Capitulo 46

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Caled tenía esa sonrisa matadora que de seguro a muchas hacia enloquecer.

Admito que era matadora, en verdad.

-¡Claro que no! Yo... Yo solo... Ehh...

¡Maldición no encontraba palabras! Realmente me tenia nerviosa. Pero obviamente no se lo haría saber.

-Admítelo _____, mueres porque estos hermosos ojos estén solo a centímetros de los tuyos y que estos perfectos labios luego corten esa distancia –Se mordió el labio provocativamente para luego terminar con una sonrisa picara-

-¿Quee? –Alargue burlonamente- Se que tienes fantasías sexuales conmigo, pero por favor, contrólate –Reí y me cruce de brazos-

-Como se nota que no me conoces señorita Dallas... –Hizo una pausa y pasó su dedo purgar por su labio inferior- Si yo quisiera ya te hubiese tenido entre mis sabanas cariño –Terminó con una sonrisa pervertida-

-¡Eres un sucio! ¡Quítame tus asquerosos ojos de encima! –Le dije ya claramente acalorada. Sentía que ya mis mejillas iban a explotar de lo rojas-

El gemelo ya se encontraba a tan solo un paso distancia.

—Oh, lo siento cariño pero este par me ha conseguido varias citas con una sola mirada. Me temo que no los puedes tener –Hizo otra pausa dramática mientras sonreía ampliamente y me observaba de arriba a abajo- Pero se me ocurre otra cosa de mí que podrías tener entre tus dedos...

Oh no, eso sí que no lo dijo... ¡Es un maldito cerdo!

Levanté mi mano y la estrellé con fuerza contra su mejilla.

—¿Supongo que ahora es cuando digo 'auch' no? –Me preguntó burlón y yo solo lo fulminé con la mirada. Me dispuse a apartarlo y salir de nuevo hacia la sala donde estaba esperándome Jess, pero él me llamó cuando pasé por su lado con claro enojo- _____, no veo por qué habría de molestarte tocarme el cabello... -Terminó de hablar con una expresión divertida- ¿O no será que pensaste que hablaba de...?

—¡Cállate! ¡Yo no pensé nada! -Le interrumpí nerviosamente y con el colorete natural en mis mejillas al cien por ciento-

—Sí, eso creí —Dijo riendo mientras me miraba acusadoramente-

-¿Sabes qué? Yo no vine a perder mí tiempo contigo, Jess me está esperando. Así que si me disculpas... -Traté de avanzar pero el gemelo se me interpuso nuevamente. Avanzo hasta tenerme acorralada contra la puerta del baño donde yo había estado antes-

-Eres una pequeña mente sucia _____ –Susurro en mi oído mientras colocaba su brazo en la puerta cerrada-

-Piensa lo que quieras, me da igual –Le dije para luego escabullirme debajo de su brazo y escapar finalmente hacia la sala-

Ufff menos mal, ya esto se estaba saliendo de control.

Cuando llegue a la sala Jess estaba sentado cómodamente en el sofá con la computadora y los pies sobre la mesita del centro.

-Pensé que te habías perdido –Me dijo gracioso en cuanto me vio y yo solo me limité a sonreírle-

-Es que... Tú sabes, cosas de chicas –Dije con una mueca para disimular todavía mi nerviosismo y me senté a su lado- ¿Ya terminaste todo? –Le pregunte incrédula-

-Ehh si, es que te demorabas mucho. Así que decidí adelantarlo para ahorrar tiempo –Rió divertido con una mueca-

-Bueno gracias –Agradecí divertida ladeando la cabeza hacia un lado-

-No es nada tranquila. ¿Te lo quieres llevar tu? –Ofreció-

-Ehh sí, claro. –Acepté- Bueno entonces ya me voy... –Dije para luego tomar mi cartera que estaba en el sofá- Fue un gusto trabajar contigo –Sonreí y él me devolvió la sonrisa-

Luego se levantó, dejó la computadora a un lado y me acompañó hasta la puerta.

-Hasta mañana _____ -Se despidió cuando yo ya había salido. Yo le devolví la despedida agitando mi mano-

(...)

Estaba recostada en el sofá de la sala viendo televisión mientras esperaba a Megan, cuando de repente suena el timbre.

Supongo que era ella ¡Ya era hora!

-¡Ya voy! ¡Ya voy! –Grité para luego levantarme de un salto del sofá e ir corriendo a abrir a la impaciente Megan-

-Por fin me abres bonita

-Que impaciente...

-Pero si llevo picándote desde hace media hora –Hizo una mueca graciosa de desesperación-

-Ups, me he quedado dormida en el sofá y por eso no te he oído, lo siento –Mentí. En realidad solo fue lo primero que se me ocurrió-

La verdad, no la había oído, pero tampoco recuerdo haberme quedado dormida. Lo único que sé es que ya tenía más de una hora esperando y en la tv no estaban pasando nada interesante...

Oh, bueno, ahora todo tiene sentido.

Lo más probable es que si me allá quedado dormida, odio esperar y si ni siquiera me estaba distrayendo con algún pinche programa eso era de esperarse. Oh bueno de mí sí.

-Dioses _____... ¿Me piensas tener mucho rato aquí en la puerta o me dejarás pasar?

-Anda idiota pasa, no es la primera vez que estas aquí. –Le dije y me hice a un lado para dejarla pasar-

Entramos las dos a casa y yo fui a preparar un par de cafés para tomar mientras hablábamos de nuestros respectivos días.

-A ver, cuéntame qué es eso tan horrible que te ha pasado hoy en casa de los gemelos –Me pregunto intrigada-

-¿Que qué me ha pasado? Oh no chica, que fue lo que no pasó sería más fácil de explicar –Le respondí algo irritada-

Solo con el hecho de recordar me daba dolor de cabeza.

Pinche Caled... No sé a qué juega pero me las pagará.

-Bahh, no será para tanto, seguro que algo bueno tuvo que haber pasado ahí –Me miro picara. Oh no, esa mirada...

-Ehh no. Definitivamente no. ¡Por Dios Megan! ¡Ni en sus sueños más mojados! –Me acaloré, yo conocía perfectamente esa mirada acusadora-

-Ajam claro, como tu digas... Mejor ya salgamos de mi, ahora dime, ¿Tú que tal con lo tuyo?

-Genial, no me puedo quejar de lo que me ha tocado.

-Que suerte tienen algunas... -La miré con recelo pero en broma y luego reí-

Cenamos juntas y seguimos hablando durante un par de horas más, cuando escuchamos que la puerta de entrada se abre.

- ¿Y tú qué haces aquí? -Se dirigió a su novia Megan con los ojos abiertos como platos- ¿¡Y Contigo?! -Exclamo asustado en broma, claramente refiriéndose a mí-

~Sorry, Pero Solo Hay Una _____~ (*Magcon*)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora