El indicado.

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-"Bueno hemos llegado"

De lo sumergido que estaba Jack en sus nervios no logro prepararse para el encuentro en los 20 minutos de camino que paso en la máquina del misterio.

-"Muchas gracias viejo, nos vemos pronto no se olviden de este Bombón ¡hu! ¡ha! ¡hu!"

-"Claro que no lo aremos Johnny nos vemos todos los días en el estudio" dijo Velma desde el asiento trasero.

-"Vamos Bombón"

Johnny le extendió su mano a Jack para por fin este con mucho nerviosismo tomarla y caminar así hasta la puerta de la residencia Bravo.

-"Tranquilo, ella es muy linda y te aseguro que te amará" Johnny le regaló una sonrisa reconfortante que el pelinegro respondió con muchísima ternura.

El rubio abrio la puerta buscando a su madre en la sala o por los corredores.

-"¡Mamá! ¿¡Dónde estas mamá!?"

-"En la cocina cariño, ¿Necesitas algo bomboncito?"

Jack no pudo evitar apretar levemente la mano de Johnny por los nervios; este subio un poco sus lentes y guiñándole un ojo le regaló una sonrisa ahora convencido de que todo estaría bien.

Caminaron hacia la cocina donde la mujer arrojaba varios trastos buscando algo entre lo mas hondo de varios cajones.

-"¿Mamá? ¿Qué estas haciendo?"

-"Perdón Johnny es que Susy quiere la receta de mis galletas especiales para una venta de exploradoras pero no recuerdo donde la puse"

-"¿No estará en ese libro que compraste hace poco para tus recetas?"

-"¡El libro! Oh cierto que despistada soy" De pronto volteo para darle un beso en la mejilla a su "bebé" por ayudarle y se impresionó al ver a Jack.

Últimamente el pelinegro era el centro de los temas de conversación de todas las chicas en la ciudad toon, no importaba la edad, casi todas las mujeres estaban locas por el Samurai.

-"Oh Johnny no me avisaste que tendrías visitas"

-"Es un gusto señora Bravo me llamó Jack"

Dijo Jack haciendo una reverencia y regalándole una leve sonrisa.

-"El gusto es todo mio Jack, vamos puedes decirme Bunny, Johnny no trae a otros amigos que no sea Carl o Susy que viene a verlo de vez en cuando"

"Amigo" Jack realmente no sabía como decirle que era más que el amigo de Johnny, ni siquiera sabía si el rubio quería dar un paso tan grande como para admitir que tenían una relación.

-"Oh pero pasen a la sala muchachos llevaré unas cuantas galletas de chocolate que hice"

Jack tomo asiento primero en una de las esquinas del sillón y realmente se sorprendió cuando Johnny tomo lugar a su lado.

El rubio veía hacia la mesa de centro, hundido en sus pensamientos haciendo que la angustia del pelinegro creciera aún más.

Eternos fueron los minutos en los que Bunny llegó con una charola llena de galletas y las dejo en el centro de la pequeña mesa.

Como si fueran oro Johnny tomo varias de estas y las comió como si fueran las últimas del universo entero.

-"Vamos Jack toma una con confíanza"

En Aquella LavanderíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora