Capitulo 21

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Tome mis cosas luego de clases y me dirigí como de costumbre al local para tomar quizás un jugo de uva y comer algo delicioso. Mi padre tiene una pequeña empresa en la ciudad y eso me hace una chica de buenos recursos económicos que no me gusta alardear para nada, gasto mi dinero en dulces y ropa, también en accesorios y por los momentos en cartas de colores. 

Me siento en otra mesa diferente a la usual porque esta siendo usada por una pareja feliz a la cual no quiero arruinarle el momento, la empleada que por lo general me atiende me hizo señas con la cabeza para que me sentara en otra con vista a la calle ¡me encanta!  

-- ¿puedo sentarme aquí o esta ocupado?  -- asiento pero no levanto la mirada porque leo una historia muy interesante en mi celular. 

-- ¿Alba? --alzo la mirada y me quedo sin aliento, sus ojos verdes tienen un brillo muy hermoso y se ve algo cansado. 

-- nos conocimos en una parada de buses, ya veo que estas mejor. Soy Mateo. -- mi garganta se seca por completo y no encuentro palabras para decir. La empleada llega a tomar nuestra orden y se nota divertida. 

-- ¿desean lo mismo de siempre? -- Mateo frunce el ceño pero asiente y yo hago lo mismo sin salir de mi pequeño trance. 

-- ¿no hablas? -- asiento y me avergüenzo de inmediato. 

-- lo siento, es que leía una historia en wattpad y .. 

Golpeo mi frente mentalmente tras recordar en una de mis cartas decirle que entraba a wattpad para leer

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Golpeo mi frente mentalmente tras recordar en una de mis cartas decirle que entraba a wattpad para leer. 

-- que raro, tengo una admiradora secreta que hace exactamente lo mismo y también viene aquí con frecuencia. -- llegan con nuestros pedidos, una tarta de frambuesa para mi y un café. A el en cambio le dan una tarta de naranja y un te de limón con jengibre.

-- si, que raro. Quizás sea una de las empleada. -- le hago señas para que vea a una de las chicas tras las vitrinas que no para de ver a nuestro lugar. 

-- si, quizás. Aunque a ella también le gusta dejar cartas con aroma a frambuesa. -- señala mi tarta y trago grueso, estoy mas que nerviosa.

-- una coincidencia. 

-- puede ser -- ríe y creo escuchar a los ángeles cantar. 

-- ¡al fin! -- me sobresalto en mi lugar cuando Mary se para frente a la mesa donde estamos, le hago muecas para que no diga nada estúpido pero ... es muy tarde. -- ya era hora que se dejaran de mandar cartas y se hablaran en personas, estamos en el siglo XXI por Dios usen los celulares. 


Una carta para AlbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora