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Era el primer día de octubre, Lorein llegó corriendo al trabajo, el tráfico la había tenido presa un largo tiempo y como gerente no podía darse el lujo de llegar tarde.

En cuanto entraba a Slow harmony, todos los sentidos de Lorein se ponían a disposición de la boutique para descartar que algo no estuviera en orden. Su taconeo resonaba anunciándose con el resto de los empleados y sus ojos verdes hablaban por sí solos pidiéndole a cada trabajador que miraban que se irguiera y siguiera con lo suyo sin titubear.

Cuando llegó a su oficina en el segundo piso el aroma a café la invadió al instante opacado por completo el olor de la ropa nueva que podía sentirse dentro de la boutique y dándole ese primer respiro de confort de la jornada laboral.

— Buenos días, Hally — Le dijo a su asistente, una linda y joven mujer de baja estatura y piel morena y cabello radiante.

— Buenos días, señorita Larregui, le envié los últimos datos que me pidió sobre la nueva publicidad.

— Perfecto. Dame más noticias buenas, por favor ¿cómo empezamos el día? —dijo dejando su bolsa sobre su escritorio.

— Seguro. El señor Serban está de viaje, serán dos semanas, El señor Méndez es el encargado por ese lapso.

— Esas no son buenas noticias, Hally.

— Cierto pero era necesario que lo supiera —dijo un poco tímida, como siempre acostumbraba a ser.

— Olvídalo y continua —respondió la gerente con serenidad y acomodando un poco más su larga cabellera negra.

— Bien —dijo Hally viendo a su tablet antes de continuar —. Las nuevas vendedoras de los departamentos de lencería y maternidad se presentan hoy y creo que eso es todo. El día va bastante bien para ser lunes —concluyó.

— Cielos, había olvidado eso —exclamó refiriéndose al nuevo personal de ventas —¿tienes los perfiles?

—Sí. Se los mando enseguida —contestó enviándolos al buzón de Lorein.

— Gracias —dijo para luego sacar el celular de su bolsa —. Comencemos el día —añadió saliendo de la oficina sonriente y con Hally tras ella. Lorein no se imaginaba a quien iba a conocer tan solo unos minutos después.

Decidió caminar primeramente hasta el departamento de lencería, le pidió a la jefa de piso que le mostrara donde se encontraba la nueva, solo le dio un vistazo a los archivos que Hally le acababa de mandar y luego se acercó a la chica que acomodaba algunas cosas en un aparador.

La vio de pie y de perfil, lucía bastante joven y animada, llevaba el cabello castaño y de largas ondas cayendo sobre su espalda y un flequillo sobre la frente, vestía el uniforme que consistía en zapatos altos, falda negra y una camisa a botones de color rojo oscuro y manga corta con una corbata de holanes del mismo tono.

— Buenos días —saludó la ojiverde colocándose junto a la nueva.

— Buen día —respondió la castaña devolviendo el saludo de inmediato y girándose hacia la gerente.

— Mi nombre es Lorain, soy la gerente general de este lugar. Ya sabes, esta primer semana tras tu capacitación es de prueba y si tienes algún problema hazlo saber de inmediato a tu jefe directo.

— De acuerdo.

— Bien. Y si por algún motivo necesitas hablar conmigo, luego de que ni tu jefa de piso ni la señorita Deen de recursos humanos, en un hipotético caso, pudieran resolverte alguna cuestión, búscame, y con búscame no me refiero a la forma literal, Señorita Cruz, quizá no logres encontrarme, soy algo así como un torbellino en este lugar; en fin, para eso está la Señorita Hoks Hernández.

Terrible Y Dulce Tú || Original LGBTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora