Capítulo 8

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Estábamos en la casa de Jimin, jugando con su consola. Sus padres estaban en su luna de miel, por eso pudimos quedarnos un poco más tarde. No era ninguna sorpresa que Iri estuviera allí.

Lucía casual con una camiseta grande y shorts de pijama. Miré a todos lados menos hacia ella. Tuvimos palomitas y me senté lo más lejos de ella.

Ella no se unió, pero en gran parte era porque a ella no le gustaban los videojuegos. Lo sé, ella es muy mala para los juegos. Luego vimos una película. Namjoon decidió invitarse a sí mismo a quedarse en la casa de Jimin.

Quedarme era la última cosa que quería, pero todo el mundo quiso quedarse y no se sentía bien irme en esa situación. Así que también me quedé, esperando que ella se fuera pronto.

Vimos la primera y yo pude escoger la segunda película. Sabían que yo amo el terror, por eso elegí la más aterradora que no había visto ya. Hoseok y Jimin parecían estar a punto de mojar sus pantalones. No pude evitar reír disimuladamente. Pero entonces vi el dedo de Iri entrelazarse con el de él y mi expresión se redujo a un ceño fruncido.

Hoseok fue el primero en rendirse y corrió a la habitación de Jimin. Nunca hablamos de como estaríamos repartidos, pero sinceramente, nadie le dio importancia. Los padres de Jimin tienen el sofá más cómodo.

Sin embargo, Jimin se quedó, pero se mantuvo oculto detrás de Iri que se reía de las reacciones de su mejor amigo. Ella vio que la miraba y vaciló. ¿Era esperanza lo que veía en sus ojos? Lástima que en ese momento me di la vuelta.

La película había terminado antes de que me diera cuenta. Lo admito, no pude concentrarme. No podía girarme para verla porque el movimiento hubiera sido muy obvio. Pero ahora que la película había terminado, podía estirarme y reposicionarme.

Jimin ya estaba dormido, al igual que ella. Su pecho se pegaba con la espalda de ella, y yo traté de reprimir mis celos. Qué lindos ellos.

Tomé un colchón extra del desván de Jimin y lo coloqué enfrente de la televisión. Los hyungs ya habían reclamado la habitación principal y Namjoon estaba durmiendo en la de Jimin. Taehyung estaba tendido en el suelo, seguramente amanecería con un gran dolor de espalda mañana.

Yo era el último en dormirse, pensaba en varias cosas. Nada importante, sólo cosas para que mi mente dejara de pensar en cosas que se comen mi cerebro. Iri, la chica que duerme cerca de mí. En los brazos del que ella ama. Duele, pero supongo que tengo que superarlo. Superarla.






Tengo el sueño bastante profundo, nada me puede despertar, pero no podía dormir esa noche. Eso explicaba por qué podía oír gimoteos en la habitación.

Ella estaba sentada en el sofá con las palmas de sus manos en su cara, se veía tan pequeña.- ¿Iri?- pregunté, rompiendo el silencio.- ¿Estás bien?-

Su respiración se enganchó en la oscuridad, oí un trago de saliva.- Estoy bien, vuelve a dormir- Sus susurros apenas eran audibles, pero aun así pude escuchar el miedo en su voz.

Consideré despertar a Jimin, ella es su problema ahora. Pero no lo hice. Así que me senté y abrí los brazos hacia ella.

Ella me vio, sus lágrimas caían de su cara, apenas conteniendo su llanto. Iri sorbió su nariz y se dirigió hacia mí, mientras se inclinaba hacia abajo y entraba en mis brazos.

La acuné en silencio y acaricié su antebrazo con movimientos repetitivos. Debo haberle cantado en algún momento. Pero tenerla entre mis brazos se sentía bien, lo último que recuerdo es el contacto de sus labios contra mi cuello. Debo haberlo alucinado.






Alguien me despertó, la luz brillaba alrededor y yo persistía en mi intento de dormir. Abracé lo que fuera que estaba sosteniendo con más fuerza, sólo para escuchar un gemido de protesta de parte de dicha cosa.

-¿Iri?- mi voz estaba ronca por el sueño. Finalmente me obligué a despertar sólo para ver que Iri todavía estaba dormida en mis brazos. Ahora lo recordaba, tuvo una pesadilla y yo la consolé.

Sin embargo, la expresión en el rostro de Jimin parecía decir que mejor lo hubiera despertado para que se hiciera cargo de ella. No lo hice porque quería.

-Buenos días, hyung- trataba de no ver la mirada bullente que me dio cuando me senté, trayéndola conmigo.

Ella se quejó un poco, pero aferró su agarre.- Iri, despierta- la sacudí suavemente, mi tono de igual medida.

Jimin suspiró, se puso en cuclillas y la sacudió suavemente,- Ri-ah, despierta-

-¿Jiminnie?- Ella lo llamó. Mi sonrisa desaparecía conforme la empujaba a los brazos de Jimin.

No dije nada, me levanté bruscamente y me dirigí hacia su baño. Me estaba dejando llevar, ella no es mía. No puedo robársela a Jimin hyung. Podría amarla, pero yo estaba atado a nuestro código de hermanos. Jamás dejaría que algún día una chica se interpusiera entre nuestra amistad.

[Jungkook] Una chica rotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora