La señora Gabriela

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Capítulo VI

-Señor ella es la señora Gabriel Rivera de Castillo. – me adentre a la oficina donde había crecido la observe por un momento antes de posar mi vista en Charly, él me estaba mirando detalladamente como queriendo saber quién era.

-Mucho gusto señora, soy el comandante Charly. – extendió su mano para poder estrecharla conmigo.

-Un placer. – sonreí amablemente para disminuir la tensión.

-Laura por favor déjanos solos. – ella asintió y enseguida se retiró. -Dígame señora en que puedo ayudarle. – los domamos asiento, mi escolta se quedó para da en la puerta, no dejaban de vernos, eso me intimidaba un poco pero bueno era parte del plan.

-Sé que son la mejor agencia del país y quizás del mundo, es por eso que vengo a pedirle por favor que me ayude a encontrar a mi hijo que fue secuestrado. – saqué de mi bolsillo una foto que yo misma había creado, hoy en día era muy fácil crear rostros más con esas aplicaciones en las que pones una foto de ti y tu novio, aunque yo fui puse una foto de Harry y Louis y vaya que ese niño era hermoso, creo que sus hijos serían más guapos que los míos con Louis, pero bueno ese no es el punto.

-Necesito saber más sobre él. – yo conocía muy bien a Charly sabía que solo lo decía por amabilidad, pero realmente no haría nada por buscar a ese niño ficticio.

-Antes de proporcionarle más información debo de confesarle algo. – Alzo una ceja desconcertado, claro que podría confesarle un completa extraña.

-No entiendo, pero adelante. – me invito a que hablara.

-Han pasado ya algunos años de estos y créame que si no fuera por los motivos que me obligan hacerlo jamás le hubiera confesado esto, hace un tiempo comencé una relación con su hijo Lizandro. – deje de hablar para ver su reacción, frunció el ceño enojado. -Sé que es difícil de creer porque usted nunca supo de mi existencia, pero mire aquí tengo unas fotos con él. - Le entregue unas fotos que había truqueado para que el pudiera ver que no le estaba mintiendo.

-Cómo es que Lizandro nunca me dijo de nada de ti. – suspiro melancólico, excelente comenzaba a creerme.

-Como ya habrá notado soy una mujer casada, mostré mi sortija, yo conocía a su hijo en un centro comercial el me defendió de mi marido pues me estaba maltratando enfrente de la gente, desde ahí comencé a salir con Lizandro al principio solo era una amistad pero con el tiempo las cosas comencé a enamorarme de él, nuestra relación la manteníamos en secreto para que mi esposo no pudiera enterarse y hacerle daño. –

- ¿Por qué no dejo a su marido? – no dejaba de ver la foto que le había traído.

-Cuando lo hice, quede que vería a su hijo en el centro comercial donde nos habíamos conocido, lo espere por horas... jamás llego. – provoque un poco de llanto para que mi actuación fuera más creíble.

-Tranquila. – me paso un pañuelo.

-Gracias, pero aún hay más. – me prestó atención. -El niño que busco es hijo mío y de Lizandro. – juro que si Charly no hubiera estado sentado era capaz de desmayarse.

-Está segura de lo que me está diciendo. – estaba palído.

-Por supuesto, mire estas son unas pruebas de ADN que le mande hacer al niño, el cabello de Lizandro lo saque de un cepillo que le había prestado. – claro que eran falsas pero no habría manera que me descubriera al laboratorio de donde obtuve estas pruebas si existía y la persona que me las proporciono era un señor que le había ayudado a encontrar a su esposa que la tenían secuestrada.

-Entiendo. – las tomo y reviso, por su rostro sabía que ya había logrado engañarlo.

-Después de que su hijo muriera, mi esposo casi me mata a golpes pero no tenía las fuerzas para huir, a mi niño me lo robaron cuando Salí al supermercado desde entonces nos han llegado amenazas de muerte es por eso que siempre llevo un escolta conmigo. – señale a mis guardaespaldas con la cabeza. –

-No se preocupe Gabriela yo personalmente me encargare de encontrar a mi nieto, por lo que me cuentas y las fotos que me has mostrado se ve que mi hijo te amaba, es por eso que quiero pedirte que te mudes a mi hogar, quiero cuidarte personalmente, cuando encuentre a mi nieto quiero que los dos vivan conmigo, ustedes son lo único que me queda de mi hijo. – tomo mis manos para darme consuelo, le mostré una sonrisa sincera.

-No se señor como cree, usted no me conoce. – sonreí internamente, había sido más fácil de lo que creía.

-Lose pero quiero conocerte, por favor hazlo por mi hijo. – me sonrió paternalmente, se que estaba mal jugar así con los sentimientos de un padre, pero era necesario además él no era una blanca palomita.

-Esta bien. – suspire.

-Muy bien, llamare a la mansión para que te alisten una recamara y no te preocupes por tu hijo, lo vamos a encontrar. – radiaba una felicidad impresionante.

-Tengo que arreglar unas cosas antes de ir. – asintió emociono.

-Claro, mira esta es la dirección de mi casa. – me extendió un papel.

-Gracias en verdad. – tome sus manos y les di un pequeño apretón, el me lo devolvió.

-No tienes por qué agradecer, pero anda ve hacer lo que te hace falta, te espero en la noche para cenar. – nos despedimos y Salí directamente para la casa de "mi marido", en el semáforo note que un coche nos estaba siguiendo, no me extraño para nada, Charly no era un persona muy confiada así que esto también era parte del plan, ellos le dirían todo lo que hiciera.

-Chicos si se dan cuenta nos vienen siguiendo. – ambos vieron por los espejos.

- ¿Qué hacemos? – Louis se preocupo.

-Tranquilos, no tenemos nada que temer, solo actúen normal. – ambos asintieron.

La Rebancha (Precuela de Tu eres el Asesino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora