Cuando la policía estatal habían recibido aquella quejas sobre maltrato infantil en un orfanato no pensó que era tan grave; no es que fueran crueles, pero habían visto toda clase de maltratos que solo las personas crueles podían ser capaces que lo hacían sentir de alguna manera insensibles. No obstante aquel caso fue un tanto peculiar.
Si, la denuncia era verdadera, varios chicos eran maltratados en aquel lugar donde supuestamente tenían que recibir tratos totalmente contrarios. No obstante hubo un chico que llamo totalmente su atención y que encontraron en el sótano del lugar. En aquel lugar oscuro encontraron a un pequeño de alrededor de nueve años. Su aspecto era lamentable; mostraba rasgos de desnutrición y sus ropas eran apenas andrajos. Su piel era demasiado pálida, enfermiza que contrastaba con su cabello negro que le llegaba a los hombros y una venda blanca cubría sus ojos. Estaba en uno de los rincones de la habitación, encima de un colchón que a simple vista parecía incómodo y cuando los oficiales se acercaron notaron que estaba amarrado a un radiador que estaba cerca.
—No temas, no te hare daño— dijo un oficial que al acercarse al chico esta retrocedió, chocando con la fría pared— no pasa nada, estarás bien— insistió y aunque el niño parecía terco en obedecer al final termino por desistir, dejándose de mover algo que tomo como oportunidad para quitarla la venda— wow, tienes bonitos ojos— comento nervioso al ver aquellos extraños ojos. Eran demasiado anormales.
— ¿Quiénes son ustedes?— pregunto el niño yendo al grano, no podía verlos bien, había estado con la venda por días que se sentía ciego. No había ninguna emoción en su voz ni tampoco en sus facciones— ¿Qué es lo que quieren?— frunció levemente el caño, desconfiado, no obstante no le juzgaría, seguro habría pasado por mucho.
—Solo hemos a venir a ayudarte— explico el hombre que en esos momentos se deshacía del amarre que lo tenía atado— ¿puedes caminar por tu cuenta?— pregunto pero el chico negó con la cabeza en silencio, sentía demasiado entumidas las piernas— bien, entonces tendré que cargarte.
—Yo no quiero salir— comento mostrando preocupación por primera vez— no me van a obligar a salir, ellos se enteraran.
—Nadie te hará daño — replico para cargarlo en sus brazos, era bastante ligero — ¿puedes decirme tu nombre, pequeño?
—Jack — contesto — solo quiero irme de este lugar — confeso sintiendo incomodo el contacto del hombre, como odiaba sus piernas inútiles.
—Yo soy el agente Unterweger—escucho apenas para cerrar los ojos con fuerza cuando salieron al exterior de aquel sótano, dolía demasiado los rayos del sol, odiaba demasiado la luz, siempre terminaba por hacerle daño. O era que prácticamente toda su vida en la oscuridad. No estaba seguro de nada, todo parecía tan nuevo. Y eso le aterraba.
Tomo un respiro. Podía haber pedido un vaso de agua- las esposas que mantenían apresadas sus muñecas juntando que estaban estaba unidas a una cadena que estaba alrededor a su cintura que le impedía moverse. Sonrió un poco, eso no era tan diferente a como cuando era un pequeño.
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Oscuridad (BeastWirt)
FanfictionPorque se sentía cómodo en la oscuridad y tras su escape se hundiría en ella de nuevo, no obstante, él estaba seguro que en aquella ocasión no estaría solo. -Continuación de "Sótano"