[Jungkook] Una chica rota

Capítulo 10

Desde aquel día, Jimin se mostró cauteloso ante mí. Iri dejó de venir, Namjoon debió haber informado a los demás para que no hicieran preguntas.

Hice de todo para distraerme. Ayudé a Yoongi, Hoseok y Namjoon con la música. Aprender piano siempre es una buena distracción.

Pero entonces,- Mañana es el cumpleaños de Iri- Jimin anunció repentinamente, para entonces no le había hablado ni visto en dos semanas. Sabía que era su cumpleaños, lo había marcado en mi calendario, había pensado comprarle un perrito de peluche si no podía conseguir uno real. Da igual, ¿verdad?

-Voy a dar una fiesta en mi casa. Deberían venir, ella lo apreciaría- Jimin nos sonrió, evitando cuidadosamente mi mirada.

Resoplé con diversión- Apuesto a que lo hará-

Recibí un golpe en la cabeza por Taehyung, que en silencio me lanzó una mirada, causando que me callara y bebiera de mi agua.

Me quedé atrás mientras todos traían sus regalos. El mío todavía estaba dentro de mi armario, para nunca ver la luz del día. Ella no necesitaba el mío. Si le gustaría o no, era una cosa menos de que preocuparse.

Jimin nos invitó a entrar con una sonrisa, que se desvaneció cuando entré al último. Le di una sonrisa burlona y pasé.

Ella no estaba aquí todavía, lo cual era un alivio. No había tenido tiempo suficiente para prepararme, me dirigí al sofá para una persona y me dejé caer sobre él con mis auriculares en ambos oídos.

En algún momento ella llegó. No supe cuándo, quería ignorar y bloquear todo a mi alrededor. Definitivamente no quería ver el dolor expandiéndose en su rostro cuando su mirada se posara en mí.

Simplemente sonreí y volví de nuevo a mi teléfono. Sólo tenía que soportar una hora y después podía dejar a los dos tortolitos solos.

Quité uno de mis audífonos para escuchar, no quería ser más grosero de lo que ya estaba siendo. Hoseok le dijo que la echaba de menos, y aunque no hubo una risita supe que ella sonrió.

Cuando trató de abrazarla, ella retrocedió. Eso fue extraño- Tengo un resfriado, perdón- Hoseok ocultó su decepción y le dijo que cuidara de su cuerpo.

Cuando empezaba a ser más interactiva, le dije que no pasaría nada si tocaba a alguien. No tenía que ser un abrazo, pero que sólo tratara de no retroceder cuando alguien la abrazara. Parecía que estaba de vuelta en el punto de partida. Y ella estaba haciendo antes un buen progreso, pensé con melancolía.

Le cantamos feliz cumpleaños y le dimos nuestros obsequios. El grupo se reunió para comprarle unos auriculares. Sabía que tenía una colección, a Yoongi casi el da un ataque cuando nos topamos con unos ideales.

Eran de color azul eléctrico, su color favorito. Ella esbozó una sonrisa genuina por primera vez, que sacudió mi corazón- Gracias- pero la sonrisa cayó cuando me miró.

Sus ojos se veían cansados, como si no hubiera dormido en mucho tiempo. Deja de preocuparte, Jeon Jungkook. Para eso está Jimin ahora.

Había algo raro, me daba cuenta incluso aunque no quisiera. Iri estaba sentada junto a Jimin, pero era distante, cuando Jimin colocó su mano en su hombro ella se congeló. Jimin hyung debe haberse dado cuenta porque inmediatamente se apartó. ¿Qué demonios?

Era fin de semana por lo que Jimin dijo que podíamos quedarnos. Le dije que volvería a casa, pero antes de eso.- Hyung, ¿puedo hablar contigo un momento?-

Jimin cruzo sus brazos en defensa cuando cerré la puerta detrás de mí- ¿Qué quieres?-

Amplié mis ojos ante su hostilidad- Me di cuenta que los dos parecen... ¿distantes? Pensé que los dos estarían como tortolitos ahora- manifesté mis pensamientos y desvié la mirada.

Oí su áspera risa- Sí, lo que sea que pensaste que pasaría no pasó- me miró con indignación- ¿Sabes cuánto le tomó a Iri abrirse a los demás? 129 días- informó- Los conté. ¿Sabes qué tan destruida estaba cuando a sus padres los mataron? Hice todo lo posible por mantenerla sana, para que su tía dejara la idea de llevarla a una sala de psiquiatría. Y ahora por tu culpa, ella volvió a cerrarse. Ella puede parecer estar bien, pero no escuchaste lo que yo escuché. No viste las cicatrices...-

-¿Se está cortando de nuevo?- mi voz se quebró, volviendo mis ojos de nuevo a los suyos. Sus ojos se abrieron en comprensión.

-¿Lo sabías y le hiciste eso a ella?- su voz se elevó pero mantuvo la calma tomando en cuenta a sus invitados que todavía estaban adentro. Tragó saliva y me llevó al balcón del corredor- ¿Sabes por qué le tiene miedo al contacto físico?-

Siempre pensé que era porque sus padres murieron- Ella fue violada por el asesino de sus padres. El muy maldito fue capturado, pero ella nunca lo superó. Cuando la encontré, estaba sangrando-

Estaba tan sorprendido que no sabía qué decir. ¿Qué podía decir? No lo sabía- No lo sabí...-

-Ella necesitaba un ancla y eso es lo que fui para ella- la voz de Jimin se rompió y sofocó un sollozo- Ella trató de suicidarse, Kook. Me rompió el corazón, por eso no puedo dejarla sola. Sus pesadillas son recurrentes, pero al menos conmigo a su lado no tiene que enfrentarlas sola-

-Pero luego te fuiste- dije lentamente- Y me hiciste prometerte algo-

-Para que no se sintiera abandonada- Jimin estaba frotando sus ojos, sus lágrimas habían caído sin saberlo, al igual que las mías- Para que no cayera más profundo-

-Hyung... ¿por qué no me lo dijiste?- aspiré, secando mis lágrimas con mi manga.

-¿De verdad crees que ella quería que todos supieran que fue violada? ¿Crees que no cambiaría tu opinión sobre ella?- Jimin preguntó y tuve que pensarlo.

No pasó mucho tiempo, porque sabía que no cambiaría de opinión. La amo demasiado- La amo, sí- Jimin confesó- Traté de no hacerlo, ¿pero a quién engañaba?- se rió en auto desaprobación- Cuando regresé vi que fuiste capaz de lograr en cuatro meses lo que no pude lograr yo en veinte-

Lo miré en confusión. Jimin suspiró- La hiciste realmente feliz de nuevo. Y sí, estaba celoso, pero me rompe el corazón ver como es ahora- y luego se inclinó hacia adelante- Kook-ah, por favor, habla con ella-

No me sequé las lágrimas por completo antes de volver a entrar. Mis ojos se fijaron inmediatamente en sus cansados ojos mientras tiraba de ella para que se levantara. Ella gritó de dolor y entonces me di cuenta de las cicatrices todavía abiertas, y aflojé mi agarre.

-Nos vamos- anuncié sin girarme hacia atrás y luego la llevé a su casa.

Cuando ella abrió y me dejó entrar, me enfrenté a ella- Tenemos que hablar-