Capitulo 26

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Me coloque un gorro de lana, una de mis camisas mas lindas y un pantalón ajustado. Camine hasta el local de dulces como de costumbre, toma una nueva mesa al final y pedí un cupcake de Frambuesa.

Hoy no me atrevía a variar ni probar nada nuevo, me sentía muy nerviosa realmente. Suspire profundo y lo busque con la mirada pero aun no había llegado.  El tiempo pasaba lento y era una tortura para mi, así que entre tanto fui al baño y volví. 

Mateo estaba sentado de espaldas a mi ¡leyendo mi carta! con una enorme sonrisa y comiendo de pastel de naranja. 

-- eso es mio. -- se sobresalto y me miro por detrás de su hombro.  

-- lo siento, la encontré y pensé que era para mi. Como suelo sentarme aquí. -- murmuro nervioso. 

Me arme de valor y me senté frente a el, mis mejillas seguro estaban de un rojo carmesí porque las sentía arder. -- si, es para ti. -- murmure, el me miro y sonrió. 

-- lo se. -- su celular comenzó a sonar y bufo molesto. 

-- ¿ tu jefe? -- asintió.

-- si, de nuevo otra reunión. Lo siento, me tengo que ir. -- se levanto y camino hasta afuera del local, sentí alivio pero a la vez una punzada de dolor en mi pecho.  

-- ¡Alba Roswell! -- grito una empleada -- ¿alguien aquí es Alba Roswell?

Alce mi mano preocupada porque algo malo pasara y entonces la chica se acerco a mi y dejo una carta en mis manos. 

-- Una carta para Alba de parte de Mateo. -- comento y la dejo sobre la mesa para luego marcharse.

Una carta para AlbaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora