volví a caer al suelo; cuando aparté la bici y por fin me pude levantar, pude ver mejor a la victima de mi atropellamiento, estaba dispuesto a disculparme cuando me di cuenta de quien era.