Capítulo 3: Compañero

4 1 1
                                    


Se notaba a kilómetros que mi tío se encontraba satisfecho con mi decisión de haber aceptado el trabajo que me ofreció, y mientras él presentaba a Cindy con BTS, no pude evitar preguntarme si sería capaz de dar un buen trabajo.

Mi tío siempre me enseñó a poner empeño en todo lo que hacía, pero el miedo me invadía seguido.

El miedo me acosaba constantemente hasta tomarme de rehén y ahogarme en dudas hasta no ser capaz de siquiera moverme.

Era para mí, un arma asesina.

O al menos así era desde que...

–Rose –Mi tío llamó mi atención, pasando su mano frente a mis ojos y ni bien supo había vuelto al planeta tierra, caminó hasta situarse detrás de...¿Yoongi? Sí, creo que así era su nombre– Suga es el encargado para la composición de este álbum, por lo tanto será tu compañero, los dos hacen un buen trabajo, quiero ver cómo les irá juntos.

Asentí con la cabeza, dirigiéndola vista a "Suga" quien me devolvía una mirada que no podía descifrar. A diferencia de los demás, él parecía ser el más serio de todos e internamente me pregunté si era así todo el tiempo.

Me pregunté también, si su mirada escondía más emociones de las que pudiera contar con los dedos de la mano, o si detrás de su apariencia fuerte, muy en lo profundo, de vez en cuando, sentía miedo.

Pero claro, solo era curiosidad.

–Espero que nos llevemos bien –Murmuré al ver que no decía nada, él asintió en silencio, sin cambiar de expresión y pronto junto a mi tío comenzamos a acordar los detalles del proyecto.

Las reuniones del equipo y las prácticas de baile se harían como siempre en la empresa mientras que el intercambio de ideas para las canciones se realizaría en mi departamento. La producción sería en el departamento de BTS donde cada miembro de la banda podía aportar opiniones o ya sea ideas y Yoongi y yo debíamos tenerlas en cuenta e incluirlas de verlo necesario.

En eso se baso media hora de charla.

Cuando fue hora de despedirse, tomé mi mochila y la acomodé en mi espalda, acomodé los lienzos debajo de mi brazo y tomé las bolsas de Cindy al mismo tiempo que era regañada por la última por darle el día libre a la "Incompetente de Annie".

Ambas nos acercamos a mi tío quien conversaba entretenidamente con Bangan Boys y Cindy fue la primera en hablar.

–Adiós pá, cuídate y no comas cosas de gordos o te pondrás feo –Ella hizo una mueca, palmeando el estómago de su padre y procediendo a acomodarle la corbata. Los chicos hacían su mejor esfuerzo por no reír, pero mi tío simplemente sonrió.

–Tú sigue siendo igual de bella, cariño –Besó la frente de la rubia y ella asintió con una deslumbrante sonrisa, finalmente se corrió para darme lugar, y mi tío me miró como si fuera de otro planeta– Rose, ¿Eres tú? No te veo detrás de tantas bolsas.

Él rió, yo reí con él pero lo hice entredientes y poniendo los ojos en blanco.

–No puedes con todo eso.

Solo negué con la cabeza y murmuré un "No te preocupes" entre las millones y millones de bolsas.

–No cambias –Volvió a hablar, luego me dio un suave zape en la cabeza a modo de regaño– Aún no respondiste mi pregunta, ¿Cómo está mi pequeña rosa blanca? –Llevó una mano a mi hombro para palmearlo a penas un poco.

Apreté un poco los labios, sin dejar de sonreír. Lo miraba con ojos llorosos.

Debo decir que cada vez que alguien me recordaba que no estaba sola y contaba con apoyo, era motivo para ponerse sensible.

–Muy bien –Respondí finalmente, soltando el aire que no sabía había retenido.

Me incliné a besar su mejilla para despedirme cuando las bolsas que tomaba cayeron y Yoongi se acercó a tomarlas con cuidado sin decir palabra. Le agradecí en un susurro.

Mi tío me observó con ternura y luego suspiró.

–No está mal pedir ayuda Rose, a veces no puedes cargar todo.

Me miró como si intentara decir algo más con sus palabras, y supe entonces que él sabía que había mentido al decir que todo estaba bien.

Asentí con la cabeza, haciendo una mueca. No dije nada al respecto.

–Adiós padre –Sí, a pesar de ser mi tío, lo llamo padre. Me giré hacia los chicos para despedirme con una reverencia y Cindy y yo salimos para entrar al ascensor seguidas de Yoongi cargando bolsas y Jin, que se había ofrecido a ayudarme con los lienzos para que pudiera ver al caminar.

Y mientras bajábamos los tantos pisos del edificio, Cindy se quejaba de Annie, llamándola incompetente y quejosa más luego de descargarse se puso a escuchar música con sus audífonos en paz, el ascensor quedó en silencio por unos segundos hasta que Jin rompió la tensión.

–Así que eres artista, ¿Qué cosas te gustan dibujar?

Sonreí al ver que trataba de iniciar conversación, así que contesté.

–Me gusta retratar personas que me hagan sentir algo, o bien paisajes.

–¿Y de dónde eres?, Si se puede saber.

–Soy de Inglaterra –Murmuré con los párpados cerrados. Recordé mi país, recordé a mi madre, pero volví a abrir los ojos.

–Ya veo –Él sonrió– Las chicas occidentales son bonitas.

–Las chicas asiáticas también –Agregué– Los orientales en general, adoro retratarlos.

Nos quedamos hablando de cosas triviales de Corea, y prometí mostrarle alguna vez mis trabajos si se daba la oportunidad mientras caminábamos hacia el estacionamiento.

–Entonces, ¿Los orientales son más bonitos en tu opinión? –Jin se mostraba confundido, yo asentí.

–Tú eres hermoso Jin, tus rasgos son muy finos y masculinos –Lo decía con naturalidad, sin intenciones escondidas, pero pude ver el rubor en sus mejillas.

–Gracias, tú igual eres bonita –Rió con nervios, lo cual me puso algo incomoda, pensando que dije algo extraño– Sin embargo, creo que los occidentales son más bonitos.

Sabía que su cumplido había sido solo la forma de aceptar cumplidos en Asia, como que cuando le recibes un cumplido debes rebajarte a su nivel o bien darle un cumplido a la otra persona, o eso había leído.

–Queremos lo que muchas veces no podemos tener –Me encogí de hombros, respondiendo a su comentario.

Jin y Suga me miraron unos segundos, ya habíamos guardado todo y Cindy ya estaba en el auto sumida en su celular.

–Gracias por la ayuda, nos vemos.

Los saludé sin tantas vueltas y me metí en el auto justo al tiempo que Cindy se quitaba los audífonos de la oreja y chillaba.

–¡Mujer! ¡Tengo tantas cosas que contarte!

Y así comenzó a hablar y hablar hasta que llegamos al departamento, nos sentamos en el sillón y su rostro se volvió un poco más serio.

Mi ceño se frunció unos segundos en confusión, sin saber la bomba que lanzaría sobre mí.

–¿Qué sucedió con mamá?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 19, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ARCOIRIS -Min Yoongi-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora